Íbamos todos caminando alegremente. Morris me sonreía lascivo cada dos por tres y yo tenía que morderme el labio inferior porque lo que él me prometía con la mirada estaba muy lejos de lo que yo quería hacer esa noche. Habíamos venido de acampada a la montaña a las afueras de la ciudad. Suerte que vivíamos en los límites de la ciudad, en donde una urbe comenzaba a tener más áreas verdes y jardines más grandes, pero lejos de toda el área de los ricos. Sólo las casas estaban construidas más alejadas unas de otras.
Y por otro lado teníamos el mar. Como las casas eran más aisladas y la costa muy grande, varios teníamos casas en la orilla. Mi casa tenía hasta su propio muelle, sobre todo considerando que mis padres me había regalado mi propio bote para hacer mis escapadas mar abierto con mis amigos. Era genial.
Entonces, ahora que estaba confirmado que la noche de luna llena iba a hacer un eclipse de luna, todos decidimos irnos a la montaña a ver el suceso juntos... Y mi novio no podía ser dejado atrás. Claro, era el chico más popular del lugar, el más guapo, más atlético, y el más rápido nadando, que era lo importante. Aquí, el deporte era la natación. Quizá era porque estábamos rodeados de agua por todas partes, no lo sé. El surf también era muy concurrido, pero no se podía practicar durante todo el año, porque dependía de la época lo buenas que eran las olas.
Y mi novio era la maldita estrella del club de natación del instituto. Yo también era parte de ese club, y creo que porque era una chica que nadaba realmente rápido era que ese grupito de populares me aceptaba con ellos. Eso, y que Morris estaba saliendo conmigo.
Malorie, mi mejor amiga, era quien realmente me importaba. Ella, desde el mismísimo principio de mi relación con Morris me dijo que él estaba conmigo sólo para quitarme la virginidad. Bueno, últimamente estaba muy tentada a creerle, con lo idiota que se estaba comportando. Las últimas semanas se había portado de lo más desagradable conmigo, sobre todo después de negarme en reiteradas ocasiones a tener relaciones con él. No es como si fuera una puritana y una mojigata. Simplemente no sentía ningún tipo de deseo sexual hacia él, por lo que hacer el amor con el chico me parecía algo bastante desagradable.
Ahora, ¿por qué había empezado a salir con él en primer lugar? Pues porque era el primer chico que alguna vez me había tratado bien. Al parecer en mi instituto se habían matriculado todos los hombres de las cavernas que no tenían ni una pisca de cerebro y te juzgaban con respecto a los estereotipos. Si no eres segura de ti misma, guapa y desinhibida, eres una paria. Y yo, que soy alguien más bien normal, sin ningún rasgo sobresaliente, que utiliza lentes, se pasa todo el día leyendo y es bastante tímida, siempre fui el blanco perfecto para los matones. Me molestaban hasta que les dolía el estómago después de tanto reír a mi costa.
Así que, cuando Morris había comenzado a ser amable conmigo, atento, me escuchaba con mis problemas y no se burlaba de mis gafas; yo había caído como la más estúpida de las estúpidas. Vale, se supone que soy más inteligente que eso, pero la verdad es que la mente de una simple y abusada adolescente no es muy difícil de engañar.
Pero eso no quitaba el hecho que yo nunca haya sentido ningún tipo de deseo sexual hacia el susodicho. Quizá debía haberme sentido alertada por eso. Tenía casi 18 años. A esta edad es cuando una persona, normalmente, comienza a entrar en el mundo sexual. Y los idiotas como Morris, no dudaba que ya tuvieran bastante experiencia, sobre todo considerando que con lo guapos que son las mujeres se bajan las bragas a una mirada suya. Sin embargo, yo no tenía ese deseo en absoluto. De hecho, cuando me miraba de esa forma, el único deseo que tenía era el de salir corriendo y escapar lo más lejos posible de él.
Sí, quizá debí considerar ese detalle antes de comenzar a salir con él.
Ya daba igual. Lo hecho, hecho estaba. No podía cambiar el pasado, y de seguro que no iba a dejar que él se llevara mi virginidad. Había demostrado ser como cualquier otra estúpida adolescente, pero no iba a ser tan estúpida. Puedo ser muy tímida y con poca autoestima, pero no iba a llegar tan bajo. Aún tenía algo de auto respeto.
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Maldición de Luna (Maldiciones de Bosque Azul 1)
FantasyLibro 1 de Maldiciones de Bosque Azul Sólo una gota de agua es suficiente. Summer ha tenido que lidiar con una cola de sirena cada vez que toca el agua desde aquel accidente. No entiende por qué fue que sucedió ni por qué es que le están pasando es...