EL hospital

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- ¡¿Viste reanimar a una persona con la fiebre?! Yo nunca vi eso- dijo el hombre a mi lado interrumpiendo mi relato.

-Es igual, solo que a mi impresión son más receptivos que los que fueron mordidos, pero no me creas, también puedo jurar que vi a uno golpear con un ladrillo un ventanal pero se supone que ellos no piensan. Se burlaron mucho cuando lo dije, fue mi mayor temor por mucho tiempo, donde esas cosas evolucionen, puedan crear métodos de defensa u ofensiva, ese día sí nos fuimos al carajo.

_De mí se ríen porque vi al chupacabras- yo me reí también, -¿Ya no piensas que las cosas puedan pensar?

-No, solo sé que los recién convertidos son más rápidos y fuertes, Atlanta era un asco, pero déjame continuar aun no llego a como salí de ahí.

-Estas ansiosa por contar como aparece tu héroe- lo ignoré.

-El neurólogo casi se desmaya y tuvimos que mover a la paciente de sala para tomarle una resonancia, fue un caos pasear por el hospital con un enfermo gruñendo y amarrado a una camilla porque el necesitaba un equipo más avanzado. Y ni se diga meterla en la cabina, estuvo a nada de modernos a los que estabamos junto a ella- Recordé, -Para ese tiempo no sabíamos que se trasmitía por mordidas. Cuándo Anthony dijo que los pacientes atacaban al personal los imaginé molestos por el mal servicio de declararlos muertos- Me burlé de mi estupidez.

- Con ese examen se estableció que había actividad cerebral mínima, era imposible, eso era en lo único que yo pensaba, la examiné dos veces antes de que despertara y no había parte de cuerpo que no haya revisado, desde que lo hizo repetíamos una y otra vez las pruebas. El proceso de descomposición del cuerpo ya había empezado, estaba hinchada, expulsando líquido, no respiraba ni su corazón latía pero el cerebro seguía funcionando, el cerebro cómo tal no, veras la parte más primitiva que es la encarga...-

-De los instintos- me cortó Daryl,
-Memoria, sentimientos, conciencia, todo se pierde al infectarse y sólo esa parte se activa, cómo una batería inagotable.

Que lo supiera fue una sorpresa, poco después de que Atlanta cayó las demás ciudades lo hicieron no habían noticieros, nada quedó. -¿Cómo lo sabes?

-Estuvimos en el CDC de Atlanta dos meses después de que todo se saliera del "control" que el gobierno tenía de la situación, un puto loco nos encerró en el edificio- Gruñó.

-¡¿Consiste a Edwin?!- dije emocionada, Daryl no aprende a no encajonar a las personas.

-¿Estuviste ahí?

-Sí, estuve cuando su esposa se infectó- Dije molesta, -Martín colocó a su tropa allá, custodiaron el centro durante las primeras semanas, capturaban a los caminantes para las pruebas, en una de esas mordieron a la doctora en un brazo, pensamos que amputar serviría pero ella se negó. Se necesita un paciente cero para entender el origen de una epidemia, si no es posible hay que encubar el virus en un cuerpo, pero los animales no parecen afectarse como los humanos, al menos no de la misma manera, encontrar a un recién mordido y capturarlo era muy peligroso, y pues nadie quiso ser voluntario como encubador. Ella estaba convencida de que Jenner encontraría la cura.

-¿Si? Pues no la encontró, está muerto y casi nos mata a nosotros también.

Yo era consciente de que las probabilidades eran muchas pero no quería pensar en eso. Me quedé en silencio por un momento, no sabía por dónde continuar, decido hacerlo donde iba antes de que el castaño me interrumpiera,
-Entre el afán, los nervios y el miedo la paciente se reanimó por completo, cuándo Anthony la estaba revisando por milésima vez lo mordió.

[...]

Emilie estaba junto al doctor, la fuerza de la mujer reanimada era increíble, estaba muerta y casi no consiguen despegarla.

La alerta se extendió en el hospital, quienes estaban en la sala fueron puestos en cuarentena, al igual que la señora Glum, que gruñía y se removía cada vez que alguien intentaba acercarse.

La herida del doctor se infectó en cuestión de segundos, él fue puesto aparte, por lo que Emilie pidió estar a su lado. Ella se encargo de hacer limpieza a la mordedura y suministrar el medicamento pero la temperatura de Anthony se elevó por las nubes, empezaba a delirar y en sus momentos de cordura le pedía a Emilie que se fuera.

El medico amigo suyo le había contado mucho más pero no quiso revelarlo por temor a que los demás entraran en pánico y no hicieran su trabajo.

-Toma mi credencial- le decía, -Con ella puedes abrir la puerta de seguridad, vete de aquí.

Doctor y practicante eran grandes amigos desde antes que ella entrara al hospital.

-No puedes hacer mucho por mí, tienes que huir- Pero la muchacha se negaba, no podía abandonar a su mentor y amigo en un momento cómo este.

-Quien es mordido se vuelve como ella.

Emilie era presa del pánico, sentía que su mente se disparaba mil por segundo, quería ser fuerte, pero pensaba en tantas cosas, su familia era su mayor preocupación, la vida de su amigo.

Al caer la noche no aguanto más tenia que avisar a cuantos pudiera, tomo el carnet del medico y salió a escondidas.

Hablo a su casa, contestó su hermano mayor, la relación entre los dos nunca fue buena, pero ella lo adoraba con toda su alma, -Philip- dijo aliviada, -Esto va a sonar a locura pero la fiebre no es como nos cuentan, hay personas mordiendo a otras, mordieron a Anthony y él dice que si no te comen vivo te conviertes en come humanos.

-Lo que te vendieron esta vez estuvo fuerte- se burló su hermano y la dejo en la línea.

-¿Hermanita?- Una voz cantarina se escuchó del otro lado.

-¡Brian¡- Gritó la joven al reconocer la voz de su hermano menor, -Gracias a Dios, ¿Están bien?, ¿Alguno tiene fiebre?
¿Papá?- Preguntó muy rápido, luego de poner al tanto a su hermano, le pidió que cuidara de su papá, los dos hombres lo odiaban, solo por Emilie y Penny lo seguían viendo.

-Busca a Tere y mantenla contigo, iré en cuanto pueda- No se había despedido cuando gritos se escucharon desde los pasillos, colgó la llamada y corrió a ver.

Cuando abrió la puerta de urgencias, un hombre alto de piel gris y ojos nublados aun conectado a los monitores se abalanzó sobre otro paciente, la adrenalina la golpeo en el momento, no era solo uno, por lo menos cuarto personas devoraban a otras, las demás corrían y gritaban confundidas.

Ella recordó a Anthony y corrió hasta la habitación de cuarentena, encontró al doctor de 38 años, con una carrera impecable y prometedora degustando el cuello de un enfermero que había entrado a revisarlo.

Si no hubiera salido en este momento su amigo la estaría devorando a ella, el enfermero le pedía auxilió pero Emilie no podía mover sus pies, hasta que no vio a Anthony cargar contra ella no reaccionó.

***






Hopeless -TWD-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora