BETH
"¿Mi Reina? ¿A tí qué colmillo se te ha caido?" Pregunté.
"¿Qué expresión es esa?" Me miraba totalmente asombrado y perdido.
Cuando me sentía nerviosa y confusa podía decir la mayor sarta de estupideces del mundo...
"Decía si te encontrabas bien de la cabeza." Repetí.
"De la cabeza sí, pero estoy un poco sediento..."
"¡Y UN CUERNO QUE TE VOY A DAR MI SANGRE!" Chillé.
"¡Baja la voz!" Me ordenó. "¡Dios mío, cómo echo de, menos a Vanessa!
"¿Quién es Vanessa?"¡Ala! ¡Viva la curiosidad!
"Mi compañera. Es... hermosa, perfecta. Su pelo pelirrojo, sus ojos negros, su piel morena, su barriguita de tres meses..."
"¿Está embarazada?"
"Sí, después de 200 años juntos, por fin seremos padres."
Me ha tocado compartir celda con un vampiro enamorado. Me sentí sola, perdida en este mundo.
"Beth, tú también te reunirás con él." Me aseguró. "No nos conocemos, ni nuestros gustos, ni nuestro pasado, ni nuestros nombres..." Él me diriguió una mirada triste. "Vanessa y a mí nos pasó igual, pero dos días más tarde parecía que nos conocíamos desde hace siglos. Tenemos nuestras diferencias, pero nos queremos mucho. Tenemos muchos gustos iguales y nos podemos contar todo, como amigo, confidente, amante y novio. Realmente la echo de menos, y ahora que no tengo sangre me siento muy... inutil."
"Eso te ha dañado a tu ego." Le aseguré.
Empezó a reirse con fuerza.
"Eres igual que él."
"¿Cómo es él?"
Me moría de ganas de conocerle, de sentirme amada otra vez. Hacía unos 5- 6 años que nadie se preocupaba lo suficiente por mi, a excepción por los del campamento y Paul, pero necesitaba un amor más propio, profundo.
"Tú compañero se llama Alexander, Alex para los amigos. Es alto, rubio, con ojos azules..."
"Estaba peleando. En la plaza, le ví." Me acordé de aquel hombre que emitía fuerza por todos sus poros. Un millón de mariposas revolotearon en mi estómago. Alex...
"Ese mismo. Es una gran persona, un gran amigo. Te ha esperado durante mucho tiempo, y te aseguro que con mucho gusto cambiaría su posición por estar a tu lado."
"Bebe de mi sangre." ¿Eh? ¿Eso había salido de mi boca?
"No. Nadie puede beber de una compañera. Lo siento, pero gracias por tu ofrecimiento, Majestad."
Y ahora Majestad.
"¿Por qué me llamas así?" Me senté un poco más cerca de él.
"¿Realmente no lo sabes?" Negué con la cabeza.
"Alex es el rey vampiro milenario de todos los vampiros del mundo, eso te convierte en Reina, mi Reina."
¡Glup! Eso a sido como tirarte una jarra de agua helada.
"Aunque eso deberías saberlo, eres una cazadora." Continuó diciendo.
"Ya."
Debió de notar las pocas ganas que tenía de seguir conversando, pues se cayó. El silencio reinaba en la sala, hasta que oimos unas pisadas.
"Salgamos de aquí." Dije.
Me coloqué detás de la puerta, dispuesta a pasar a la acción, aunque no esperaba a la persona que iba a entrar por esa puerta. Oí la cerradura abrirse y a dos personas entrar. Podía reconocer a aquella cabellera, a aquella figura y aquel rostro en cualquier lugar.
"Jessie." Susurré.
N/ A : Ahora os he dado un motivo para pensar. ¿Qué pasará? ¿Saldrán de ahí? ¡Comentad, votar y disfrutar! ¡Muchos besos y hasta el lunes! Pd: A partir de aquí los capítulos serán más largos.
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Marca de Sangre
VampireParecía imposible y extraño, pero ocurrió. Y demasiado deprisa. En el 2020, los vampiros se cansaron de esconderse de los humanos día y noche. Odiaban ese estilo de vida y no poder disfrutar de un maravilloso y soleado día. Se enfrentaron a los huma...