Dos en un día.

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Derek abrió la puerta del tercer piso de un golpe y apuntó el arma en dirección al largo pasillo. El tapizado rojo estaba negro por el agua acumulada y de las paredes se desprendía la pintura.

Bueno, he pasado la noche en lugares peores...

Caminó con el arma en ristre mientras pasaba el umbral de la puerta y cerraba esta tras de él.
El piso contaba con unas...

...5...10...15...20...25...

Alrededor de 30 habitaciones distribuidas de lado y lado.

—Esto me tomará un tiempo —Pensó.

Derek empezó a intentar abrir cada puerta con el brazo que no tenía lastimado. Primero una y luego la del lado contrario. Si una puerta no estaba abierta no lo pensaba dos veces y saltaba a la próxima. El pasillo parecía infinito, el olor le penetraba por las fosas nasales y le daba una sensación de náuseas que era casi imposible ignorar. El pasillo era largo, sin embargo, no se comparaba al lobby. No le llevaría muchos minutos examinar todas las puertas.

Giró una manilla y la puerta abrió.

"Habitación --" , se divisaba muy pequeño en la puerta; las letras apenas eran visibles y el número de la habitación se había caído. Derek miró al suelo y no encontró nada.
Entró y no vio nada fuera de lo normal, la cama estaba desarreglada y había un vaso medio lleno de agua a su vera.

«Esos malditos espejos en el techo me ponen nervioso...»

Se dirigió al baño de manera instintiva. No podía perder el tiempo examinando cada detalle. La puerta estaba semi-abierta, no dudo en abrirla de una patada y apuntar el arma. Si algo se asomaba, lo primero que encontraría sería el cañón de la pistola. Por suerte para él no había nada. Se agachó y revisó por abajo y a los lados. Nada parecía estar fuera de lugar. No era nada más que un lavabo sucio en un baño sucio de un hotel sucio.

Se levantó y salió del baño. Le dio un último vistazo rapido al cuarto pero no encontró nada. Miró el vaso de agua con deseo, pero sabía que no podía. Dejó todo atrás y salió de la habitación.

Cuando cerró la puerta y se encontró de nuevo en el pasillo. Una sensación nueva lo tomó por sorpresa. La soledad que lo abrumó desde un comienzo había desaparecido cuando encontró a Tim, sin embargo, cuando se separaron la sensación volvió a tomar terreno en su ser y con cada segundo en el pasillo sentía que su corazón iba palpitando cada vez más rápido por el miedo, pero ahora la sensación de nuevo había vuelto a desaparecer. Sentía una presencia.
Miró en ambas direcciones como buscando a alguien oculto, lo único que pudo ver es el largo pasillo y un leve repiqueteo en las luces. Estaban volviendo a fallar. Siguió con su tarea iba intentando girar el pomo de cada puerta sin éxito. Cada vez iba más rápido. Cuando ya faltaban menos de diez habitaciones, se encontró con una abierta nuevamente.

Apenas la había abierto cuando un olor fétido lo asalto y le produjo una arcada. El lugar olía a podrido. Derek reconoció el olor casi de inmediato. Había algo muerto ahí.
La abrió por completo de un golpe y no tuvo que mirar mucho, efectivamente, en el centro de la habitación yacía el cuerpo de un tipo enorme, estaba vestido con lo que parecía un atuendo de verdugo rasgado. Botas de cuero negro, pantalón negro, parte superior de cuero negro y una especie de máscara que estaba completamente pegada a la cara y sólo tenía unos pequeños huecos para los ojos y la nariz. Se encontraba en medio de un charco inmenso de sangre y parecía tener una herida en la cabeza.

Derek vio consternado la imagen frente a el por unos segundos, sin embargo, no dejo que lo abrumara, se llenó de coraje y entro tratando de pisar por los lugares que no estaban llenos de sangre. La cama estaba completamente desecha y las almohadas estaban en el piso completamente empapadas de rojo. También pudo notar cuerdas y partes rotas del marco de la cama, como si alguien hubiese...

«Alguien hubiese sido amarrado, esta es la habitación que decía la nota.»

Dejo el cuidado y se encaminó a paso apresurado al baño. La puerta estaba cerrada, pero la sensación de estar cerca del objetivo alejó cualquier pensamiento racional de su cabeza y Derek abrió la puerta sin más.

Le plantaron un golpe seco y fuerte en la cabeza que casi lo hace perder el conocimiento. La velocidad con que sucedió todo más el dolor por el golpe lo desorientó y lo hizo resbalar con la sangre. Dio dos pasos atrás y cayó sobre el tipo muerto.

Frente a él había una mujer de tacones y vestido negro. Su piel era blanca y podían verse en ella pequeñas reminiscencias de tiempos mejores, seguro había sido muy bella, pero ahora estaba sucia y cubierta de sangre, tenía el pelo enmarañado y sórdido. Miraba con unos ojos azules a Derek de forma desmesurada. También pudo ver que le sangraban las muñecas, de una de ellas tenía amarrada una cuerda gruesa que parecía cortarle la circulación y de ella colgaba un pedazo de madera del marco de la cama.

—¡Victor, te dije que no volvieras! —Gritó la mujer mirando a Derek.

«Victor...»

Derek se puso en pie lentamente, se había llenado por completo de sangre del tipo, aparte de eso un hilo la suya le bajaba por la cabeza, la mujer le había dado un buen golpe con la madera.

—Escuche, señorita... —Comenzó— Sus palabras eran pausadas e imperiosas —No quiero problemas, sólo quiero... ¿Pasar al baño? Sólo apártece y salga de la habitación —Concluyó y apuntó con su arma a la mujer.
—Victor... Josh no ha vuelto, estoy preocupada... No puedo ver nada... —Sus palabras salían en medio de un llanto creciente— Creo que quiere amarrarme de nuevo...

—No tengo tiempo para esta mierda —Musita Derek.

—Si no de aparta, voy a disparar —La miró decidido— Su dedo estaba acariciando el gatillo, un ligero impulso y lo presionaría.
—Josh, maldito cobarde... —Las palabras de la mujer salían ahora con furia y en dirección a Derek.
—¿Acaso quieres intentar aprovecharte de mí como éste? —Señaló en dirección al cuerpo— Derek podía hacerse una idea de qué había ocurrido antes de que él llegara.

La mujer empezó a correr en dirección a él con la mano hinchada sosteniendo el pedazo de madera de la cama. Derek dio dos brincos rápidos hacia atrás y chocó contra la pared. Vio en cámara lenta la situación por un segundo. El tipo muerto frente a él y la mujer acercándose a toda velocidad unos pasos más allá con intención de golpearlo hasta la muerte. No lo pensó más y presionó el gatillo.

Vio a la mujer volar hacia atrás y caer al suelo. Un silencio sepulcral reinó en la habitación luego de que los pedazos de cerebro pintaron las paredes.

—Ya dos perras locas han intentado matarme hoy, ¿Ahora qué sigue?

Hora de la requisa.

Salió de sus pensamientos y caminó rápidamente hacia el baño. Estaba sucio y lleno de sangre, pero él no reparó en eso. Se agachó y vio bajo el lavabo, habia una caja de cartón semi-abierta. La abrió cauteloso, sin embargo, cuando se dio cuenta de lo que había en su interior, no pudo evitar formular una pregunta en voz alta.

—¿De dónde mierda sacaron esto?


Destino inexorable.Where stories live. Discover now