Estaba horriblemente nervioso. Mi hermano me había quitado el móvil en la mañana y había llamado a Summer, consiguiendo que yo la invitara a salir... Y ahora casi no podía conmigo mismo por los nervios que me embargaban. Me parecía un verdadero milagro el no estar sudando a mares y de forma más bien desagradable. Sólo esperaba que Summer no hubiera aceptado mi invitación porque sintiera lástima de lo patético que soné en la mañana.
Iba a matar a mi hermano si llegaba a verle la cara por la cafetería. Él me había metido en estos problemas, no estaba interesado en hacerlo testigo de la humillación que iba a pasar... Porque estaba seguro que pasaría, con lo torpe que soy cuando estoy nervioso. Y lo peor de todo es que nunca había estado tan nervioso como en ese momento.
Entré en la cafetería y tomé un profundo trago de aire, intentando relajarme. Summer realmente me importaba y no quería cagarla en la primera cita. Había algo en ella, una especie de conexión que tiraba de mía hacia ella; como si ambos compartiéramos un gran secreto, y fuera sólo nuestro... aunque conscientemente estaba bastante seguro que no era el caso.
Cuando iba de camino a una mesa algo apartada y vacía, la puerta se abre y por allí entra Summer viéndose más hermosa que nunca, y muy relajada. Vestía unos pantalones cortos y una camiseta con una manga que le llegaba hasta el codo del brazo izquierdo, y que se ajustaba perfectamente a sus curvas.
Sentí que mis nervios aumentaban hasta niveles insospechados, y cuando ella me vio y cruzó su mirada con la mía, sentí la calma alcanzarme, pues sabía que ella no me juzgaría. Casi podía sentir el lazo que nos unía y tenía la certeza que ella lo sentía también.
-Caden- me saluda Summer acercándose a mí con una sonrisa alegre, sus ojos brillantes de alegría y expectación. Ella toma mi cara entre sus manos y me besa en cada una de mis mejillas.- Me alegra que tu hermano te haya quitado el móvil.
Yo sentí que mis mejillas ardían y sabía que debían estar de un embarazoso color rojo, pero la verdad es que me complacía bastante el escuchar esas palabras, sobre todo por el hecho que a mi también me alegraba que Ethan hiciera aquello.
-Aún a costa de un vergonzoso sonrojo, yo también me alegro- le digo tranquilamente indicándole que tomara asiento en la mesa a mi lado. Corrí la silla para ella como todo un caballero y ella levantó una ceja inquisitiva.- Hay que hacer las cosas bien si uno va a hacerlas, ¿no?
-Me gusta tu forma de pensar- dice Summer con un grácil encogimiento de hombros.- Pero eso me hace preguntarme: ¿Qué es eso que quieres hacer?
Yo me mordí el labio inferior y tomé un profundo trago de aire. Abrí la boca para contestarle, pero la camarera acababa de acercarse a nosotros para tomar nuestra orden. No podría haber sido más inoportuna. Rápidamente hicimos nuestros pedidos, ni siquiera recordaba lo que yo mismo había pedido. Sólo quería que ella se marchara y nos dejara solos de una buena vez.
-¿Y bien?- pregunta Summer levantando una ceja.- Estabas a punto de contestar a mi pregunta.
-La verdad es que acababa de armarme de valor y seductoramente decirte: "conquistarte"- comento soltando un suspiro derrotado.- Pero no iba a ser capaz de recoger ese coraje de nuevo.
Summer sonrió emocionada.
-Creo que estás haciendo un buen trabajo- dice Summer tranquilamente.- Quiero decir, podrías haber comenzado a coquetearme expertamente, y a mí no me habría gustado. Morris ya lo hizo una vez, por lo que estoy bastante segura que habría corrido lo más lejos posible.
-Entonces tengo que agradecerle a la camarera, porque ese no soy yo en absoluto- digo más relajado.
-¿Y quién eres tú? ¿Un chico torpón en las relaciones, o alguien más relajado, que deja las cosas fluir con naturalidad?
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Maldición de Luna (Maldiciones de Bosque Azul 1)
FantasyLibro 1 de Maldiciones de Bosque Azul Sólo una gota de agua es suficiente. Summer ha tenido que lidiar con una cola de sirena cada vez que toca el agua desde aquel accidente. No entiende por qué fue que sucedió ni por qué es que le están pasando es...