capitulo 48

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  Capitulo 48
Diez de la mañana marcaba el reloj sobre la mesa junto a la cama con delicadeza me levante para no despertar a Alejandra al parecer Laura ya se había levantado de pronto los chicos también en una decisión bastante demorada de la noche anterior de cómo dormiríamos llegamos al acuerdo Sebastián dormiría solo en su habitación Mario y Jaramillo en otra y nosotras en una de las más grandes la cama era bastante amplia tal vez para seis personas y la habitación era hermosa perfectamente amoblada y la luz entraba por cada rincón baje las escaleras Laura veía televisión en la sala al verme se levanto y se acerco
—Buenos días —me dijo sonriente
—Buenos días —la imite — ¿Quieres algo para desayunar?
—Si vamos yo te ayudo —fuimos juntas a la cocina
Estaba preparando el desayuno con Laura hicimos algo simple huevos con tocino y chocolate y un poco de fruta para el que quisiera por estar hablando de cosas sin sentido se nos derramo el chocolate pero limpiamos rápido luego servimos justo bajo Alejandra con una mueca y sonrió cuando vio el desayuno
—Yo voy por Jaramillo y Mario tu ve por—me dijo Laura antes de subir las escaleras
Subí detrás de ella entre a la habitación de Sebastián estaba boca arriba en la mitad de su cama y con la boca abierta de nuevo me reí pero me pareció tierno al tiempo
— Sebastián ... Sebastián ven vamos a desayunar —dije pero él seguía sin escucharme — Sebastián ... Sebastián —lo moví pero no me dio respuesta solo una queja de su parte y cerro la boca
Me senté sobre su regazo y aun así seguía sin despertarse lo vi poner una leve sonrisa ya estaba despierto y me estaba tomando del pelo puse mis brazos a cada lado de su cabeza y me aproxime quede bastante cerca de su rostro él pensó que lo iba a besar pude darme cuenta pero yo solo me quede hay observándolo en algún momento abriría los ojos entonces paso abrió un ojo en modo espiratorio
—Sabia que estabas...—pero no pude terminar la frase porque sus labios ya había atrapado los míos y ya no me encontraba arriba de el si no debajo y con él en medio de mis piernas era un beso atrevido además su erección matutina no ayudaba mucho que dijéramos paso sus labios por mi cuello empezó una cadena de besos por mi abdomen entonces se detuvo antes de llegar a las caderas me vio y sonrió entonces lo subí de nuevo a mis labios Sebastián estaba sin camisa lo que facilitaba las cosas me encantaba su torso Sebastián metió las manos bajo mi pijama recordé que no traía sostén pero era demasiado tarde Sebastián ya había tomado uno de mis pechos en sus manos se sentía demasiado bien sus suaves caricias mandaban corrientes eléctricas a mi cuerpo acompañadas de leves gemidos por mi parte paso varias veces la palma de su mano por ellos hasta que mis pezones quedaron completamente erectos entonces tomo la parte final de mi blusa y la fue subiendo con delicadeza cuando logro quitármela pude ver en sus ojos deseo y pasión vio mis pecho y sonrió mientras susurraba palabras que no escuche gracias a la nube de deseo sobre la que estaba entonces traslado su boca hacia uno de ellos creí que iba a explotar jamás había sentido ese tipo de cosas con un hombre ninguno había hecho que gimiera de una manera tan fácil ninguno se había concentrado en mi satisfacción Sebastián dio un leve mordisco a uno de mis pezones sentí una sensación de dolor mezclada con placer profundo placer lleve mi cabeza hacia atrás mientras con mis manos tomaba su cabeza inconscientemente lo acerque más a mi entonces la puerta se abrió de golpe botándome de la nube puse a Sebastián encima mío ocultándome
—Que si pueden bajar a...ohhh pero si veo que ya están desayunando —dijo Mariocon una sonrisa picara luego salió de la habitación y cerró la puerta Sebastián no paraba de reír y yo me había puesto roja como un tomate como vería a la cara a Mario ahora
—Ven vamos —se bajo de encima mío alcanzo mi camisa y me la puso con delicadeza
—No mejor ve tu yo me quedo acá —dije aun con vergüenza
—No te pongas así con Mario compartimos todo —me guiño el ojo
—¡¡¡ ¿Qué?!!! —le pregunte alterada
—Es una broma —me dio un pequeño beso —Además si te hace alguna broma yo lo mato —me tomo de la mano y ambos bajamos al comedor
—¡¡¡Buenos días!!! —grito Alejandra mientras nos sentábamos en la mesa
—Buenos días —le dijo Sebastián con una sonrisa
—Mas que buenos dirías tu no Sebastián —lo reto Mario
—Claro porque no — Sebastián levanto los hombros mientras le lanzaba una mirada asesina a Mario
Luego de un divertido desayuno todos fuimos a cambiarnos Sebastián nos daría un recorrido por la ciudad era algo extraño que estuviera haciendo calor siempre me imagine a Canadá frio pero bueno al parecer me equivoque me puse algo sencillo para salir
Salí de la habitación se escuchaba mucho ruido en la habitación del fondo desde que habíamos llegado supuse que era la habitación del padre de Sebastián pues era la más grande y estaba cerrada me aproxime y vi a Sebastián junto a una mesa al lado de la cama sacaba todo de la mesa al parecer buscaba algo
— ¿Qué haces? —le pregunte recostándome en el marco de la puerta
—Buscando unas llaves —dijo sin detener su búsqueda
— ¿Para qué? —pregunte confundida
—No pensaras que vamos a recorrer Vancouver caminando...ah aquí están —dijo mientras tomaba las péquelas llaves en su mano y ponía todo de nuevo en la mesa fije mi vista en la habitación era hermosa y demasiado grande su padre tenía un estilo griego para decorar más exactamente su habitación una gran cama matrimonial todo era dorado incluyendo el cobertor de la cama las cortinas eran rojas quedaban perfectas con la decoración había dos columnas situadas en el final de la habitación una en cada esquina una gran pantalla de televisión y dos sillas de cuero negro a un lado de la habitación algunos cuadros y había una fotografía en especial que me llamo la atención era el señor Villalobos con su familia una bella esposa y dos niños entonces sentí dos brazos alrededor de mi cintura
— ¿Te gusta? —me pregunto Sebastián al oído
—Si a quien no es una habitación hermosa —sonreí
—Si quieres podemos quedarnos aquí —me dijo dulcemente en el oído —La cama es muy cómoda y muy espaciosa
—No como se te ocurre no voy a dormir en la misma cama que tu padre —le dije riendo
—Yo no hable de dormir —me dijo con lujuria
—Con mayor razón —me di la vuelta salí de la habitación baje las escaleras para encontrarme con los demás
Sebastián bajo unos segundos después de mi con una sonrisa en su rostro mientras movía la cabeza a ambos lados nos llevo a la parte trasera de la casa su padre tenía una maravillosa colección de autos entre ellos había un Pontiac GTO del 65, un Chevrolet Corvette del 53, un Mustang y claro había muchos modernos Sebastián nos hizo subirnos a una Ranger rover negra el día paso extremadamente rápido habíamos conocido el Punto colgante Capilano y el Parque Vanier al llegar a casa estábamos agotados nadie dijo nada solo nos limitamos a subir a las habitaciones y lanzarnos en la cama 11 de la noche marcaba el reloj antes de dormirme
2 de la mañana marcaba cuando me desperté bufe por haberme despertado entonces recordé lo que había pasado en la mañana y me inundo una oleada de calor sacudí mi cabeza para quitarme aquellos pensamientos entonces me entraron unas ganas irrevocable de dormir con Sebastián me levante con mucha delicadeza y salí de la habitación iba a tocar la puerta de Sebastián pero estaba abierto así que entre a la habitación la luz de la luna iluminaba la habitación Sebastián dormía de espaldas a la puerta me metí en la cama mientras me acercaba a él y lo abrazaba por la espalda Sebastián pego un brinco y se giro para verme asustado
—¡¡¡_____!!! Dios mío me quieres dar un infarto —dijo con una mano en el pecho mientras trataba de calmar su respiración
—No...perdón —agache la cabeza
— ¿Por qué viniste? —me pregunto
—Ok ya entendí —dije antes de levantarme de la cama primero se asusta y luego me pregunto que porque fui de verdad me enfade y me levante enojada
—Hey...hey ven acá —me jalo del brazo y me hizo sentarme en sus piernas —Solo quiero saber porque viniste
—Bueno quería dormir contigo pero veo que tu no así que suéltame por favor —dije herida
—En qué mundo se me podría ocurrir tal cosa es solo que me agarraste desprevenido conociéndote no creí que vinieras entonces no me lo creí cuando te vi —dijo mientras me acariciaba las piernas
—Bueno pues créelo vengo a dormir —enfatice la palabra dormir
—Ya entendí —dijo mientras me dejaba a un lado de la cama y se tumbaba en su almohada me iba a acostar en su pecho pero no me dejo más bien me hizo acostarme y él fue el que se coloco en mi pecho sonreí ante aquel acto eso quería decir que le había quedado gustando que lo abrazara puse mis brazos sobre el pero sin abrazarlo
—Abrázame —me pidió —Me quedo gustando
—Ok descansa —sonreí y lo abrace
—Igual tu —me dio un beso en el cuello
Temprano en la mañana me desperté las cortinas estaban abiertas de par en par por lo que la luz entraba por toda la habitación era algo incomodo corrí a Sebastián hacia un lado me levante cerré las cortinas y me volví a acostar junto a él dándole la espalda paso un brazo por mi cintura y me pego mas a él cuando me volví a despertar eran las 11 de la mañana como era que dormíamos tanto Sebastián ya no estaba a mi lado me senté en la cama mientras que estiraba los brazos y bostezaba entonces lo vi salir del baño
—Buenos días —lo salude
—Buenos días amor —dijo y me beso en los labios mientras me cargaba en su cintura
—Hey bájame —le pedí
—Vamos a desayunar —dijo saliendo de su habitación conmigo en su cintura
—Bueno pero bájame —insistí
—Ahorita —bajo conmigo las escaleras me sentí como una niña pequeña
El desayuno estuvo estupendo no sabía que Mario fuera tan buen cocinero subí a bañarme hacia un poco de calor así que opte por un vestido
Decidimos quedarnos en casa y disfrutar de las actividades que tenia la maravillosa casa de Sebastián la recorrí mientras los chicos se arreglaban fui a los establos habían 4 caballos no me di cuenta que no estábamos solos hasta que vi a un hombre de bastante edad acariciando los caballo seguí mi camino el hombre se giro y me saludo con la mano lo imite mientras sonreía y seguía paseando llegue a las canchas de tenis bastante grandes tal vez algún día viniera había una pequeña casita supongo que allí vivía el hombre que cuidaba los caballos llegue a lo que parecía un garaje las puertas eran enormes las abrí con esfuerzo me encontré con diversas cosas lo primero dos una pequeña cuatrimoto tal vez de los hijos del padre de Sebastián un velero hermoso tamaño mediano me acerque acaricie las velas eran totalmente blancas pero estaban cubiertas por un plástico supongo que para que no se ensuciaran en la esquina de aquel garaje había una lancha sobre un remolque y junto a ellas tres grandes cuatrimotos me emocione un poco he de admitirlo mi pasión siempre ha sido ese tipo de cosas también había un helicóptero de juguete bastante grande me pregunte donde estaría el control remoto había dos motos de carrera y una más pequeña había otro tipo de cosas palos de golf balones de basquetbol y de futbol, raquetas y también habían equipos de esquiar salí de allí directo a buscar a Sebastián cuando entre en la casa todos estaban en la sala corrí en dirección a Sebastián
—Tienes que dejarme montar —le dije agitada —Por favor...por favor —empecé a rogar como una niña pequeña
—Si claro lo que quieras pero mmm ¿Qué? —me pregunto a la vez que se reía y me veía confundido
Estuve a punto de decirle en voz alta pero supuse que si le decía los demás se enterarían y correrían entonces me dejarían sin montar entonces me acerque a el tanto como para susurrarle en el odio —Vi las cuatrimotos —sonreí
—Si claro ven —me tomo de la mano y salimos de la casa los demás nos siguieron no dejaban de insistir en que era lo que yo quería montar pero no quise responder al llegar los cuatro abrieron los ojos sorprendidos Mario y Jaramillo corrieron hacia las cuatrimotos quedaba una justo cuando iba a montar Alejandra se me adelanto Laura se rio de mi expresión Sebastián no les dijo nada y me moleste solo se acerco a ellos con ánimos de entregarles las llaves pero vio mi expresión y se rio mas fuerte me enoje mas
—Amor quiero enseñarte algo —me tomo de la mano se acerco a un artefacto cubierto por algo que parecía una sabana lo retiro mis ojos se salieron de las cuencas era una cuatromoto un poco más grande que las demás negra brillante era hermosa Mario y Jaramillo se acercaron mientras me ofrecían las de ellos pero yo me negué ellos le insistieron a Sebastián para que les diera las llaves
—No ustedes ya eligieron las suyas —negó con la cabeza — ____ Aquí tienes —me entrego las llaves mientras yo saltaba como una niña pequeña los chicos fueron a las de ellos a regañadientes Laura se monto tras de Mario y salieron del garaje
—Sabes usarla —me pregunto Sebastián
—La sola pregunta ofende —le respondí
—Ok solo preguntaba —dijo mientras me montaba y él se montaba tras de mi alcance a los demás al parecer nos esperaban pero para que
—Una carrera —Mario me vio desafiante
—Claro —respondí
—El primero que llegue hasta el árbol que se ve al fondo gana —sonrió Mario mientras apuntaba al horizonte
—No es justo _____ tiene una más grande —Jaramillo me acuso
—Va conmigo en la parte de atrás además es pesada para ella así que si es justo —me defendió Sebastián
—Bueno ya a la cuenta de tres —dijo Alejandra
En cuanto escuche tres apreté el acelerador Sebastián tenía razón era un poco pesada para mi Mario y Jaramillo me pasaron Alejandra y yo íbamos iguales al final terminamos perdiendo
—Ida y vuelta —ofrecí
—Ok —respondieron todos
Espere a la cuenta de tres y al sonar tres las manos de Sebastián se posicionaron sobre las mías apretando mas el acelerador increíblemente acelero mas creí que había utilizado su aceleración máxima pero al parecer no Sebastián se paró un poco quedando su cabeza por encima de la mía y apretó mas llegamos con una gran ventaja yo solo sonreía
—Eso fue trampa —dijo Mario llegando a nuestro lado
—No en ningún lado decía que no podía ayudar — Sebastián levanto los hombros
—Otra —dijo Mario
—No ya no más quiero dar un paseo —dije e hice una mueca
—Puedo acompañarte —me dijo Sebastián
—Claro —dicho esto acelere dejando a Mario con la palabra en la boca —Porque no me habías contado que tenían empleados
—Bueno amor una casa así no se mantienes sola —levanto los hombros — ¿Por qué lo preguntas?
—Bueno hace un rato que salí vi a un hombre peinar los caballos así que supuse que trabaja para tu padre —reduje la velocidad
—Bueno si él no es el único también está el jardinero la empleada que por cierto — Sebastián Vio su reloj —No tarda en llegar y bueno algunos otros en realidad no los conozco porque tú sabes este no es mi hogar
—Claro que es tu hogar aquí tienes una habitación y pues bueno aquí vive tu padre —levante los hombros
—Eso no tiene nada que ver esta no es mi casa ¿viste alguna foto mía en la casa aparte de mi habitación? —me pregunto solo negué con la cabeza todas era de su padre y la familia y solo una de Sebastián pero estaba en su cuarto —Vez mi padre solo hace esto por dárselas de buen padre pero en realidad este no es mi hogar ni lo fue ni lo será nunca —suspiro me sentí mal por Sebastián al conocerlo lo había juzgado sin conocer que había detrás del cretino que mostraba ser ahora lo entendía un poco mas detuve la cuatrimoto me gire para verlo y lo abrace pase mis piernas por encima de las de él para estar más cómoda
—Te amo —le susurre en el odio —No lo olvides
—No me dejes olvidarlo —me apretó mas fuerte
Después de un paseo entramos todos a la casa el almuerzo estaba listo casi devoramos la comida
Ha pasado una semana y medio desde que llegamos a la casa de Sebastián había hablado con Emily en dos ocasiones extrañaba a esa chica como un demonio Alejandra era mi hermana y la mejor del mundo era divertida y mi alma gemela Laura era mi mejor amiga mi confidente siempre me apoyaba en todo lo que hacía pero Emily era diferente ella me hacía ver las cosas de una manera diferente con ella podía hablar de temas que no abarcaran el colegio ni ropa ni chismes simplemente de la vida compartir con alguien que tiene una perspectiva de la vida completamente diferente a la mía era muy agradable en todos los sentidos y por eso la extrañaba tanto, entre las actividades preferidas de estas últimas semanas se nos volvió costumbre ir de fiesta todas las noches por lo que nos levantamos tarde en la mañana a veces duermo con Sebastián a veces con las chicas con Sebastián lo hemos intentado pero me da un poco de vergüenza saber que los chicos pueden escuchar algo así que dejamos de intentarlo por lo menos hasta que estuviéramos solos y ese día pronto llegaría.  


El popular ಞಞ♥ Adaptada ♥ಞಞ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora