A tientas.

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Apenas se paró de la camilla, buscó en la sala cosas que pudieran servirle de ayuda. Agarró un bisturí que se encontraba en una mesa a unos pasos y se cubrió con una manta blanca que vio en el suelo la espalda y el pecho desnudo.

—¿Qué se supone que hago en esta sala? —Preguntó Tim.
—Necesitábamos estar seguros de que estabas bien.
Las palabras de Beatriz dejaron confundido a Tim.
—¿Si estaba bien? Por lo que tengo entendido, ustedes no tienen clemencia con nadie. Encontré una nota de un tipo de equipo 9 que lo dejaba bastante claro. Simplemente dejaron que perdiera la cabeza —Decía Tim mientras se acercaba a la puerta para salir de la sala.
—El equipo 9 mostró fallas desde el comienzo; el sujeto 27 incluso había estado a punto de golpear a Janson la primera vez que lo vio. No duraron mucho, el primer asalto del Simunírico dejo fuera de juego a uno de ellos casi al instante y por la negligencia de la seguridad casi incendia el lugar... por suerte sólo daño el sistema eléctrico. Los otros dos simplemente corrieron y se escondieron en algún lado —Dijo Beatriz. Su voz a través del altoparlante se escuchaba como si el recuerdo le hubiese causado gracia.
—Pareciera que lo estuvieras disfrutando... Al parecer la nota que leí no estaba completamente errada, de verdad esto es un entretenimiento para ustedes... — Se detuvo y una pregunta se formo en su cabeza— Si la fiesta nunca existió, ¿Cómo fue que llegamos?
—Ya lo sabrás....

Tim salió de la habitación y se encontró en medio de un gran corredor con muchas puertas. Desde cada ángulo se podía apreciar un exceso de blanco fulguroso en las paredes, techo y suelo que resultaba casi inverosímil. Una sensación de soledad lo rodeó y se sintió pequeño. El silencio era tan absoluto que podía escuchar su propia respiración.

—¿Dónde están todos? —Preguntó esperando que aún pudieran escucharlo.
—Si te refieres a mis colegas, algunos se fueron por miedo y otros están viendo las grabaciones. Parece que el sujeto 30 se metió en un serio problema por matar a Green. Aproveché la conmoción para quedarme sola y poder hablar contigo...
—Si quieres hablar conmigo, dime dónde estás —Dijo Tim intentando adivinar el punto de origen de la voz en el gran pasillo— Por cierto... Si algo le pasa a mis amigos, el viejo no será el único muerto.
—Lo siento, Timothy, no es algo que pueda hacer, tampoco puedo asegurarme de que el sujeto 30 esté bien.

—Deja de llamarnos sujetos...

—Ya algunas personas se están acercando, no podré hablarte más. Me limitaré a observar. Procura sobrevivir,  pequeño Tim... —Dijo ella y el aire se colmó de silencio absoluto.
—Si vuelves a llamarme así... —Se detuvo y entendió que no tenía sentido seguir hablando, ya no le contestaría.

Caminó un rato entrando en varias salas sin encontrar nada realmente útil. La mayoría sólo estaban llenos de papeles y utensilios médicos. La manta no era suficiente para cubrirlo de la gelidez del pasillo, sin embargo, trataba de ignorarlo.  Si tenía dudas antes,  estas se habían disipado.  Se encotraba en una especie de hospital o algo así...

—No he visto una sola ventana...

Toda la situación le parecía extraña a Tim, pero lo que más le inquietaba era el hecho de encontrarse completamente solo en un lugar como ese, había visto personas morir y ser heridas hace un rato. Incluso él había recibido varios golpes. Era lógico que por lo menos hubiesen unos verdugos haciendo guardia o algún otro herido en alguna sala. Llegó al final del pasillo luego de revisar algunas puertas abiertas. No encontró nada además de basura y más basura de hospital. Se preguntó que estaba planeando Beatriz y sus esbirros. No podía sacar muchas conclusiones, la verdad aún no entendía muy bien todo el asunto...

—Asesinos...

No tenía sentido, nunca le había hecho nada a nadie. Hubiesen podido haberlo sentenciado a muerte y aún así no decir lo contrario. Estaba convencido

Destino inexorable.Where stories live. Discover now