Capítulo 7: Un Día Extraño

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El lunes llegó demasiado rápido. No tenía ganas de levantarme, pero la escuela no esperaba por nadie.

Podría contarles cómo fue mi mañana, pero no creo que les interese mucho escuchar sobre clases aburridas y tareas, así que mejor les contaré sobre mi sueño...

—Wi-chan, todos dicen que bajes —escuché la voz de Luis llamándome.

Sin entender bien qué pasaba, bajé las escaleras. Al llegar a la sala, vi a todos los hermanos Asahina sentados en el sofá, perfectamente alineados como si fueran a tomar una foto familiar.

—Tenemos que decirte algo... —dijeron al unísono, con expresiones serias.

—¡¿Quién se acabó la Nutella?! —pregunté de inmediato, alarmada.

Pero su reacción fue extraña.

—Ese no es el problema —respondió Futto, mirándome con una expresión difícil de leer—. El problema eres tú...

—¿Qué?

—Eres tan... tan... tú —continuó con tono acusador.

—Este sentimiento... —murmuró Tsubaki.

—Este conflicto... —dijo Ukyo, cruzándose de brazos.

—Todo esto... —agregó Emma.

De repente, sus voces se unieron en una sola frase:

—¡Todo es tu culpa!

Mi respiración se detuvo por un segundo.

—Antes de que llegaras, éramos una familia unida —continuaron.

Los miré, sin poder creer lo que estaba escuchando.

—En primer lugar, yo no tengo la culpa de nada —dije, tratando de mantener la calma—. Y en segundo lugar... gracias por decirme lo que sienten.

Mi voz tembló al final. No quería llorar, pero las lágrimas escaparon mientras giraba sobre mis talones y salía corriendo.

—¡No te vayas! —gritó una voz desconocida.

Sentí que alguien intentaba alcanzarme, pero el mundo a mi alrededor se desvaneció.

Abrí los ojos de golpe, sintiendo mi corazón acelerado.

—Definitivamente, tengo que dejar de ver tantos dramas antes de dormir... —murmuré para mí misma.

Suspiré y me levanté. El día apenas comenzaba, y ya sentía que iba a ser largo.

Al llegar a la escuela, me enteré de que había un chico nuevo. Cuando el profesor anunció que yo sería la encargada de mostrarle la escuela, escuché un leve chasquido de lengua.

Miré de reojo a Iori, que fruncía el ceño. No le di mucha importancia y me dirigí al chico nuevo.

—Mei Asahina, un gusto.

—Tamaki —respondió él con una sonrisa encantadora—. Gracias por tomarte el tiempo de enseñarme el lugar.

Después de un rato, decidí dar una vuelta con Tamaki y aprovechar para visitar a los de preparatoria. Caminamos por los pasillos mientras le mostraba los diferentes salones y áreas comunes.

—¿Qué te ha parecido la escuela hasta ahora? —pregunté con curiosidad.

Tamaki me miró fijamente y sonrió.

—Es hermosa... aunque no tanto como tú.

Fruncí el ceño, sintiéndome un poco incómoda con su repentino cambio de actitud.

—Eh... gracias, supongo...

Antes de que pudiera reaccionar, se inclinó hacia mí.

¿Qué? ¿Me va a besar?

—¡Oye, espera! —intenté apartarme, pero fue demasiado tarde.

Sentí el roce de sus labios por un segundo antes de reaccionar y levantar la mano.

¡PUM!

El sonido de la bofetada resonó en el pasillo.

—¿Por qué hiciste eso? —preguntó Tamaki, llevándose una mano a la mejilla con expresión de sorpresa.

—Porque no soy tan fácil, gracias —respondí con molestia—. Y ya terminé de enseñarte la escuela. ¡Adiós!

Sin darle oportunidad de decir nada más, me di la vuelta y me alejé rápidamente.

Mientras caminaba por el patio, vi a Futto descansando sobre una banca, con una pose dramática como si estuviera modelando para una revista.

Ni yo duermo así...

Me acerqué con curiosidad, pero justo cuando estaba a punto de decir algo, sus ojos se abrieron de golpe. Antes de que pudiera reaccionar, me abrazó repentinamente.

—Futto, ¿qué...?

—Shhh... —susurró con voz seria.

Antes de que pudiera protestar, un grupo de cámaras apareció de la nada y comenzaron a grabarnos.

—¡Otra vez con esto! —murmuré entre dientes.

Futto aprovechó la situación y, sin previo aviso, acercó su rostro al mío. Sentí sus labios contra los míos en un beso rápido y, como siempre, las cámaras quedaron "conmovidas" con la escena.

Cuando el "show" terminó y los reporteros se fueron, me separé rápidamente.

—Siempre lo mismo... —bufé, dándole un pequeño empujón.

Él solo sonrió de manera traviesa.

Las clases siguieron como siempre: aburridas. Al final del día, llegué a casa y encontré a todos viendo televisión en la sala. Justo cuando iba subiendo las escaleras, escuché algo en las noticias que me hizo detenerme en seco.

"Última hora: la famosa idol Sakura fue grabada engañando a su novio, el reconocido cantante Asakura Futto. Sin embargo, en la grabación se puede ver claramente cómo la joven le da una cachetada al chico, lo que sugiere que, en realidad, ella estaba siendo acosada. Más detalles después del corte comercial."

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

Lentamente, giré la cabeza hacia el televisor, donde las imágenes de mi "encuentro" con Tamaki y Futto aparecían en pantalla.

—Ay, no me... —susurré, dándome cuenta de lo que acababa de pasar.

Todos los hermanos voltearon a verme al mismo tiempo.

Ukyo se cruzó de brazos con una expresión seria.

—¿Por qué no nos dijiste que te estaban acosando?

—¡Porque no lo hacen! —repliqué de inmediato—. Además, puedo defenderme sola.

—Ah, ¿sí? —preguntó Tsubaki con una sonrisa traviesa.

Antes de que pudiera reaccionar, corrió hacia mí como si intentara atraparme. Logré esquivarlo justo a tiempo, y él terminó tropezando y cayendo al suelo.

—¡No es gracioso! —se quejó desde el piso.

De pronto, Wataru habló y su comentario hizo que todos se quedaran en silencio.

—¿Por qué él puede besar a mi One-chan? ¡Yo también quería besarla!

La sala quedó en completo silencio.

—...

—...

—...

—wataru ! —gritaron todos al mismo tiempo.

Mientras ellos regañaban a Wataru, aproveché el momento para escabullirme y subir a mi habitación.

Me tiré en la cama y suspiré.

—Definitivamente, el día más raro de mi vida...

Amada Hermana •Brothers conflict•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora