Marca de Sangre

Epílogo

BETH

La luna llena dominaba en el firmamento de la noche oscura y cálida. Iluminaba con su luz el jardín de la mansión, dando al lujar un aspecto mágico y tranquilo.

Cerré un poco más la bata del pijama para refugiarme de la suave brisa de Londres. Caminé silenciosamente por el bosque hasta encontrarme rodeada de pinos. En el centro se encuentra un pequeño lago rodeaba de flores.

Sentí unas manos en mi cintura y me tensé.

“Soy yo.” Me susurró al oído.

“Alex…” Me puso un dedo en los labios y negó con la cabeza.

“Mira a las flores.” Le hice caso y miré las flores del lago.

Estas se enderezaron y abrieron sus capullos cuando la luz lunar las iluminó. Estas se abrieron y soltaron su polen al aire, iluminando el lago.

“Increíble.” Estaba anonadada, era un espectáculo  bellísimo.

“Flores lunares de Akaton. Las más bellas y las únicas capaces de sobrevivir.” Él parecía tan maravillado como yo y bajo la luna parecía un príncipe de ensueño, un ángel. Se me hinchaba de amor solo con verle, y no pude evitarlo, le besé.

Él correspondió a mi beso, con tanta pasión como yo o incluso más.  La temperatura de la noche subió un par de grados.

Sonreí tras sus labios con picardía. Me separé bruscamente de él y corrí por los árboles. Él me seguía riendo por detrás, intentando atraparme. Él era más rápido que yo, pero yo era mucho más escurridiza.

“Te pillé.” Me puso contra la corteza de un pino y me volvió a besar. Y yo le volví a corresponder. Durante un rato estuvimos disfrutando del sabor de nuestras bocas enlazadas.

“Hay que parar.” Susurró Alex en mi oído. No pude evitar reírme por lo bajo.

“¿Tú me deseas?” Él se separó y me miró sorprendido. Me tumbó en el suelo con delicadeza.

“Muchísimo. Te deseo más que todo mi Reino. Tú eres todo para mí.” Un par de lágrimas cayeron por mis mejillas. Nota mental: tengo que dejar de llorar tanto. “Pero, soy un hombre y una vez empezado no podré parar.”

Le sonreí con ironía.

“Eso ya me lo esperaba.”

Me volvió a besar con pasión y me dejé hacer. Allí, bajo la brillante luna sintiéndome completa. Por fin.