•° Capitulo Nueve °•

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Miro hacia todo lados y la sensación de soledad viene a mi al darme cuenta que esta sola, sola en algún lugar completamente negro y sin paredes que limiten tus pasos. Yo me encontraba arrodillada en la nada puesto que no había suelo que me dio un mal gusto en mi boca pero pude mantener la calma y pararme para observar mejor a mi alrededor.

Fue inútil, no había nada solo negro. Oscuridad.

—¿Hola? —Intente llamar o captar la atención de alguien. Nada —¡¡Hola!!—Dije gritando a todo pulmón. Nada.

Suspiro pesado y tomo nota de que era un sueño o pesadilla en el cual estaba atrapada y lo peor, sola. Intento caminar a algún sitio con la esperanza de que mi paisaje cambie pero era como dar vueltas y vueltas sin detenerte hasta marearse. Gruño y la idea de estar aquí me enoja el solo hecho que ni si quiera hay algo interesante que mirar, tampoco se trataba de ese tipo de sueños que parecen película de acción. Era del tipo aburrido, raro y desesperante.
A lo lejos veo una pequeña luz azul que resplandecía entre todo el negro del lugar, mi rostro se ilumino pero volvió a su expresión original cuando veo que este fue cambiando de color hasta quedar en amarillo. No es que me desagrade el amarillo, es mas es mi color favorito pero por desgracia al ver ese color lo único en lo que puedo pensar es en Len y lo peor es que no se por que; El como siempre metiéndose en mi cabeza sin invitación y aun que la tuviera nunca dejaría que se apropiara de mis pensamientos.

La luz se acerca a mi y yo intento alejarla sacudiendo mis brazos en intento de asustarla, claro, fue inútil.

—Oye, calmate. No es como si algo tan pequeño fuera hacerte daño—Una voz me habla pero no hay nadie y me percato de que se trataba de nada mas y nada menos que del molesto brillo que hay frente a mi. Y eso no es todo, su voz me era familiar.

—Y que si quiero que no te me acerques—Reclamo cruzándome de brazos dando desprecio en toda mi oración.

—Vaya carácter para ser una chica

Su comentario me molesta y decido voltear y caminar en ese sentido para dejar atrás esa molestia de luz.

—Aparte de mal carácter, grosera. Quien te aguantaría así

—No te entrometas en mi forma de ser

—Oh! Me respondiste. Sera que te molesto lo que dije

Miro fulminante y seria mucho mas fácil si tuviera ojos pero al parecer igual capto lo que significaba mi mirada.

—Es una pena. Tan hermosa pero con esa actitud dejas mucho que desear

—Tan insignificante pero es una lastima que solo seas parte de mi cabeza—Le respondo y me da igual lo infantil que sonara—Además soy hací solo con ciertas personas. Puedo llegar a ser muy cariñosa cuando quiero o quizás dependiendo de la persona

—Como Len—Afirma y yo hago una mueca.

—Ese no entra en ninguna de las categorías

—Lo que tu digas

Me indigno ante su repuesta y con pasos marcados y los puños cerrados casi al punto de que mis nudillos se pusieran blancos por la presión me voy del lugar sin tomarme el tiempo de echarle un vistazo antes. Me molesta el solo escuchar su nombre que provoca que mi estomago sienta nauseas.

Voy caminado hasta de repente sentirme atrapada en una especie de burbuja gigante que no reina pinta de querer romperse para dejarme libre.

Intente golpear las paredes y darle pequeños punta pie en esta pero era muy resistente. De burbuja cambio a una bola de cristal y ahora que me daba cuenta el exterior se volvía colorido. Frente a mi pero del otro lado del cristal apareció la misma luz de antes y que por alguna razón su forma diminuta parecido a una pelusa cambio de a poco hasta quedar en una silueta humana borrosa que me era familiar.

Debí imaginar que después de eso todo se pintaría de color gris devolviéndome a mi mundo sin saber de quien se trataba la persona que tenia enfrente.

Arque mi espalda hasta lograr sentarme con ojos abiertos y puños cerrados dando como imagen que estaba exaltada. Veo las cuatro paredes blancas pálidas y suspiro aliviada posando mi derecha sobre mi frente.

—Ya era hora de que despertarás—Vuelvo abrir mis ojos y veo que Len yacía al costado de la camilla sentado en una silla mientras me observaba. ¿Cuanto tiempo a estado aquí?

—Tu...¿Conoces la palabra PRI-VA-CI-DAD?—Deletro. El se encoge de hombros y desvía su mirada a una ventana ignorando mi pregunta.

—Has dormido lo suficiente. Vete a casa—Tranquilo como siempre dando ordenes que yo no pienso obedecer.

—Que te hace pensar que haré lo que dices

El me mira pero su expresión se torno más seria pero con burla a la vez—Quieres que sea por las malas—Se acerco a mi rostro quedando a pocos milímetros de este. Yo no quite vista de sus ojos y tampoco retrocedí. Solo deje que siguiéramos en la misma posición—Yo no tengo problema en besarte de nuevo para que hagas lo que te digo

—Y yo no tengo problema en negarme a tu petición

Len se aparto y me tomo en sus brazos cargándome al estilo en donde el novio lleva a la novia mientras yo iba de brazos cruzados sin poner resistencia. Sabia que no lograría nada con eso. Pero me siento algo deprimida, pensé que el me besari... ¡Nada de eso! Que asco el solo pensarlo. Nunca, ni loca.

—¿Piensas cargarme hasta mi casa?

—Porque no

Hecho mi cabeza hacia atrás para mejor comodidad y esperar a que el viaje terminara. ¿Por que insiste tanto en entrometerse en mi vida? ¿Acaso tiene la necesidad de molestarme cada vez que me ve?... El es raro, nunca podre saber lo que pasa por su mente y supongo que es la misma respuesta con todas mis preguntas con respecto a el.

Solo se su nombre y apellido aparte de eso... Nada.






Amor?...Eso existe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora