Faction Before Blood (Eric/Divergente)

Capítulo 19

Narra Eric

-Bien hecho.- Cuatro felicita a otro iniciado, le ayuda a levantarse y a salir de la sala.

Otro trasladado que acaba temblando , pálido y sudando después de la simulación. Aunque los nacidos en Osadía no son mucho mejores, parecen tener más valentía.

-¿Cuantos quedan?- pregunto de mal humor.

-Bastantes.- responde preparando el suero - Estás más borde e irritable de lo normal. ¿A pasado algo?

-Nada que te interese, Eaton.- escupo su apellido, recordando su parentesco con la chica que rompió un pedazo de mi corazón. Joder, parezco una niñata adolescente.

-Es sobre Alex, ¿no? - decido no responder y finjo teclear algo.

-Avisa al siguiente. - vacila un poco, pero termina por obedecer.

-¡Alex Eaton!- escucho a Cuatro decir fuera de la sala. Venga ya.

Ambos entran en silencio, el ambiente se tensa cuando nuestras miradas se cruzan. Ella agacha la cabeza y se sienta en la silla. Cuatro le inyecta el suero en el cuello y le desea buena suerte.

De inmediato , en la pantalla, aparece la imagen de Alex rodeada de árboles , y su frecuencia cardiaca al otro lado de la pantalla. Un enorme felino aparece de entre los árboles y avanza hacia ella mostrando los colmillos y gruñendo. Alex sabia cual seria el primer miedo, aún así parece confundida.

Busca un arma desesperadamente con la mirada. El animal se lanza sobre ella y la derriba. Por suerte consigue hacerse con una rama lo bastante gruesa como para herirlo.

- Concéntrate. - murmuro al verla mover la rama de un lado al otro sin siquiera rozar al animal.

En uno de esos movimientos consigue apartarlo de encima suyo. Pero a, contrario de lo que pensaba que haría - seguir atacándolo- lanza la rama y se tira al suelo, llevando sus piernas a su pecho. El animal vuele a lanzarse sobre ella y de un momento a otro la imagen cambia.

Abnegación, reconozco su antigua casa. Se levanta del suelo y camina hacia el baño decidida. En el, hay un gran espejo de cuerpo entero. Aunque estoy completamente seguro de que en la realidad no hay ninguno. De manera inesperada, Alex se remanga la camiseta y acaricia su estómago con cariño.

-¿Qué se supone que voy a hacer contigo?.- habla en voz baja y dulce, mientras una lagrima resbala por su mejilla.

No me da tiempo a reaccionar ante lo que acabo de ver cuándo Cuatro entra al baño. Esperaba que fuera Marcus, como en el resto de sus simulaciones.

-Yo voto por una caída por las escaleras. -Alex se sobresalta y se gira para encarar a Cuatro. -Si no quieres que tu hijo tenga una madre de mierda, claro.

Ella se mantiene en silencio , con la cabeza agachada y mirando al suelo. Está avergonzada.

-Nos has decepcionado, Alexandra. - Cuatro pasea al rededor de ella.- Padre te educó para ser una abnegada, ayudar a los demás. En cambio, prefieres acostarte con un hombre que a penas conoces.

-Sí conozco a Eric.- se defiende.

-No, que va. - ríe cruelmente.- Pero ¿sabes? , el tampoco te conoce a ti. Seguramente te vea como a una chiquilla asustada, que se trasladó a Osadía para parecer valiente. O para joder a su familia.

-No es cierto.- intenta irse pero él la retiene del brazo.

-Pero la realidad , querida Alex- le susurra al odio- es que eres una puta.

Ella consigue liberarse pisando el pie de Cuatro. Corre a la salida, pero solo llega al comedor ya que su hermano la agarra del pie , y ella se cae.

-¡¿Qué crees que hará Eric cuando sepa que vas a arruinar su vida?! - la levanta por el codo y la estampa contra la pared. - No sabes de que manera vas a joderos la existencia a ti y a Eric.

-¿Cómo tú se la jodiste a madre?- contraataca.

-Pero sobretodo a ese niño. -ignora su comentario-Con un padre cruel y agresivo, ¿no te recuerda a alguien? Aparte de una puta divergente como madre.-Alex se lanza sobre él. Ambos caen al suelo, ella sobre él.

Sus pulsaciones aumentan cada vez más. Mueve los ojos de un lado a otro, aunque sus párpados estén cerrados. Cuatro le toca el hombro (fuera de la simulación) y ella se incorpora de un salto. Cuando ve a su hermano, vuelve a lanzarse sobre él. Aunque esta vez no puede con él.

-¡Alex! ¡Para!- la separo y la estrecho contra mi torso. Ella intenta escapar mientras solloza. Me agacho y le hablo al oído. - Estás fuera de la simulación, a terminado. Estás fuera de la simulación.

Repito las mismas palabras hasta que su respiración se vuelve regular y los sollozos desaparecen. Entonces pienso en lo que a pasado en la simulación.

-¿Estás embarazada?- pregunto temeroso.

Ella duda al principio, pero finalmente asiente y esconde la cabeza en mi pecho. No se exactamente que siento a continuación. ¿Alegría? ¿Desconcierto? ¿Miedo?

-¿Vas a dejarme?- se separa y me mira con los ojos llorosos y aterrorizados.

-No, claro que no. - respondo al instante y vuelvo a estrecharla contra mí. No se donde está Cuatro, pero agradezco que se haya ido. - Ya verás como todo va a ir bien.

-¿Bien? ¿Es que no te das cuenta de la situación en la que estoy? - ahueco su cara entre mis manos.

-Querrás decir estamos. - sonrío torpemente. Noto como mis ojos empiezan a aguarse. - Y te equivocas, si entiendo la situación en la que estamos. Vamos a tener un hijo o hija, nuestro y de nadie más. ¿No te parece hermoso?

-Cuatro tiene razón, joderá nuestras vidas. ¿Y si eso es divergente también?  Tendremos  que preocuparnos por una vida más.- la sujeto por los hombros.

-Eso es un bebé, Alex, una persona que crece en tu vientre. - los sollozos vuelven junto con lagrimas.

-Lo siento, no puedo dejar que ocurra. - Alex esquiva a Cuatro-que acaba de entrar-y se va corriendo.

-¿Está bien?-cierra la puerta.

-Hay que dejar que se desahogue, son muchas emociones de golpe. - explico.

Él se cruza de brazos y se aproxima a mí. Cuatro no me asusta, pero su actual postura y actitud harían que cualquier iniciado se lo hiciera en los pantalones. - Así que seré tío.

-Eso parece.- digo despreocupado.

-Genial, ¿no tienes nada que contarme? ¿Algo que tenga que ver con tu polla y mi hermana ?

Narra Alex

El dormitorio está en completo silencio, a excepción de los ronquidos de Al, creo. Parece que todos  duermen, menos yo. Llevo horas boca arriba, ni siquiera me molesto en cerrar los ojos o intentar dormir.

En mi cabeza no hay otra cosa que no sean Eric y él o ella. Cuando era pequeña y vivía en Abnegación me imaginaba a mi misma casada y con una familia. (Puede que aquello fuera egoístas, ahora que lo pienso. ) Pero en estos momentos no puedo permitirme poner otra vida en riesgo, una vida que no he buscado y no deseo, por muy cruel y egoísta que suene.

Bajo las manos a mi barriga y la acaricio. Lo hago cada vez más fuerte, imaginando un futuro en el que ya no somos solo Eric y yo, y las caricias se transforman en pequeños pellizcos. Y estos, en arañazos.

Por un momento me permito olvidar mis problemas y centrarme en el dolor físico. Cuando eso no es suficiente lo hago más fuerte, hasta el punto de notar liquido en mis dedos y vientre. Sangre, supongo.

No es una sensación agradable, pero lo necesitaba.