-¿Qué estás haciendo?- me pregunta mi hermanastro entrando en mi habitación. Yo levanté la mirada tranquilamente, buscando por la habitación mis zapatillas.
-Me preparo para ir al bosque en una pequeña excursión- le contesto saltando hacia mi armario, en donde estaban mi calzado. Ethan me miró alarmado y me cogió del brazo. Yo me solté y volví a sentarme en la cama.
-Pero Caden, tu madre dijo que no salieras porque podía ser peligroso- me dice él y yo ruedo los ojos.
-Vamos Ethan, hoy es el eclipse, ¿qué puede pasarme? Hemos llegado hace sólo dos días- le digo a mi hermanastro, quien era mayor que yo por sólo dos meses y por lo tanto creía que estaba a cargo. Para mí, él estaba en las mismas condiciones que yo por lo que no tenía por qué obedecerle. No es como si tuviéramos disputas o desacuerdos muy a menudo últimamente. Solíamos ser bastante calmados y razonables.
-No quiero ir, y mamá no quiere que vayas solo- dice él y yo ruedo los ojos. Nuestros padres se habían casado hace dos años y vivíamos con ellos desde unos meses antes de la boda. Recuerdo que en un principio no podía soportar tener que compartir a mi madre no sólo con un hombre que no era mi padre, sino también con un nuevo hermano, hijo de este nuevo hombre. Los dos primeros meses ni Ethan ni yo podíamos vernos ni en pintura, o nos poníamos a discutir por cualquier tontería, comportándonos como verdaderos imbéciles. Finalmente nos dimos cuenta que si dejábamos nuestras bobadas de lado podíamos llevarnos muy bien y que teníamos hartas cosas en común.
-No me va a pasar nada. No hay nada en esos bosques y sé hacer senderismo- afirmo tranquilamente abrochándome las zapatillas para caminar, cogí mi linterna, algunas barritas energéticas, una botella de agua y las tiras que sostenían una linterna en mi cabeza.
-Caden...
-Ethan, no me va a pasar nada. Tranquilízate. No te estoy pidiendo que vengas conmigo, pero de verdad quiero hacer esto, conseguir un lugar privilegiado para ver el eclipse y conocer el bosque de noche. No voy a tener oportunidad de hacerlo después ya que vamos a comenzar con las clases y no me gusta quedarme despierto hasta tarde si quiero entrenar por las mañana antes del instituto- le digo razonablemente y Ethan suspira resignado.
-Vale, pero no llegues después de la una. Nuestros padres van a llegar alrededor de esa hora y madre se va a volver loca si no estás en casa- me dice Ethan seriamente y yo rodé los ojos.
-No te preocupes. Ella ni siquiera se va a enterar que me fui- afirmo seguro de mí mismo. ¿Por qué habría de dudarlo? Quería internarme en el bosque de noche, pero no tenía planeado ir muy lejos, por si me perdía. Si iba a hacer una excursión más a fondo, no iba hacerla de noche.
Ethan me miró inseguro unos segundos más y luego se encogió de hombros. Yo me apresuré a salir antes de que cambiara de opinión y decidiera no cubrirme. Una vez estuve fuera, corrí hacia el bosque, mirando la otra casa que había un poco más allá, la que tenía, literalmente, el bosque como patio trasero. Era una casa muy bonita, y en los dos días que llevaba en el lugar había visto que una chica de más o menos mi edad vivía allí. Parecía tímida, pero era muy guapa. Lo sería más si dejara de esconderse tras su pelo y sus gafas.
Sacudí la cabeza y me apresuré entre los árboles. Tenía que aprovechar el tiempo que había conseguido, si quería hacer que esta excursión valiera la pena en caso que mis padres decidieran volver antes de tiempo, me descubrieran y me castigaran.
Caminé por entre los árboles maravillado. El lugar olía de maravilla: a naturaleza, a tierra húmeda, a hojas frescas... Era un lugar propicio para la vida y como la ciudad alrededor era bastante pequeña, el ambiente a su alrededor no se veía realmente contaminado, o no lo suficiente como para dañar el ecosistema. Se notaba que los habitantes del lugar eran bastante respetuosos con sus paisajes, cosa que era realmente de agradecer. La idea era que la hermosura del lugar durara para algo más que unos cuantos años.
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Maldición de Luna (Maldiciones de Bosque Azul 1)
FantastikLibro 1 de Maldiciones de Bosque Azul Sólo una gota de agua es suficiente. Summer ha tenido que lidiar con una cola de sirena cada vez que toca el agua desde aquel accidente. No entiende por qué fue que sucedió ni por qué es que le están pasando es...