Dangerous Love.

Capítulo: 20.

 *HORST*

Verla dormir podría ser algún tipo de medicina, me siento jodidamente tranquilo de verla así pero sé que debo estar preparado para cualquier cosa. Un cabrón allá afuera quiere arrebatármela pero eso era algo que por ningún motivo iba a permitir. Ella era mía y de nadie más y yo era suyo. No puedo evitar sonreír al recordar la cara de Yazney cuando le he mencionado que lo que he sentido todo este tiempo por ella es puro AMOR y es que yo mismo me he sorprendido pero me he dado cuenta de que cada palabra es real. Yo, un psicópata, un demonio andante podía sentir amor...pero solo por ella. Recuerdo una vez hace muchos años cuando mamá estaba preparando la cena y yo jugaba debajo de la mesa con mi carrito, papá llegó de trabajar y se acercó a ella para abrazarla, cuándo mamá se giró le sonrío y sus ojos brillaban de una manera tan especial, la forma en que le sonreía y se sentía segura entre sus brazos se le notaba en su mirada. Y la manera tan protectora con la que papá la miraba cómo si no pudiera ver a nadie más, ellos se amaban estaba completamente seguro. Y ahora prestando atención a todos aquellos detalles me doy cuenta de que yo miro a Yazney de la misma forma en la que papá miraba a mamá y Yazney se siente segura y protegida conmigo tal como mamá se sentía junto a papá.

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Intento no escuchar la conversación de grandes, mamá me ha dicho que es de mala educación pero no puedo evitarlo. Papá se ve enojado y muy asustado, mami está llorando y yo no quiero que mami llore.

–¿Qué vamos a hacer, Jack? –mami se tapa la cara con ambas manos y papi trata de que no llore.

–Vamos a irnos de aquí, vamos a escapar, Ricky jamás podrá encontrarnos. Haré lo que sea porque tú y Horst estén a salvo. Te amo Morgan. –papá camina hasta el armario y sé que va a regañarme, no tengo que escuchar la conversación de grandes.

–Horst, ¿qué haces ahí? –no está enojado.

–Yo...perdón.

–Ven aquí. –mamá me ayuda a salir del armario, tiene los ojos rojos y su maquillaje de ojos está sobre sus mejillas. –Nada malo va a pasarte. –no sé de qué está hablando pero la abrazo fuerte cuando ella lo hace.

–Ricky no va a encontrarnos, y no tendremos que pagarle la droga que nos han robado. Estaremos bien. –murmura papá. –Anda ve a guardar las cosas necesarias, nos vamos a Londres.

–¿Londres? –miro a papá.

Había escuchado de esa ciudad, decían que era bonita pero yo quería quedarme en Nueva York.

–Sí, Londres, te gustará. –me promete.

Asiento y sé que sí él lo dice es porque es verdad. Papá era mi héroe.

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–Horst, despierta. –la dulce voz de Yazney me regresa poco a poco a la realidad.

–Hola princesa. –sonrío cuándo la tengo frente a mí.

–Hola. –sonríe ella. Su cabello está despeinado y lleva puesta mi sudadera gris, hasta con ese estilo tan simple luce preciosa. –¿Estabas soñando?

Me tenso un poco. –Sí, ¿por? –la miro y espero que me diga que no he hablado entre sueños.

–Mencionaste a tus papás.

–¿Eh? –no recuerdo haber mencionado la palabra mamá o papá entre sueños.

Asiente y sonríe un poco incomoda. –¿Estás bien?

–Estoy bien. –aseguro. Me pongo de pie y busco mi pantalón, me lo pongo y de inmediato busco el móvil, necesito hablar con Charlie.

–Vístete mientras llamo, iremos a desayunar. –le digo a Yazney y ella sonríe un poco. Toma su ropa y se encierra en el baño.