•° Capitulo ocho°•

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-.Rin..Rin!! .-Puedo escuchar mi nombre a lo lejos, voy abriendo mis ojos con dificultad y mas aun con pequeños rayos amarillos con los cuales me encuentro y hacen que mi vista duela.

-.Mmm..Ah.. lo siento... .-Respondo somnolienta con un bostezo al final.

-.¿No dormiste bien? .-Ya estaba algo consciente pero no lo suficiente como para percatarme de quien era.

-...Eso creo...

Cielos!, puedo jurar que nunca antes había dormido tan mal. Es difícil creer que de un segundo para otro te encuentras sentada en la mesa a punto de que tu cara se entierre en el plato del desayuno, siendo que antes estaba en mi cama durmiendo tranquilamente apegada a mi hermano.

Como fue que llegue aquí, ni siquiera lo recuerdo.

-.Hey, Rin! Despierta!

-.No.. grites...

-.¡Oí, despierta!

-Dejame.. en p..paz Neru...-Seguia con mi cabeza entre mis brazos intentando conciliar el sueño que al parecer era imposible con una Neru regañándome.

-.¡Mierda, Rin! ¡Dijiste que me ayudarías con los exámenes y te encuentras durmiendo aquí!

-.Oh lo siento ¡pero tampoco es mi culpa que hayas reprobado la mayoría de los exámenes pasados!!

-.Lo que se promete se cumple, ¡¿o acaso no eres mi amiga!?

-.No digas tonteras, entiende que no dormí bien .-Recapacito y me maldigo por decir eso, es como obvio que me llenara de preguntas.

-¿Y eso porque?-Ella alza la ceja y se cruza de brazos esperando una respuesta creíble. La cual no daría.

-Prefiero no recordar-Tampoco tengo ganas de mencionar la razón, y menos a Él-Olvidalo y estudia.

--Hmp!-Ruedo los ojos restando importancia a su puchero y el hecho de que me sacara la lengua si que me fastidia.

--Mejor pone atención que solo te explicare una vez-Me voy acercando mas a donde ella y me fijo en el libro que tenía sobre la mesa-Mira, Si las gráficas de las ecuaciones se intersectan, entonces existe sólo una solución para las ecuaciones...

Le explico toda materia, o por lo menos lo suficiente para al final dejarle varios ejercicios, así puedo dormir y ella no me molestara en unas cuantas horas.

[...]

Vaya fin de semana apenas si pude descansar y lo peor es que esta semana esta repleta de exámenes.

Podía sentir como mis ojos se cerraban a causa del cansancio, casi sin fuerzas apoye mi mano en mi mejilla para intentar estar despierta los últimos minutos de la clase, por suerte aun no me habían retado por estar cabeceando. Mire el pizarron y todo era doble, doble y borroso.

Por fin luego de una larga clase tocaron la campana para poder darse un receso. Salí de las últimas del salón y por razones extrañas me encontraba solitaria en el pasillo. Ni una sola señal de vida pero yo no estaba en condiciones de alegrarme por eso y seguí caminando a lo largo del estrecho lugar cabizbaja.

-Hey!-Levante mi cabeza mirando al frente cruzando con unos ojos azules profundos como mares que hace que un escalofrió recorra todo mi cuerpo y me los nervios me invadieran-Deberías estar descansando

-Tu no me mandas-Repliqué mirándolo fulminante.

-No se trata de eso, o acaso crees que no me fije en como cabeceabas en la clase-Su mirada me examina para al final mostrarse enojado por algún motivo.

-¿Y por que te fijas en mi estado?

El se encoge de hombros sin quitarme la vista de encima y provoca impaciencia en mi-No lo se, Pero da igual. Vamos-Se acerca a mi tomándome de la cintura y obligándome a caminar en sentido contrario. Los primeros segundos intente apartarlo pero era imposible no sentía fuerza en mis brazos y solo me deje llevar apartando la mirada.

-¿Donde vamos?-Me atreví a preguntar sin mirar su rostro.

-A donde puedas descanzar-Me responde en seco y serio como siempre. Detengo el paso y el hace lo mismo para luego dirigirme una mirada de confusión.

-No pienso perder clase, ¡dejame ir!

Forzó fuerza para salir corriendo pero el toma de nuevo mi cintura y me apresa contra una muralla, me dirige una mirada aterradora y gruñe.

-Tu te vienes conmigo

-¡No! ¡Dejame, no te entrometas en mi vida!

-Bien será por las malas-Acerca peligrosamente su rostro al mío, podía sentir la sangre subir a mis mejillas, por intuición me hundí mirando fijo a sus ojos, de seguro se notaba lo nerviosa que estaba. El roza sus labios con los mios pero sin juntarlos y mi piel se eriza al tener contacto con su respiración en mi cuello, una sonrisa ladeada aparece en su rostro, ¿tan divertido se le hace molestarme?.

Talla sus ojos en los mios como si buscara algo en lo profundo de mi ser sin tener resultados, quiero apartarlo de mi pero mi cuerpo no responde a mis ordenes. El va cortando la distancia entre nuestros cuerpos y como resultado termina uniendo los dos rostros haciéndome probar sus labios; que raramente me encuentro con un exquisito sabor que llena mi boca y hace que suspiros se me escapen. Era un beso profundo que me provocaban sensaciones extrañas en el fondo de mi interior lo que hace que me deje llevar respondiendo de forma torpe. Mis pulmones pedían a gritos oxígeno pero Len no tenia la intención de separarse y profundizó el beso mordiendo parte de mi labio sin dejar atrás un pequeño quejido de mi parte, no me dio tiempo para cuando el introdujo su lengua en mi boca lamiendo cada extensión de esta.
Mis piernas temblaban y de a poco perdía el equilibrio, eso no paso desapercibido puesto que sujeto con mas fuerza mi cintura rozando con su entrepierna, solo pude sujetarme de su camisa y dejarlo seguir.

[...]

Mi corazón latía demasiado y puede que su pulso se escuchara a lo largo de todo el establecimiento, el me beso... Pero por que.. ¿¡O mejor dicho por que me gusto!?. Estaba siendo cargada por Len quien no apartaba la mirada hacia al frente siguiendo los pasos de su plan anterior, en el que yo tenia que descansar. Lo miro de reojo observando que el estaba normal mientras que yo estaba muriendo, mi cara vuelve a arder cuando el nota mi mirada devolviéndomela y yo la aparto avergonzada.

Avergonzada de mi misma por ser tan torpe, de dejar que tomara el control sobre mi de una manera tan fácil, de seguro solo lo hizo para que lo obedeciera (que por cierto funcionó), de que me gustara el beso, de que fuera su marioneta que cae en todas sus trampas y de que no fuera capaz de mirarlo sin sonrojarme mas de lo que ya estaba; de seguro parezco pulpo hervido. Sin contar que me encuentro sumisa entre sus brazos y mi rostro hundido en su pecho, su aroma embriagador me marea de forma alucinante. Y el como si nada cargándome a quien sabe donde. Solo no quiero pasar otra vergüenza y esperar a que llegáramos a nuestro destino pronto.

Lo peor es que me gusto el gesto, pero no puedo admitirlo así de fácil. El lo hizo por un motivo tomandome por sorpresa y yo caí en su juego creyendo quizás que cosa.

Que torpe...

Amor?...Eso existe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora