Paciente Cero

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Salí al patio y luego de dar una ronda me encontré con Daryl dando la última calada a su cigarrillo, -Si no vienes a montar guardia te vas-

Sip, ese fue su saludo.

Si su propósito es fastidiarmedos pueden jugar este juego, --Niño lindo muero por pasar tiempo contigo, así que me tocó vigilar- Pasé de él rápidamente hacia las escaleras mientras soltaba un gruñido.

Nos quedamos en silencio mucho tiempo, después yo subí a la torre me quedé allí viendo hacia el bosque, Daryl con poca delicadeza me siguió, me duele la cabeza, vine aquí porque no quería pensar en nada pero con él junto a mí no parece servir mucho.

-¿Tienes miedo?- preguntó el hombre.

Y yo que pensé que este no hablaba.

Me acomode de frente a él, -No, solo estoy cansada.

-¿Cansada de...?

-De muchas cosas , de todo , tal vez, a este paso si los humanos o los monstruos no consiguen matarlos no tendremos una buena vejez, yo estoy cansada.

El hombre negó con la cabeza, pude ver el roto en la camisa, -Arruinaste una linda musculosa- dije y me acerqué a él, -Iba a quitarla cuando te la cambiaras y así podrías quedártela- Puse mis manos sobre el roto de la camisa y nos quedamos de nuevo en silencio. Su pecho fuerte se agitaba bajo mi tacto, por la diferencia de altura estoy viendo sus labios.

Al parecer mis ojos se niegan a ver otra cosa.

Con su respiración mueve mi cabello, mi pulso empezó a acelerarse cuando él relamió sus labios, pasé mi mano por su pecho, él no me alejó. Daryl tragó fuerte en el momento que puse mi mano sobre su piel a través de la tela faltante. Sentí sus brazos alrededor de mi costado sin llegar a tocarme.

Este hombre puede enloquecerme. Es un mar de contradicciones y a mí me gusta matarme la cabeza descifrando enigmas. Es fuerte, tosco y bastante rudo, pero junto a él no siento miedos, tengo el presentimiento que no me haría daño, Daryl jamás sería capaz de golpearme o tomarme por la fuerza, tiene un corazón noble debajo de esas capaz de rudeza.

Una combinación demasiado cautivadora.

Respiré profundamente, su aroma llenó mis pulmones, embriagador. No importa gobernador, caminantes, apocalipsis, nada, él con su ímpetu arrollador imparte seguridad, es diferente a cualquier hombre que haya conocido, antes o después de los muertos, y nunca conoceré nadie como él.

En este grupo es fácil sentirse seguro y protegido, Rick y Glenn, hasta el mismo Hershel, son fuertes , seguros de sí mismos,Daryl en cambio, no es un líder declarado, es tímido, prefería no tener que hablar, pero haría todo lo que el grupo necesitara sin chistar. Esa fuerza de espíritu se contagia con sólo estar cerca de él. Cuando ves todo lo que han hecho los demás por el grupo los admiras, cuando ves a Daryl por primera vez sientes respeto, tienes la certeza de que no podrás tocar a ninguno del grupo. Daryl por sí sólo, es intimidante. Entiendo a Beth cuando dijo que lo necesitábamos, aunque no creo que él sea consciente de eso.

-No pensé que supieras coser- Su voz me trajo a la realidad.

-Hay muchas cosas que no sabes sobre
mí- Susurré.

No creí ser capaz de separarme de él hasta que recordé lo que le dije a Martín, y eso porque Daryl lo nombró, me retire un poco solo para que no pensara que me afectó lo sucedido.

-No fue un idiota- dijo finalmente.

Yo sonreí amarga, -Sí, sí lo fue el idiota más grande que conozco-

El sonrío, -¿Así es cómo defines a tu querido novio?- se rió.

- ¿Cómo sobreviviste tanto tiempo?

-Larga historia- dije intenté evitar la conversación, me senté en el balcón de la torre con los pies colgando al vacío y los brazos apoyados en el barandal.

-Larga noche- dijo él.

-Ponte cómodo después de que empiece no quiero escuchar tus gruñidos- él se sentó junto a mí, desde aquí vemos todo el frente de la prisión.

-Parte de la historia ya la escuchaste, y toda la historia gira en torno al coronel Tyler, un héroe, dijo Peletier- comenté suspicaz, creo que Carol tiene su apego a Daryl, y él, aunque a su manera, tiene una preferencia por ella. Si juntamos una cosa con otra le damos un amor al cazador, que bastante falta le hace.

Daryl ni se inmutó ante mi comentario,
-Empezaba prácticas, en dos años sería médico, se empezaron a escuchar rumores de una nueva epidemia que venía de Francia. El gobierno lo negó todo. No fuimos el primer país y el paciente cero no sé dónde se ubicó, quién sabe sí alguien lo sepa. Mi doctor era el jefe de médicos del hospital, sí él iba a algún lado ahí tenía a que estar presente, así conocí a mí paciente cero, Atlanta no fue la primera ciudad en caer, New York se jodió poco antes pero nadie entendía cómo, sólo que cerraron la ciudad. No tuvimos un aviso oportuno.

[...]

Ante la grave situación personas comenzaron a dejar sus pueblos y se establecieron en la ciudad con familiares, nadie daba razón de lo que pasaba, personas llegaban con fiebre o en estado de shock, eran demasiados, el pánico estaba latente.

El hospital universitario fue establecido como centro de control, quién tuviera un síntoma tenía que ser remitido allí. Uno de los primeros pacientes en llegar fue una mujer, luego de una semana falleció.

Anthony, el médico en jefe, reunió junta de médicos para esperar que la paciente muriera, según él, estos pacientes eran algo peculiares.

A pesar del esfuerzo del personal médico fiebre no cedió y Ariana Glum murió.
-La situación es preocupante- el doctor se dirigió al grupo de tres enfermeros, un neurólogo, un cardiovascular, dos practicantes y una bacterióloga.

-Un médico amigo me dijo que uno de sus pacientes infectados con la fiebre murió, pero que luego despertó, nadie sabe cómo y atacó al personal, por eso estamos aquí, para esperar que vuelva a vivir y poder estimar un patrón de conducta, realizar exámenes que nos brinden una luz acerca de porqué las personas están atacando a otras porque algunos infectados reviven y otros no-

El pánico no se hizo esperar en la sala, los noticieros no daban nada claro, solo decían que no había de qué preocuparse pero que un muerto reviva, eso da escalofríos.

Emilie era la encargada de generar un registro de datos cada cinco minutos, los enfermeros procedieron a amarrar la paciente en la camilla, el cuerpo sin vida está conectado a cinco sensores para establecer qué órganos estaban en funcionamiento.

Los primeros cinco minutos no pasó nada.

Ni a los siguientes cinco.

Emilie estaba terminando de realizar los chequeos, con una linterna examinó la respuesta ocular, negativa, Anthony se acercó al cuerpo, volvió a revisar los ojos que ahora dejaban de ser pistacho para estar cubiertos por una capa amarillenta.

El grupo no encontraba explicación, múltiples tomas de fluidos fueron realizadas.

La paciente abrió sus ojos de nuevo, al igual que los demás en la sala, parecía estar intentando ubicar la situación en su mente, el asombro fue muy fuerte,
-Tomaremos las pruebas de nuevo para cotejar con las tomadas antes de que volviera a vivir- dijo el jefe.

-Doctor- habló la practicante de cabello cobrizo y ojos oscuros que estaba tan asustada como los demás pero pudo articular palabra, -No está viva.

-¡Despertó!- dijo el rubio molesto por el comentario de una de las más brillantew de sus pupilos, entonces levantó su vista de la paciente y se encontró con un grupo aterrorizado, lo único que vio es como la mujer señaló los monitores, ninguno mostraba la más mínima señal.

Hopeless -TWD-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora