capitulo 26 (maraton 9/10)

33 1 0
                                    

MARATON 9/10
CAPITULO 26
La puerta se abrió en un segundo y unos padres asustados se asomaron por ella la primera persona que vi fue a mi hermana que salió corriendo con el corazón en la mano salí detrás de ella, afuera había comenzado a llover muy fuerte solo escuchaba que a lo lejos gritaban mi nombre y el de Ale mientras yo trataba de alcanzar a mi hermana ella salió del edificio encontrándose con la lluvia luego se perdió en esta, derrotada caí en el suelo mi caja de cristal que ya tenía varios agujeros termino rompiéndose en mil pedazos todos mis sueños se vinieron al piso como podíamos pasar de la felicidad absoluta a la oscuridad total en tan solo unos segundos, mi vida era una farsa todo lo que yo creía era mentira miles de historias de nuestro nacimiento no eran más que fantasías creadas por dos personas con miedo, miedo a que sus hijas descubrieran su realidad su verdadera esencia miedo a que esas dos personas quisieran buscar la verdad encontrar a sus verdaderos padres, unos fuertes brazos envolvieron mi cuerpo y susurraron mi nombre varias veces pero yo aun no salía de mis pensamientos y entonces me pesaron los ojos y caí profundamente dormida.
En cuanto desperté me encontraba en una habitación que conocía perfectamente pero que no era la mía era la habitación de Sebastián me levante algo confundida con recuerdos horribles de hace unas horas o tal vez fue solo un sueño pero que hacía yo aquí...
—_____ estas bien —me pregunto Sebastián cuando se dio cuenta que estaba despierta
—Que hago aquí —me levante asustada de la cama tal vez todo había sido una pesadilla me había quedado dormida en la biblioteca o algún lado y me había soñado todo esto pero porque sentía que era real no, no podía serlo
—Pues te encontré acostada en el patio llorando entonces... —empezó a decir Sebastián y entonces me derrumbe de nuevo todo era real nada había sido un sueño
—No fue un sueño —empecé a llorar de nuevo
—____ no...no llores —me abrazo muy fuerte — ¿qué te pasa? —me pregunto preocupado pude notarlo en su voz
—Mi mundo se vino abajo gracias a la concepción que tienen dos personas de la realidad y el miedo a enfrentarla... —dije para mí misma que para explicarle el motivo de mí llanto no podía creer cuantos años habían esperado para decirnos la verdad y aun así no lo habían hecho ahora pensaba quien era mi madre pudo haber sido cualquier persona una millonaria, una empleada, una drogadicta, una loca miles de posibilidades pero lo único que sabía era que Sofía Hall no era mi madre ahora también dudaba si Alejandra era mi hermana mi madre bueno Sofía siempre había dicho que éramos mellizas pero sería eso cierto o también nos habían engañado con ese detalle
— ¿por qué dices eso que pasa? —dijo acunándome en su brazos
—Yo...yo —no supe que decir no supe si confiar o no confiar en él
—Tú que —me agarro el rostro con ambas manos obligándome a mirarlo entonces vi en su mirada preocupación...por mi y decidí confiar en él
—Soy adoptada —dije agachando la cabeza mientras era recibida por esos cálidos brazos
—Vaya...tranquila —me guio hacia el sofá él se sentó me hizo señas de acostarme en su pecho dude pero termine haciéndolo —Todo va a estar bien —dijo mientras pasaba una mano por mi espalda y temblaba entonces recordé que yo estaba mojada por la lluvia pero no hice esfuerzo en moverme
—Como se supone que lo estará —dije recordando sus palabras
—Tienes que hablar con tus padres —me dijo con dulzura mientras tomaba una de mis manos y jugaba con ella
—No quiero hacerlo —dije entonces mi celular empezó a sonar
—Contesta deben ser ellos —dijo Sebastián tendiéndome el celular
—No quiero —dije escondiendo mi cara en su pecho para ahogar el llanto
—Vamos tienes que hablar con ellos —me animo
—No —respondí herida
—Ok contestare yo
—No —tome el celular de sus manos y conteste
—Hija por favor... —empezó a decir "mi madre"
—Solo quiero saber una cosa —dije tratando de calmarme
—Pero déjame... —trato de decir mi madre
—Alejandra es en realidad mi hermana —le pregunte
—Si cariño ustedes son hermanas de sangre —dijo con dulzura
—Eso era todo lo que quería saber adiós —colgué y deje caer el celular en el sofá
—Tus padres también deben estar sufriendo —dijo atrayéndome hacia el de nuevo
—Porque no pensaron en eso antes —dije y entonces Sebastián pasó ambos brazos por mi cintura y me abrazo fuerte en ese momento me sentí protegida y cerré los ojos tratando de calmarme con el tranquilo sonido de su corazón
—No debe ser fácil para ellos decirles —me dijo
—Y no es fácil para nosotras aceptarlo —susurre
—Como te enteraste —me pregunto con curiosidad
—Ale y yo escuchamos la conversación que tenían con el abuelo —dijo tratando de no volver a llorar ya me dolía la cabeza de tanto hacerlo
—No es bueno espiar detrás de las puertas —dijo tratando de hacerme reír
—No estoy para esos comentarios —dije seria
—Lo siento —se disculpo
—No hay problema —trate de sonreír
—Quiero que sepas que todo lo de Valeria fue una farsa —dijo Sebastián sujetándome más fuerte sabiendo que cuando dijera eso yo trataría de levantarme
—No tienes porque darme explicaciones —como pude me zafe de su abrazo y solo me limite a sentarme a su lado
—Si tengo
—Porque —dije evitando su mirada
—Porque te dije que me gustabas y al siguiente día estaba con Valeria pero fue solo para sacarte de mi mente... —dijo para girar mi rostro quedando frente a frente
—No quiero hablar de eso —gire mi cabeza
—Porque no lo entiendes —me dijo Sebastián
—No digas nada por favor —baje la cabeza
—Los sentimientos no se pueden callar —insistió
—Ahora no tengo cabeza para eso —me recosté hacia atrás y mire al techo
—Ok entiendo y ahora que harás con lo de tus padres —sentí como pasaba una de sus manos por mi rostro era una buena sensación así que hice como si nada y respondí
—No lo sé pero por ahora no quiero verlos —apreté los ojos deteniendo el llanto que se avecinaba por entre mis ojos
Tocaron la puerta cosa que me hizo pegar un salto y Sebastián se rio mientras abría la puerta
— ¿Qué haces aquí? —Pregunto Sebastián enfadado
— ¿Arango? Que haces aquí —pregunte asomándome por la puerta y encontrándome con un Arango enojado que jamás había visto
—Más bien tu qué haces aquí —me pregunto con rabia
—Es una larga historia... —trate de explicarle
—Lo sé eres adoptada —dije como si fuera lo más común del mundo mientras ambos entrabamos en la habitación de Sebastián
—Y quien te lo dijo —pregunte sorprendida
—Escuche a Alejandra cuando se lo decía Jaramillo pero porque no me buscaste —se acerco a mí
—Porque no quería hacerlo —agache la cabeza
—Porque —pregunto confundido
—Porque no — Sebastián salió de la habitación entendió que necesitaba hablar un momento con Logan
—Y a él sí —empezó a reclamarme
—Ok ya Arango te acabas de enterar que soy adoptada y vienes a reclamarme porque estoy con Sebastián entiende una cosa yo no te pertenezco si no te busque es porque no sabes nada de mí no sabes nada de mi familia
—Y el sí —me pregunto con los brazos cruzados
—Aunque te duela oírlo si —en ese momento tome una decisión ya no podía estar más con Arango entonces empecé a quitarme la pulsera que me había dado disimuladamente sin que se diera cuenta
—Ok entonces cuéntame —me pidió
—No yo ya no puedo con esto lo mejor es que... —iba a decirlo pero me interrumpió
—No lo digas —dijo tomando mis manos
—Terminemos —susurre y deposite la pulsera en sus manos
—No _____ podemos solucionarlo...de... —pero lo interrumpí
—No Arango yo no te amo eres solo un amigo para mí y ya me estoy cansando de todo esto —trate de decirlo con dulzura para no herirlo
—Pero...
—Lo siento mucho... —le dije
—Ok —sus ojos se humedecieron y algunas lágrimas salieron de ellos
—Logan yo... —Me acerque pero él se alejo
—Déjame —me dijo con odio y se fue

El popular ಞಞ♥ Adaptada ♥ಞಞ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora