capitulo 49

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  Capitulo 49
Nueve de la noche subí a la habitación para alistarme de nuevo íbamos a salir Alejandra estaba en el baño terminándose de bañar y Laura estaba peinándose abrí el armario para revisar que ponerme pero Sebastián entro en la habitación me tomo de la cintura y me puso contra la puerta del armario
—Tú y yo nos vamos a quedar esta noche —me dijo al oído con voz seductora y algo agitado no pude evitar morderme el labio inferior
— ¿Por qué? —Pregunte haciéndome la desentendida
—Creo que sería bueno quedarnos un solo día —dijo de la misma manera
— ¿pero qué vamos a hacer toda la noche? —pregunte inocentemente
—No sé lo que tú quieras tal vez jugar un rato —beso mi cuello el doble sentido en sus oraciones era más que claro
—Jugar estaría bien aunque podemos aprovechar y descansar —dije tratando de mantener la cordura
—Si es lo que quieres tu solo piensa que quieres hacer esta noche y avísame —dicho esto me soltó me guiño el ojo y salió de la habitación dejándome aturdida pero más que aturdida caliente muy caliente me temblaron las piernas necesitaba una ducha urgente
— ¿Por qué esa cara? —Me pregunto Laura saliendo del baño
— ¿Cuál cara? —Pregunte haciéndome la desentendida
—Pareciera que estuvieras...—se lo pensó un momento antes hablar —No nada porque aun no estás lista
—Amm no planeo salir hoy —evite su mirada y me senté en la cama
— ¿Te vas a quedar aquí sola? —me pregunto Laura inocentemente
—Bueno pues no me quedare sola —hice una mueca
—Entiendo por dónde va la cosa —Laura me vio con una sonrisa picara —Me asegurare que lleguemos tarde —me guiño el ojo y rodo el vestido por sus pies hasta su pecho
—No yo no —empecé a decir
— _____ no tienes que explicarme nada tranquila —dijo colocándose los tacones mientras Alejandra salía de la habitación me vio confundida
— ¿Por qué no estás lista? —me pregunto "otra" suspire
— _____ se siente algo mal ¿verdad? —Laura me vio y me guiño el ojo
—Si la verdad creo que el almuerzo me sentó mal —dije tomándome el estomago y haciendo una mueca de dolor
—_____ —mi hermana se compadeció de mi —Puedo quedarme contigo si quieres —se sentó junto a mi
—No te preocupes Sebastián se quedara con ella —Laura sonrió
—Bueno el es mejor compañía que yo —Alejandra levanto los hombros
—Bueno vamos —dijo Laura antes de tomar a Alejandra del brazo y despedirse
—Adiós _____ —dijeron amabas
—Adiós chicas diviértanse —dije mientras las veía desaparecer por el umbral de la puerta la puerta de salida se escucho cerrarse ahora solo estábamos Sebastián y yo en la casa ridículamente mi corazón empezó a latir de una manera frenética no podía acompasar el ritmo mis manos empezaron a sudar nunca había estado tan nerviosa de estar a solas con Sebastián tal vez porque la veces anteriores no sabía con seguridad lo que estaba a punto de pasar pensé que era ridículo no era inexperta en el tema pero de alguna manera saber que sería con Sebastián causaba dos sensaciones en mi la primera un absurdo nerviosismo que no podía controlar y al segunda una insaciable deseo por tenerlo en mi cama me mordí el labio inferior de solo imaginarlo entonces se me vino algo a la mente Sebastián y yo llevábamos más de un mes tal vez un mes y medio habíamos olvidado nuestro primer mes entonces me reí de lo absurdo que sonaba Sebastián entro por la puerta me deje caer en la cama quedando mi cabello esparcido por ella Sebastián se aproximo y puso sus rodillas a cada lado de mi cuerpo sus brazos a cada de mi cabeza y se acerco
—Olvidamos algo —hice una mueca —Que es importante supongo —levante los hombros en realidad para mí era una solo una fecha nada mas eso ni disminuía ni aumentaba mi amor por Sebastián
— ¿Qué? —me vio confundido
— ¿Cuánto llevamos saliendo? —le pregunte
—Oh por dios —dijo pálido —Amor perdóname enserio lo olvide pero no volverá a pasar mi vida perdóname
—Hey no me pidas perdón en realidad —hice una mueca —Tal vez no te guste escucharlo pero para mí es solo una fecha nada mas si ese día me pediste que fuéramos novios pero lo pudiste podido haber hecho otro día soy de las que piensa que eso es lo menos importante en una relación para mi basta con saber que me amas eso es lo único que me interesa no una tonta fecha —hice una mueca Sebastián me veía sorprendido pero luego fue ensanchando su sonrisa y esta vez la confundida fui yo
—¡¡¡Dios mío Te amo!!! —me grito antes de darme un beso me reí entre el beso por su espontanea demostración de afecto —Me quitaste las palabras de la boca pienso exactamente lo mismo —me guiño el ojo y me volvió a besar —Pero es nuestro primer mes y hay que celebrarlo
—No —gemí como niña pequeña
—Vamos será divertido —me sonrió
— ¿Qué vamos a hacer? —le pregunte
—Déjame esa parte a mi —dijo levantándose de la cama
— ¿Qué harás? — le pregunte
—Confía en mí —me guiño el ojo —Y arréglate formal pero no tanto —salió de la habitación
Sebastián había sido tan claro formal pero no tanto claro como el agua abrí el armario estuvo mucho tiempo parada enfrente de él no quería ponerme algo muy colorido en realidad no sabía que ponerme así que agarre el primer vestido que se me cruzo por la mente
Luego de un rato estaba lista Sebastián no demoro en aparecer por el umbral de la puerta tenía un traje negro muy de él y unas zapatilla negras me reí recordando sus palabras formal pero no tanto solo sonreí se veía muy apuesto
—Dios mío ______ —dijo antes de darse la vuelta
— ¿Qué? —le pregunte confundida mientras me miraba tratando de encontrar lo que andaba mal pero todo estaba en perfecto estado
—Tú quieres que yo te quite ese vestido en este mismo instante —dijo acercándose pero lo esquive entendí por donde iba la cosa
—Porque no mejor me muestras "la sorpresa" —hice comillas con mis manos
—Ok —respiro profundo y me guio por las escaleras hasta el patio
Cuando abrió las puertas una mesa con velas se encontraba enfrente de nosotros sonreí eso era tan romántico pero tan cursi al mismo tiempo Sebastián me corrió la silla para que me sentara y así lo hice
—Vaya...vaya —dije mientras probaba el vino que estaba servido el mismo vino que se había servido el día de mi cumpleaños ósea el día que Sebastián me pidió que fuera su novia
—Lo sé es el mismo vino —sonrió
—Gracias esto es muy lindo —le sonreí probando un bocado de comida
—No es nada es solo una cena —levanto los hombros
—Pero para mí es especial —le sonreí
—Y para mi tu eres especial —me sonrió
La cena fue divertida con Sebastián todo era divertido vi el reloj en mi mano ya era la media noche a pesar de eso no sentía ni una gota de cansancio terminamos de cenar "ambos estábamos cansados" pero a quien queríamos engañar ambos sabíamos perfectamente que la razón de que en este momento nos estuviéramos dirigiendo a su habitación no tenía nada que ver con el cansancio más bien todo lo contrario
—Gracias la cena estuvo deliciosa —le sonreí
—Dale las gracias a la empleada que la preparo —levanto los hombros
—Pero tú fuiste el de la intención —lo abrace por el cuello —Te amo —susurre en su oído
—Yo también —me dio un sonoro beso en la mejilla sabía perfectamente lo que estaba haciendo trataba de que me sintiera relajada y que no pensara que él me presionaba
—Dormirás conmigo esta noche —me pregunto
—Claro con quien más podría dormir —enfatice la palabra dormir
—Ok —me sonrió
—Dame un minuto iré a cambiarme —salí de la habitación porque estaba tan nerviosa no era como si no lo hubiera hecho antes pero pude notar que no era la única nerviosa los pocos monosílabos que lanzaba Sebastián lo delataban fácilmente llegue al cuarto saque una pijama del cajón me quite los tacones fui al baño y retire mi maquillaje aunque no era mucho solo brillo y un poco de rímel nada exagerado no lo necesitaba luego volví a la habitación empecé a bajarme el cierre del vestido pero oh sorpresa se atoro "es enserio" maldije en voz baja esto era de película de verdad era ridículo forceje con él hasta que me rendí necesitaba ayuda un poco nerviosa camine hacia la habitación de Sebastián y entre en ella el estaba sin camisa un pantalón de pijama y sentado en la cama
— ¿Qué paso no te ibas a cambiar? —me pregunto confundido
—Me ayudas con el cierre creo que se atoro —hice una mueca y le di la espalda no tarde en sentir las manos de Sebastián sobre mi piel forcejeo con el cierre y dijo lo obvio
—No puedo está muy atorado voy a cortarlo —me dijo
—No...no eso no —me di vuelta
—Por cierto lindo sostén —me vio con una sonrisa
— Sebastián —me empecé a reír —Ayúdame más bien
—Entonces déjame volver a intentar —me dio vuelta forcejeo con el cierre pero esta vez pudo bajarlo lo bajo con lentitud como si quisiera memorizar cada centímetro de mi piel entonces empezó a darme pequeños besos sobre los hombros mientras me acariciaba la espalda suspire entre sus caricias mi vestido fue cayendo hasta quedar al borde de mis pies los besos de Justin se volvieron más pasionales
—Eres hermosa —me susurro mientras pasaba su mano sobre mi monte de Venus
—Ah —no pude evitar gemir mientras echaba mi cabeza hacia atrás
—Te deseo tanto —me dijo con la voz ronca sonreí sin poder concentrarme muy bien en tenerme en pie pero no dije nada
Me dio la vuelta con delicadeza sus labios se encontraron con los míos su lengua acaricia la mía como si fuera una danza pase mis brazos por su cuello esto era lo más parecido a estar en el cielo su besos se volvieron frenéticos como si quisiera arrancarme la boca entonces tomo mis caderas y me acerco a él haciéndome sentir todo su potencial sonreí un poco amaba tenerlo así listo para mí solo para mí
Me tomo de las caderas con ambas manos y me levanto entrelace mis piernas en su cadera mientras él se sentaba en la cama quedando yo encima de el los besos nunca pararon de alguna forma conseguíamos aire entre ellos
—Muévete —me pidió Sebastián
Lo hice antes de recordar la misma escena en su cuarto solo que aun no salíamos y mis sentimientos por el eran totalmente confusos entonces recordé todo lo que habíamos pasado antes de llegar a esto mientras Sebastián ahogaba sus gemidos en mis labios cuantos insultos desate contra él y mira lo que está pasando ahora
Sus manos fueron directo a mi espalda mientras desabrochaba mi sostén aquel salió volando en segundos entonces mis labios quedaron libres Sebastián empezó un camino de besos por mi cuello hasta posicionarse junto enfrente de mis pecho se rio un poco su aliento sobre ellos los puso erectos enseguida no estaba preparada para lo que hizo sus labios atraparon uno de mis pechos mientras con la mano derecha acariciaba el otro mi cuerpo exploto la sensación de placer era maravillosa jamás había sentido ese tipo de sensaciones con algún hombre todos se habían concentrado netamente en su placer a excepción de mi primera vez había sido muy especial pero no la había disfrutado mucho de hecho no había tenido la oportunidad de disfrutar del sexo pero esta vez era diferente estaba satisfecha y aun no pasaba nada gemí ante su contacto entonces Sebastián dio la vuelta quedando el encima mío justo en medio de mis piernas
—Me pones loco mujer —dijo antes de volverme a besar iba a preguntar porque pero en un minuto ya se me había olvido hasta mi nombre Sebastián bajo con delicadeza mis pantis entonces el mismo comenzó a bajar se detuvo justo en mi monte de Venus me dio un pequeño beso gemí pero tome su rostro y lo subí de nuevo
—No —susurre
—No me digas que nunca —se quedo en la mitad de la oración negué con la cabeza no nunca me habían hecho sexo oral era algo que no me apetecía la simple idea me parecía algo desagradable mis amiga insistían en que era como llegar al séptimo cielo pero no estaba de acuerdo con ellas
—Mi vida te va a gustar — Sebastián me mordió el lóbulo de la oreja pero le impedí que bajara —Vamos linda no tengas miedo no de mi —dijo besando mi cuello casi arrancándomelo pero aun no estaba asegura
—Confía en mí —dicho esto introdujo dos dedos en mi eche mi cabeza hacia atrás no esperaba eso gemí tan fuerte que ni yo misma me reconocí jadee un poco Sebastián aumento su ritmo mis jadeos eran cada vez más fuertes en un momento me encontraba movimiento mis caderas contra su mano mientras Sebastián se preocupaba por mis pechos lo sentí llegar estaba tan cerca pero Sebastián saco sus dedos de mi adivinando lo que iba pasar
—Aun no...no quiero perderme esto —entonces empezó a descender sobre mi pecho
Me separo las piernas con delicadeza no dije nada me encontraba en una nube de deseo muy elevada como para reprochar algo entonces sentí sus labios la sensación fue fascinante me vi obligada a agarrarme de la sabana su lengua subía y bajaba a un ritmo lento mis amigas estaban equivocadas esto no era el séptimo cielo era el infinito no puedo describir lo que sentí gemí cada vez mas fuerte tome su cabeza entre mis manos y lo acerque más su lengua era suave pero me empezó a volver loca introdujo dos dedos en mi mientras su lengua hacia su trabajo no iba a durar mucho
Me contuve lo que más pude pero al fin explote gemí alto muy alto no me importo si alguien llegaba a escucharme no pude darme cuenta que gemía su nombres hasta que salí de la nube Sebastián se lleno de mi exilir antes de subir a mis labios y besarme con delicadeza me sentí relajada mi cuerpo no quería moverse mis ojos pesaban pero a pesar de eso quería mas de Sebastián quería todo de el
—Gracias —susurro sobre mis labios
—Gracias a ti —lo bese acercándolo más a mi subí mis pies a la altura de su cadera y como pude me deshice de sus pantalones su erección chocaba contra uno de mis muslos parecía una piedra
—Hazlo ya —le pedí
—Tus deseos son mis órdenes mi diosa —me susurro en el cuello entonces alargo una mano hacia la mesa saco un condón no tardo nada en colocárselo fue tiempo record de hecho entonces me beso de nuevo y a mitad del beso me penetro fuerte muy fuerte gemí ante su contacto Sebastián se movía despacio ahogando sus gemidos en mi cuello pero entonces sus movimientos aumentaron de velocidad sus labios se posaron sobre los míos ambos jadeábamos cada vez mas fuerte cada vez más rápido
Sus movimientos se volvieron frenéticos sobre mi cuerpo me aferre a sus hombros entonces exploto en ambos la habitación se lleno de jadeos fuertes por parte de ambos subí al cielo por un instante y de inmediato volví a bajar pero era la sensación más agradable de mi vida Sebastián se desplomo en mi pecho mientras ambos tratábamos de acompasar el ritmo de nuestro corazones paso mis brazos a su alrededor su frente estaba bañada en sudor al igual que todo su cuerpo ninguno dijo nada pero las palabras sobraran entonces Sebastián salió de mi con delicadeza se levanto a regañadientes fue al baño y en un segundo se encontraba mi lado yo estaba acostada boca abajo sobre la almohada y con los ojos somnolientos no tardaría mucho en quedarme dormida había agotado toda mi energía
Sebastián se acostó a mi lado apoyo su cabeza sobre su brazo mientras se ponía de lado para verme mejor lo veía a él luego negro luego a él y de nuevo negro me pesaban los parpados su mano hacia una travesía de mis labios hasta mi espalda y luego regresaba se sentía tan bien que no quise moverme ni un centímetro entonces Sebastián se acostó me atrajo a su pecho hundí mi rostro en su cuello mientras él nos cubría a ambos con las cobijas
—Descansa preciosa Te amo —dijo en un susurro
Quise responderle pero el sueño me gano no hubo necesidad de que Morfeo me acogiera en sus brazos los de Sebastián eran perfectos para mí y esperaba que así fuera para siempre.  


El popular ಞಞ♥ Adaptada ♥ಞಞ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora