Faction Before Blood (Eric/Divergente)

Capítulo 17

Su sonrisa de superioridad desaparece junto con el color de su cara. Se separa de la pared y se queda de pie con los brazos cruzados.

-Creo que te confundes de Osado. - se da la vuelta pero le agarro del brazo y hago que se gire.

-Uno, aún no eres un Osado. Y dos, no me equivoco, sé a quién y qué escuché. - se queda en silencio uno segundos y de repente ríe.

-Está bien, lo admito, fui yo. ¿Y qué? Cualquiera hubiese hecho lo mismo.- le suelto y vigilo que no haya nadie cerca.

-Puede, ¿pero por qué tú - le señaló con el dedo índice- lo hiciste? Primero casi me violas y después me salvas, explícame eso.

-¿Quién te crees para exigirme nada? Vete a follarte al instructor, quizás así llegues a pasar el corte. - me contengo para no romperle la nariz de un puñetazo. Aunque debería hacerlo.

-¡Por lo menos lo pasaría! ¡Tú solo eres un cobarde que no tiene los cojones suficientes para decirme por qué coño no dejó que me pegara un tiro! ¡Admite de una vez que eres todo fachada y qué en realidad eres un capullo a quien todo le asusta!

-¡Si encontrasen tu cadáver y Eric se chivara de nuestro incidente , ¿a quien crees que culparían?! ¡Salvé tu culo para salvar el mío! ¡No te creas especial! - se acerca más de lo necesario, su cuerpo está pegado al mío y nuestras caras a pocos centímetros. Debería moverme, apartarme y decirle cuarto cosas, pero estoy anclada al suelo. - ¡Te felicito , has conseguido lo que querías! ¡Ahora hazme el favor de cerrar la boca y escucharme!

Me sujeta la cabeza con las dos manos , no puedo dejar de mirarlo, cada vez que aparto la mirada él me mueve la cabeza para que no lo haga. Tengo que confesar que impone, mucho.

-Voy a hacer lo necesario para ser el primero en el corte, y si para ello debo acabar contigo lo haré, te pisaré cómo a una colilla para que no puedas volver a levantarte. - baja sus manos hasta mi cuello y aprieta más fuerte.

-¿Me ves cómo a una amenaza?- pese su agarre puedo seguir hablando, aunque no creo que por mucho más tiempo. - Viniendo de ti, me halaga.

Ejerce más fuerza y le araño las manos intentando liberarme. Sorprendente me suelta , pero no porque mi patética defensa le haya hecho daño ya que ni siquiera muestra una pizca de dolor.

-Cómo he dicho antes, solo eres fachada. - me arrepiento al instante de mis palabras, debería pensar antes de hablar.

-No tienes a la suerte, estirada. - mira por encima de mi hombro y hace una mueca de desagrado.- Buenas , estirada uno. ¿Vienes a suplicarme que te deje ganar en la próxima pelea?

-Cierra la boca, capullo.- la defiende Christina. - Quieren vernos en el comedor.

Asiento y camino entre Tris y Christina. Al y Will hablan de algo que no me interesa detrás de nosotras.

-¿Qué tal estás? No sabemos de ti desde lo de la bandera, mala amiga.- me regaña Christina con una sonrisa.

-Perfectamente, pero cómo pille al idiota que me dejó inconsciente me las pagará.

-Bueno, de eso ya se encargó Eric. - interviene Tris - Parecía una bestia enfurecida defendiendo su territorio.

-¡Yo no soy su territorio!- Al y Will se callan y corren para alcanzarnos.

-¿De quién es Alex?- pregunta Will con voz picara.

-De Eric. - responde Christina antes de que pueda decir lo contrario.

-¿Eric?- quiero gritar No pero él se adelanta. - Sí, tiene sentido.

Por suerte llegamos al comedor y no tengo que seguir escuchando comentarios pervertidos hacia mí y el líder. Me siento al lado de Tris y paseo la mirada por toda la estancia.

-No está.- frunzo el ceño hacia Tris, sabiendo que se refiere a Eric.

-No le estoy buscando. - me mira obvia.

-¿En serio tenemos que pasar por esto?- las dos reímos.

Los murmullos y el ruido cesan cuando uno de los líderes aparece en las escaleras. Nos habla mientras camina de un lado al otro. - Si estás sobre la línea roja, pasas a la siguiente fase. Si estás debajo, no perderemos el tiempo contigo. Vuestras posiciones. - señala una pantalla en la que los nombres aparecen.

Los primeros diez nombres se descubren . No estoy entre ellos. Mi pulso se acelera y se me seca la garganta. Quince nombres, el mío sigue sin ser de esos quince. Diez y siete nombres, diez y ocho nombres...

Alex.

Puedo volver a respirar. Soy la numero diez y nueve. Paso a la siguiente etapa. No en la posición que esperaba, pero paso de todos modos.

Narra Eric

-¿Seguro que así superaré el miedo? - el tatuador le cubre el dedo con la plantilla y ella me mira desconfiada.

-No, ¿por qué ibas a hacerlo? - me recuesto en la silla y pongo los pies encima de ella, los aparta bruscamente.

-¡Por que me estoy tatuando uno de mis miedos! ¡Y por qué has sido tú quien me a dicho que lo haga!- finjo ofenderme.

-Yo solo he dicho que te quedaría genial y , que hay una remota posibilidad de que , quizás, con suerte , aunque no es seguro pueda ayudarte.- me enseña el dedo corazón y la beso ignorando su gesto.

-Parejita, esto ya esta.- retira la plantilla y cojo la mano de Alex antes de que pueda ver el resultado final.

-¡Eric! ¡Déjame ver!- algunos Osados nos miran divertidos y otros más que confundidos. Le suelto la mano riendo , cuando ve el león en su dedo sonríe y da un girtito de felicidad. - Me encanta.

-Me alegra, ¿eso es todo o quieres más?- pregunta el tatuador.

Alex se muerde el labio , daría lo que fuera para saber que se le pasa por la cabeza ahora mismo.

-Sí, un cuatro en números romanos. - alzo las cejas asombrado.

-¿Donde?

-En la nuca. - él asiente y prepara la plantilla.

-¿Estás segura?- aprieta los labios y asiente. - ¿Por qué?

-Yo, bueno...- suspira- Cuatro es mi hermano. Vale, estuvimos mucho tiempo sin hablarnos, y se fue a Osadía dejándome con Marcus , pero sigue siendo mi hermano. Además todos hubiéramos hecho lo mismo. Y luego..no importa.

-Continua.- entrelazo nuestros dedos con la intención de transmitirle apoyo.

-Y luego está el miedo de ser cómo Marcus. Él jamás haría algo parecido, perdonar a Cuatro y demostrar cuanto lo quiere , aunque estoy segura de que no lo hace, tatuándose su nombre. Supongo que hacer lo contrario de lo que Marcus haría me reconforta.

-Vaya, eso es..-comienzo pero me interrumpe.

-Absurdo , lo sé. - no le llevo la contraria, no se equivoca.

-Un poco. - me da un puñetazo en el brazo que ni noto.- Pero si te ayuda, esta vez de verdad, no es para nada absurdo.