Amada Hermana •Brothers conflict•

Capítulo 16: Confusión en la Feria

El sol resplandecía sobre el parque de diversiones cuando finalmente llegamos. No había pasado mucho tiempo desde que nos habíamos acostumbrado a la convivencia en la casa, y, sin embargo, salir todos juntos se sentía... extraño.

—¡Al fin bajaste, Mei! —exclamó Tsubaki con entusiasmo, cruzándose de brazos.

—¿Esperaron mucho? —pregunté con una sonrisa.

—¡Sí! —protestó Wataru.

—No es cierto, apenas han sido unos minutos —dijo Luis, encogiéndose de hombros.

—¡Yo quiero ir a la casa de terror! —gritó Wataru, emocionado.

—¿Estás seguro? —pregunté con curiosidad—. No quiero que termines llorando...

—¡Yo no lloro!

—Entonces vamos. ¿Alguien más viene?

—Paso, quiero subirme a la barca —dijo Tsubaki, mirando a Mei de reojo.

—Yo también... —murmuró Luis.

—Prefiero buscar algo de comida —añadió Azusa.

Nos dividimos en grupos. Mientras caminaba con Wataru hacia la casa de terror, sentí una mirada clavada en mí. Volteé un segundo y vi a Tsubaki y Luis murmurando algo entre ellos antes de dirigirse al lago.

Dentro de la casa de terror...

No voy a mentir, no daba tanto miedo. Era oscura y tenía algunos efectos de sonido decentes, pero nada que me hiciera saltar. Wataru, en cambio, se aferraba a mi brazo con cada sombra que veía.

—No... tengo miedo... —murmuró, aunque su agarre decía lo contrario.

—Si dices eso mientras me aprietas el brazo, no es muy convincente —reí.

En un momento, un actor disfrazado de fantasma salió de la nada y Wataru pegó un grito, escondiendo su rostro en mi hombro.

—¡One-chan, protégeme!

Suspiré, dándole unas palmaditas en la espalda.

—Te dije que te asustarías...

Mientras tanto, en la barca...

—No puedo creerlo... —murmuró Tsubaki, cruzado de brazos mientras el bote se deslizaba sobre el agua.

—¿Qué? —preguntó Luis con calma.

—Mi plan era subir aquí con Mei, pero terminamos tú y yo...

Luis asintió lentamente.

—El mío... también...

Ambos suspiraron al mismo tiempo.

—Esto es lo peor.

—Sí... lo es...

Desde la orilla, Azusa disfrutaba su comida, observándolos con una sonrisita burlona.

De regreso en la feria...

Cuando Wataru y yo salimos de la casa de terror, los demás ya estaban esperándonos.

—¡Ya venimos! —anuncié con energía.

—¿Y qué tal la casa de terror? —preguntó Azusa, aún comiendo.

—¡One-chan y yo nos abrazamos mucho! —exclamó Wataru con orgullo.

Tsubaki y Luis voltearon de inmediato.

—¿¡Qué!?

—¡No fue así! —me defendí rápidamente—. Wataru se asustó y se aferró a mí.