Capitulo 13: Un cafe?

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Narra Mei:

Las tres de la madrugada.

El frío de la noche cala en mi piel mientras abrazo mis propios brazos, aún somnolienta, de pie en el jardín delantero. Toda la familia está afuera porque, en un golpe de genialidad, Tsubaki incendió la cocina.

Yo estaba profundamente dormida, soñando con quién sabe qué, cuando un estruendo sacudió la casa y el olor a quemado me obligó a salir de la cama. Bajé a toda prisa solo para encontrarme con el caos: humo, gritos y a Ukyo con un sartén en la mano, su expresión oscura y aterradora.

Ahora estamos aquí, algunos en pijama, otros envueltos en mantas, esperando a que la casa deje de apestar a quemado.

Miro a Tsubaki con incredulidad.

—Déjame ver si entiendo bien... ¿Quemaste la cocina solo por hacer café?

Él sonríe nervioso, rascándose la nuca.

—Eh... sí... jeje.

—No le creo —murmura Azusa con los brazos cruzados—. Apuesto a que intentaba grabar un video de cocina o algo así.

—¡No es cierto! —se apresura a decir Tsubaki, pero su expresión lo delata.

—Tsubaki... —Ukyo dice su nombre con un tono bajo y amenazante.

Me sobresalto un poco al verlo aún con el sartén en la mano. Ukyo ama su cocina con devoción, casi tanto como Reiji ama sus vajillas. Esta escena puede terminar mal si no lo detengo.

—Ukyo... —digo con cautela.

Él me mira con frialdad.

—¿Mande?

Extiendo la mano.

—Dame el sartén.

Suspira con resignación y me lo entrega, pero no sin antes lanzarle una mirada fulminante a Tsubaki.

En ese momento, siento a Wataru jalando la manga de mi pijama.

—Onee-chan, tengo sueño... —dice con voz adormilada.

Sonrío levemente y le acaricio la cabeza.

—Ven, vamos a sentarnos un rato.

Nos acomodamos en las escaleras del porche, y el sonido del viento y las voces de mis hermanos de fondo me van arrullando. Poco a poco, mi vista se nubla... y me quedo dormida.

A la mañana siguiente...

Despierto sintiendo algo duro contra mi espalda. Me muevo un poco y me doy cuenta de que no estoy en mi cama, sino en el sofá de la sala.

—¿Eh...?

Me incorporo lentamente, estirándome mientras intento recordar qué pasó anoche.

Ah, cierto... Tsubaki y el incendio.

Miro alrededor. La mayoría de mis hermanos ya está despierta, aunque algunos todavía parecen medio dormidos. Me levanto y voy al baño a lavarme la cara antes de bajar a la cocina.

O bueno... lo que queda de la cocina.

Las paredes están ennegrecidas por el humo, algunos muebles tienen manchas de hollín y la estufa parece haber visto tiempos mejores. Ukyo está de pie en el centro, con los brazos cruzados, mientras Tsubaki está sentado en una silla, recibiendo un largo sermón.

—Al final apagaron el incendio —dice Emma cuando me ve entrar.

—Oh... —murmuro. Me acerco a Ukyo y le doy unas palmaditas en el brazo—. Ya déjalo, solo quería hacer un video de cocina.

Ukyo suspira profundamente y, como si necesitara descargar su frustración, le da un golpe con el sartén a Tsubaki antes de soltarlo por fin.

—Auch... —se queja él, frotándose la cabeza.

Reprimo una sonrisa y miro a Emma.

—Oye, ¿quieres ir a comer pizza al centro comercial?

—¿Eh? ¿Ahora?

—Sí. No tenemos cocina, así que mejor comemos fuera.

Emma duda por un momento pero luego asiente.

—Está bien.

Me giro para salir, pero ella me detiene con una observación muy lógica.

—¿Piensas ir en pijama?

Miro mi atuendo: pantalones de pijama de Bob Esponja y una sudadera enorme.

—Oh... cierto.

Doy media vuelta y subo a mi cuarto para cambiarme.

Pero cuando entro, me doy cuenta de que no estoy sola.

—¿Qué haces aquí? —pregunto, cruzándome de brazos.

—Solo pasaba a saludar —responde Hilary, mirándome de pies a cabeza con una sonrisa divertida—. Tienes buen cuerpo, hermanita.

Pongo los ojos en blanco y le señalo la puerta.

—Fuera de mi cuarto.

—¿Ni siquiera un 'buenos días'?

—Fuera.

—Qué cruel —dice con una sonrisa burlona antes de salir.

Suspiro y finalmente me cambio. Me pongo un vestido cómodo, me acomodo el cabello y bajo de nuevo.

—Emma, ya podemos irnos.

—¡Por fin!

Salimos de la casa, listas para aprovechar el día... aunque todavía tengo que asimilar que Tsubaki incendió la cocina por un simple café.

Amada Hermana •Brothers conflict•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora