Capítulo 12.-Un...¿Humano?

484 30 19
                                    

Yara:

La Cámara de los Visitantes resultó ser la amplia sala en la que habíamos estado confinados al principio. Me tranquilizaba la idea de estar en un lugar conocido, a pesar de que la decoración era de todo menos tranquilizante. Todo mostraba una triste impresión de abandono y vacío, excepto una pared adornada con múltiples y antiquísimos tapices. Hubiera jurado que habían sido dibujados por una mano humana. Ignoraba si las zarpas de los enormes reptiles tendrían el pulso suficiente para manejar un lápiz o un pincel pero desde luego no lo aparentaban. Serían perfectas para desgarrar y matar,pero no para manejar objetos tan frágiles y diminutos para ellos. Me acerqué intentando no despertar a Set, que estaba profundamente dormido. Pobrecito, sonreí. Tantas emociones han podido con él. Caminando en cuclillas, me acerqué a las obras. Eran realmente curiosas. Representaban a  un dragón y a una persona, pero no participando en una encarnizada lucha como en los dibujos medievales de caballeros, sino en actitud amigable. Era una mujer acariciando el hocico del inmenso animal. Me llamó la atención la forma en la que habían sido representados; ambos estaban dibujados de perfil, con formas esquemáticas pero sorprendentemente realistas. Acaricié la superficie en la que estaban dibujados. Una especie de papel rugoso, formado por finas líneas doradas por los años… No sabía demasiado de historia del Arte pero tenía la sensación de que aquellos dibujos solo podían ser egipcios ya que estaban hechos en lo que parecía lino, lo cual hacía que multitud de dudas asediaran mi mente: ¿Acaso los dragones habían mantenido relación con nuestros antepasados? La idea era inquietante, aunque poco probable. Mientras reflexionaba si había oído alguna referencia a los dragones en la mitología egipcia, tema en el que había profundizado bastante por interés personal, una mano se posó en mi hombro. El cuerpo se me quedó paralizado. No era una zarpa. Era una mano rosada, con cinco uñas cuadradas. Una mano de hombre. Cerré los ojos y respiré hondo. Tranquila, me repetí. No pasa nada. Haciendo uso de unos rápidos reflejos, me giré y le asesté una patada en el bajo vientre al propietario de la mano. El desconocido soltó un grito de dolor mientras se cubría con ambas manos sus partes bajas.

No pensaba dejarme engañar por su inofensiva apariencia de chico bueno. Era un humano en un nido de dragones. Si estaba allí era por un motivo, y desde luego, nadie inofensivo podría haber sobrevivido allí. Aun así, nada en su apariencia indicaba aptitudes para la supervivencia. Tenía el cabello castaño muy brillante y un poco más largo de lo que suelen acostumbrar a llevarlos los chavales. Su rostro de piel blanca era de facciones agradables, con una nariz larga y bonita, los labios llenos y una mandíbula de líneas fuertes. Parecía el típico adolescente desgarbado de extremidades largas y delgadas que ha crecido mucho en poco tiempo. Sin embargo, aunque a primera vista c lo pareciera, no lo era. Tenía algo que le hacía diferente. No sabría decir que, tal vez la expresión helada de sus facciones, tal vez ese brillo asesino que lucía en sus ojos oscuros... Solo había una cosa de la que estaba segura :era el mismo chico que ví en el juicio.

-¿Quién eres?. –Le pregunté con desconfianza.

-¿Atacas y luego preguntas? .-Respondió, soltando un bufido. Su voz era…extraña. Demasiado ronca y grave para ser la de un adolescente en desarrollo. Además debía de ser de otro país, puesto que aunque hablara español lo hacía con un acento francamente raro. –Creo que después de ese golpe soy yo el que merece una explicación.

-Te has acercado por mi retaguardia sin avisar. No sabía si querrías agredirme, así que perdona por haberme preocupado de mi supervivencia. –Le espeté

-Solo quería presentarme. Me ha  llamado la atención encontrar otro humano aquí. Soy Aliud.

-Yo Yara.-Empezaba a avergonzarme de mi actitud. Quizás había sido demasiado dura… intenté suavizar la  situación con una sonrisa. Él me correspondió, pero hizo un gesto extraño con las comisuras de los labios, como si hubiera olvidado como sonreír.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 09, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alma de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora