capitulo 82

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  Capitulo 82

—El paciente esta consiente —dijo el doctor
Salte de la felicidad no podía creerlo no me había sentido tan bien en mucho tiempo el doctor al ver la cara de felicidad de todos también sonrió
— ¿Pero cómo es que? —pregunto mi abuelo confundido
—No lo sé solo sabemos que por poco se nos va —hizo una mueca
—Eso no hubiese sido bueno —dijo el entrenador
—No pero por suerte está bien —nos animo —Creo que sería bueno que entraran a verlo —sonrió
—Gracias —en un impulso lo abrace pero me retire sonrojada
— ¿Disculpa como es tu nombre? —me pregunto
—_______ —respondí en un hilo de voz
—Sabia que eras tú —se rio y todos lo miramos confundidos —El señor Villalobos no ha parado de preguntarte desde que despertó
Me sonroje todos me estaban viendo y yo estaba segura de que ahora mi cara era como la de un tomate todos esperaron a que diera el primer paso tras el doctor así lo hice pero cuando llegue a la puerta no pude entrar los demás entraron excepto yo que me quede en el marco de la puerta observando la escena
Todos animaron a Sebastián algunos hasta lo abrazaron incluyendo a Mario, Sebastián estaba feliz y a la vez agotado pero buscaba a alguien con la mirada...a mí.
Justo cuando se encontró con mi mirada por poco salgo corriendo pero solo me agarre al marco de la puerta y sonreí todas las miradas estaban sobre nosotros esto era demasiado incomodo
—_____...—susurro Sebastián
—Hola —dije nerviosa
—Gracias —susurro y lo vi sonreír, después estiro una mano hacia mí como para que me acercara
—Me alegra que estés bien —sonreí y suspire me di la vuelta y volví por el pasillo mientras Sebastián me llamaba una y otra vez pero para entonces yo ya estaba saliendo del hospital
Fue lo mejor que pude haber hecho la tentación de correr a sus brazos era más fuerte que yo pero pude contenerme y salí de allí más que prometerlo a Laura y a mi hermana me prometí a mi misma que no volvería con él y así lo iba a hacer olvidarlo eso es algo imposible siempre va a ser una parte demasiado importante en mi vida pero al menos puedo aprender a vivir sin él pensé mientras paraba un taxi y le pedía que me llevara al internado
Cuando llega un amor se va para siempre la soledad y ahora la palabra compartir adquiere un nuevo y definitivo significado mueve las alas que no me atrevo a desplegar el otro corazón que me completa y la vida no será las misma después de su llegada definitivamente no será la misma pero eso es lo bueno de las experiencias aprendes cosas en el camino y estas te ayudan a crecer como persona ahora lo entiendo muy bien si pudiera cambiar algo no cambiaría nada en absoluto haría las cosas de la misma manera aun sabiendo el final lo volvería a repetir
Cuando llegue al internado le pedí al guardia que me pagara el taxi prometiéndole reponérselo al día siguiente
Al parecer todo eso del hospital me ayudo a entender muchas cosas pero también descubrí algo que no se si sea bueno o malo y es la muerte de la madre de Sebastián decidí despejar mi cabeza, quería ir a la biblioteca pero era demasiado tarde así que me resigne a ir a mi habitación
Recibí una llamada de mi hermana decidí responderla para que no se preocupara
— ¿Dónde estás? —me pregunto apenas conteste
—En el internado —respondí
— ¿Cómo estás? —me pregunto
—Bien —respondí y me sorprendí a mi misma esta vez no tuve que mentir estaba realmente bien
— ¿Por qué te fuiste así? —me pregunto
—Porque era lo mejor —sonreí
—Supongo que tienes razón —se rio
— ¿Cómo esta Sebastián? —pregunte
—Mejor —respondió
—Me alegra —dije
—Si bueno ya casi llegamos nos vemos —dijo
—Ok entonces nos vemos adiós —colgué
Al siguiente día me desperté mejor que nunca por fin me sentía bien conmigo misma con el mundo primera mañana en mucho tiempo que me levantaba feliz Laura y mi hermana ya habían salido así que me duche me puse el uniforme seque mi cabello y me puse el buzo encima
Me vi en el espejo esa no era yo esa chica escondida bajo ese buzo que la hacía ver insegura y triste no era yo así que me deshice del buzo corrí al baño arregle mi cabello me aplique un poco de brillo acomode mi uniforme corrí de nuevo abajo para poderme ver de pies a cabeza en el espejo, ahora si era yo una chica segura de sí misma conforme con mi imagen salí y me tome el tiempo de ir a desayunar
Al entrar en el salón algunos me vieron sorprendidos otros no me tomaron mucha importancia lo primero que vi era que Sebastián no estaba algo obvio
—Nueva _____ —me vio confundida Laura
—No más bien el regreso de _____ —me reí
—Ya era hora —me abrazo
No puedo negar que aun me dolía el tema de verlo y la sensación de saber que lo volvería a ver me ponía demasiado nerviosa pero al menos me sentía mejor conmigo misma, perdonar no es fácil pero ni imposible y se necesita fuerza para ella olvidar es aun mas difícil pero no imposible y eso era lo que quería hacer
Las primeras clases fueron completamente aburridas no veía la hora de que llegara el almuerzo ya era hora de hablar con él y no podía esperar ni un minuto más
— ¿A dónde vas? —me pregunto mi hermana cuando me levante de golpe de mi puesto a penas sonó la campana
—A hablar con el director —respondí
—Suerte —me dijo y salí corriendo hacia la dirección
Llegue agitada toque varias veces la puerta no hubo respuesta así que espere unos minutos el tenía que estar hay siempre estaba hay así que volví a tocar y esta vez me abrió pero estaba al teléfono
—Tenemos que hablar —susurre
—Señorita Hall vuelva más tarde —dijo concentrándose en el teléfono
—Es urgente —insistí
—Señorita Hall por favor retírese estoy en una llamada muy importante —me hizo señas de retirarme
—Abuelo por favor —susurre para que el del teléfono no pudiera escuchar
Entonces el abuelo cubrió el teléfono con sus manos
—Cariño vuelve más tarde si por favor —me vio con autoridad
—Ok —suspire rendida y me fui

Había perdido por completo el apetito entonces recordé que le debía dinero al guardia de seguridad ¿Qué tan loco suena eso?, camine hasta allí le entregue el dinero y regrese a clases
— ¿Cómo te fue? —me preguntaron Laura y mi hermana apenas entre en el salón
—Pues no pude hablar con él —hice una mueca y me senté
— ¿Por qué no? —dijo Laura
—Estaba ocupado —levante los hombros
—Bueno será esperar —mi hermana suspiro
Luego de otras horas más en clase horas que se me hicieron eternas por fin sonó la campana y suspire aliviada
—_____ vamos a ir a ver a Sebastián¿vienes? —me pregunto Mario
Suspire —No mejor vayan ustedes —levante los hombros
— ¿Segura? —me pregunto Laura
—Si igual no creo que haga mucha diferencia —levante los hombros —Pero bueno dale mis saludos
—Deberías venir —dijo mi hermana
—Tengo cosas que hacer, bueno los veo luego —me despedí y salí del salón
Camine hacia la dirección pero me detuve en seco Nicolás salió de ella con una sonrisa en sus labios que se ensancho mas al verme retrocedí un paso por pura inercia
— ¿A dónde ibas? —me pregunto
—Amm eso no te interesa —evite su mirada
—Claro que si me interesa —se acerco retrocedí otro paso —Todo lo que tenga que ver contigo me interesa —agarro un mechón de mi cabello y lo acomodo retrocedí incomoda
—Aléjate de mí —lo vi con asco
—Me encantaría pero no puedo —levanto los hombros —Me alegra tanto que ese ******* este en el hospital —se empezó a reír muy fuerte
—Estás loco —le grite y empecé a irme
—No, no ven acá —me jalo y quede entre sus brazos —Esa boquita tan bonita —pase su dedo índice por mis labios, gire el rostro —Espero no tener que callarla por la fuerza —susurro en mi oído
Levante una mano para golpearlo pero la agarro en el aire
—Cuidado con lo que haces preciosa —me bajo la mano
—Eres patético —le escupí
—Así me gustas mas —se mordió el labio inferior antes de poner sus labios sobre los míos me removí asqueada pero Nicolás tenía bastante fuerza
— ¡No me toques! —lo empuje
Se alejo mientras se reía me pase un brazo por los labios y me limpie con fuerza mientras las lagrimas se acumulaban en mis ojos, mire la puerta de la dirección le di la espalda y corrí a mi habitación
Me senté en un rincón y abrace mis piernas me sentía terrible justo cuando iba a contar todo tenía que aparecer y quitarme la valentía con la que me había levantado, necesitaba alguien con quien hablar, alguien que me abrazara, que me protegiera, alguien que me dijera que todo iba a estar bien y sin importar como estuvieran las cosas iba a creerlo, necesitaba a mis padres
Alcance mi teléfono y marque con nerviosismo el número de mi mama
— ¿Hola? —respondió
—Lamento llamar a esta hora —revise mi reloj en el otro lado serian tal vez las tres o cuatro de la mañana
—______, cariño que pasa —pregunto mi madre somnolienta
—Mama...—susurre y me eche a llorar
—Mi amor que te pasa —pregunto preocupada
—Es...que hay algo...que tienes que saber —llore aun mas fuerte escuche como mi mama despertaba a mi padre
—Mi amor cálmate y háblame porque no entiendo nada —dijo preocupada
Luego de media hora mis padres se habían enterado de todo de lo sucedido con Nicolás, de Sebastián de todo mi padre maldijo tantas veces que apenas lo recuerdo la ira en su voz era incontrolable mi madre lloraba como hace mucho no la había escuchado llorar
—Lamento decírtelo hasta hora —trate de calmarme
—No te preocupes mi amor todo va a estar bien —mi madre me hablo dulcemente y note como trataba de calmar su llanto
—Gracias —suspire
—_____ te prometemos que ese malnacido va a tener que atenerse a las consecuencias —dijo mi madre y entonces se corto la llamada
No me moleste en volver a llamar me arrastre hasta la cama y me metí bajo las cobijas no escuche ni a Laura ni a mi hermana llegar
Empecé a tener una pesadilla era una noche fría y oscura estaba en algo que parecía un callejón pero era un lugar que no reconocía el sonido de los autos pasar era muy lejano y apenas podía ver pero entre las sombras pude distinguir una forma humana me acerque lentamente era Nicolás retrocedí con miedo pero este se acerco mientras se reía había caído en su trampa me di la vuelta para salir corriendo pero un muro acababa de aparecer a mis espaldas, grite por ayuda hasta que me dolió el pecho
Nicolás tenía muchos brazos y cada uno de ellos encontró un sitio perfecto en mi cuerpo se movían y movían atreves de el
— ¡No! —grite
Me desperté sobresaltada Laura y mi hermana se encontraron en dos segundos a mi lado me eche a llorar en el regazo de mi hermana, alguna vez sería posible olvidar aquel suceso
—Tranquila solo fue una pesadilla —me consoló mi hermana
—______ que soñaste —me pregunto Laura acariciándome el cabello
—Con...Nicolás—titubee y de nuevo me eche a llorar
Un abrazo de parte de ambas me ayudo a calmarme esa noche dormimos las tres en mi cama yo por supuesto en el medio estábamos bastante apretadas pero a ninguna pareció importarle...

El popular ಞಞ♥ Adaptada ♥ಞಞ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora