Marca de Sangre

Capítulo 15- Juntos, podemos

BETH

La música estaba muy alta. Era terrible. No paraba de oír gritos, llantos y lamentos. Llevaba horas así. ¡Era imposible escucharte a ti misma!

No me daban de comer, ni beber, ni me dejaban moverme.

La herida de bala del costado había parado de sangrar hacía un buen rato.

No sabía si era de día o de noche. Todo estaba oscuro. Me encontraba tumbada y agarrada con grilletes de metal a una plataforma contra la pared. Al menos, mis pies tocaban el suelo.

Me iba a volver loca. Podía aguantar torturas físicas, pero esto salía de mis límites. Haría cualquier cosa por comer, beber o que bajasen el volumen de la música.

Estaba ansiosa y cansada. Mi cuerpo temblaba (y no de la emoción). Estaba aterrada. Sola. Abandonada.

En estos momentos es cuando deseo que venga Alex, a sacarme de aquí. Nunca he sido de las mujeres que esperan a su príncipe azul para que las saquen de los problemas, ¡pero por una vez no me importaría que esto ocurriese!

Intento pensar en algo, pero me es imposible. Quiero ser sorda por no oír estos lamentos tan desgarradores, esos llantos, los gritos...

Quiero dormir, descansar. Me duele la cabeza, mucho.

Entonces es cuando la música se detiene. Milagro.

De algún lugar se abre una puerta y un pequeño rayo de luz se cuela. Al menos sé que es de día.

El sonido de unos tacones rompe mi deseado silencio. Se acercan.

"Hola Elisabeth." Me estremecí al oír la voz de aquella mujer. Era dulce, pero en el fondo tiene un tono venenoso; como una serpiente preparada para atacar a su presa, cautelosa y letal.

No respondí a su saludo. Mi cuerpo se tensó, preparado para cualquier ataque, bueno, a casi todos los ataques posibles.

"Me han hablado de ti. Nuestra futura Reina, una brillante cazadora. Me ha contado unos pajaritos de tu pasado. Eso no es nada comparado con lo que te voy a hacer a ti. Nunca volverás a tocar a Alex. Nunca. Puede que seas su compañera, pero él me pertenece."

"Él no te pertenece." Logré decir. "Es mi compañero. Él me ama."

Soltó una sonrisa nerviosa.

"¿Perdona? ¿Alex amando a una asesina de su gente?"

Me mordí el labio. Ella está de lado de los cazadores de vampiros. Si le cuento la verdad, ella matará junto con los demás cazadores a los compañeros refugiados, o al menos, le diría a Alex donde están, ganándose el mérito, ganándose su corazón.

"¿Qué quieres?" Le pregunté con un tono frío.

"Mira esto."

Delante de mí apareció una pantalla con imágenes. Imágenes que hubiera deseado no haber visto.

Alex con otra mujer. En la cama. Y no durmiendo.

La cara y el pelo de la mujer están difuminados, pero lo demás se veía perfectamente.

"Lo pasé bien." Admitió la mujer. "¿Ves cómo te quiere?" Su voz sonó sarcástica.

Mi corazón se encogió y un dolor que creí que nunca iba a sentir, se coló en él. Las lágrimas bajaban por mi rostro. Las imágenes no eran falsas, de eso estaba segura.

"Yo seré la única mujer que amará. Seré su Reina. Reina de la Tierra y de Akaton. ¿Lo entendiste, 'mi niña'?" Su voz sonó amenazante. Si tan solo pudiese verla...

Ella no será nada de Alex. Ese lugar me pertenece a mí.

¿Qué es Akaton?

Apagó el reproductor y oí cómo sus pasos se alejaban de la habitación. Se cerró la puerta y se llevó con ella el único rayo de sol que podía disfrutar en aquel oscuro lugar. Un rayo de sol que no volvería a ver en mucho tiempo.

Volví a escuchar la música (o los gritos, llantos y demás) y reanudó la tortura. La oscuridad se acercaba lentamente, devorando poco a poco mi mente. Ojalá que cuando Alex me encuentre no sea demasiado tarde.

Porque sé que me encontrará. Pero eso no significa que yo le perdone tan fácilmente.

YASMIN

Nada más llegar a Londres, me acuerdo de 'Ángel de los Dolores'. Si que hace frío en este lugar...

Me resguardé más dentro del abrigo de piel que me habían dado y caminé en silencio por el aeropuerto.

La situación de guerra de todo el mundo estaba ya muy suavizada, por lo que había oído, tan solo quedaba dos meses como mucho. Pero eso no quitaba ni disminuía la cantidad de humanos y vampiros que han muerto en ella. Esta había sido hasta el momento, la guerra que más vidas ha cobrado.

Entramos en un todoterreno y recorrimos las calles de Londres en silencio. Todo es tan diferente a mi hogar...

Nos adentramos en un túnel para luego terminar en un gran patio delante de una enorme mansión. Sin demorarnos, Aladin y yo nos metimos dentro hacia un despacho, el despacho del Rey.

En él había sentado detrás de un impecable despacho un hombre alto, rubio y de ojos azules, con la mirada triste y cansada.

"Mi Rey." Llamó Aladin a aquel hombre.

"Me alegro que hayáis venido tan pronto como habéis podido. Decidme, ¿qué información tenéis de mi compañera?"

Aladin me miró y me incitó a hablar.

Tragué saliva y relaté lo ocurrido aquel día que ya me parecía lejano cerca de la mezquita. Él me escuchó con interés, preguntándome durante mi relato alguna pregunta suelta.

"La estimas mucho, ¿verdad?"

"Sí, mi Rey."

Ante mi respuesta se rio por lo bajo.

"Alex, por favor. Entre amigos llámame así, de lo contrario, me haces sentir más viejo de lo que soy."

"Sí, Alex. Ella me salvó la vida tres veces, por lo que le debo admiración y respeto. Somos grandes amigas y me gustaría encontrarme con ella cuanto antes."

Él cruzó los brazos sobre la mesa y asintió pensativo.

"¿Dónde la podríamos encontrar?" Preguntó al fin.

"La pregunta más acertada no sería cómo, sino quién nos podría ayudar. Para eso hay que adentrarse en Oxford Street."

Él hizo una mueca bastante extraña y murmuró una palabra que a mí me encantaba: compras.

Ya era mediodía cuando nos adentramos por más de las 300 tiendas de Oxford Street. Caminamos lentamente, pero no entramos en ninguna tienda.

Este trabajo era tedioso y muy lento. Las horas pasaban y no veía a nadie conocido.

Íbamos a darnos por vencidos cuando me choqué con alguien. Los dos caímos al suelo y yo pedí disculpas por mi torpeza.

"¿Yasmin?" Preguntó la persona con la que me había chocado y caído.

Levanté el rostro y le miré por primera vez.

"¿Paul?"

N/A:Han aparecido varios nombres como Akaton. Esto os lo explicaré más adelante.

Gracias por leer y comentar. Realmente adoro vuestros comentarios, ¡animan mucho! como siempre, disfrutad de la lectura.

pd: Ya no quedan muchos capítulos para que la historia se torne más romántica, asi que esperad un poco.