27.- Completo.

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Después de segundos de eternidad, lo vi a través de mis ojos nublados con lágrimas y él habló, "Hazza, he estado llam-"

Lancé mis brazos alrededor de él y estrellé mis labios contra los suyos en beso ardiente, feroz. Él pausó por un momento ante la urgencia, pero en un frenético instante, tomó mi cara y profundizó la forma en que nuestras bocas se amoldaban, limpiando las lágrimas que corrían por mis mejillas. Un gemido reprimido salió de su pecho mientras se arqueaba sobre mí como si quisiera absorberme con su cuerpo. Yo estaba seguro de que el mundo todavía estaba dando vueltas, pero entre nosotros, el tiempo se había detenido.

Levanté la cabeza, "Por favor..." Susurré dolorosamente, "Toma todo de mí."

Sus manos que sostenían mi rostro temblaron cuando una intensa ternura se apoderó de él, "¿Está seguro?" Su voz era ronca y urgente.

Lo miré derrotado, en total entrega, "Si." Y eso fue todo lo que necesitó.

Escuché el sonido de hierro forjado siendo pateado para cerrarse. Su boca capturó la mía con hambre feroz, sus manos agarrando mi espalda y mis caderas con apuro. Él clavó los dedos en mi trasero mientras me levantaba del suelo y me empujaba contra la fría puerta de acero. Rodeé su cuello con mis brazos, sus caderas con mis piernas, un gruñido escapando de mi boca. El ruido del metal golpeando mi cuerpo, la puerta rechinando mientras Louis violentamente se apretaba contra mí, sonaron en mis oídos como gritos de deseo.

Abruptamente, apartó su boca de la mía, "¡Joder!" Golpeó la puerta con la mano, "Creo que voy a romperte."

Lo miré y vi miedo en él, sus ojos mortificados mirando los míos como si estuviera inundado de tantas emociones que uno de sus toques podría romperme en pedazos, "No lo harás." Gemí con angustia, "No puedes romperme Louis..." Susurré, "Tú me completas."

Me miró fijamente hasta que sentí que me ahogaba en lagunas de color avellana. Podría haber sido la luz de la luna que resplandecía sobre su rostro o los colores de la intensa noche en las profundidades de sus ojos, pero yo podría jurar que se habían humedecido con pura dicha y felicidad. Él me sostuvo desde la parte trasera de mis rodillas y me llevó a su habitación, sin cortar la consumidora mirada entre nosotros. Nos sentamos en medio de la cama uno frente al otro, sus manos firmemente apoyadas sobre mis muslos. Lentamente, desabroché sus botones, uno por uno, tomándome mi tiempo para deleitarme con el momento. Deslicé la camisa por sus fuertes brazos mientras él me miraba con ilimitada pasión. Mis manos se pasearon sobre los suaves relieves de su pecho, extendiendo mis dedos, sorprendiéndome por cómo mi caricia le hizo perder el aliento. Me desnudó con en el mismo ritmo pausado, presionando sus labios en mi cuello, mis hombros, mi pecho.

Fue entonces que entendí lo que significaba hacer el amor. Nos mirábamos el uno al otro como si estuviéramos aprendiendo cada parte, cada detalle, como si nunca nos hubiéramos visto antes. Aunque finalmente habíamos llegado a conocernos completamente, a pesar de que nos habíamos acostado incontables veces, habíamos encontrado el comienzo de un nuevo deseo - como si fuera la primera vez.

Suavemente, me acostó sobre la cama, su cuerpo siguiéndome. Se inclinó y tomó mis labios con los suyos, y me derretí. Era un beso que ardía insoportablemente, un beso que me marcaba como suyo. Su lengua se encontró con la mía en cada gemido, en cada jadeo, luego buscó mi cuello y mi garganta - cada centímetro de piel – mientras yo me estremecía con descarada pasión. Se quitó toda la ropa que le impedía tomar todo de mí, y cuando su palma se cerró sobre mi erección, todo mi cuerpo se arqueó. Sentí su aliento caliente acariciar mi dureza y mis ojos se abrieron de golpe, aunque cegados con ardor, "Lou... ¿Qué estás-"

"Quiero todo de ti Harry." Murmuró contra mi pulsante piel, "Todo."

Él tomó mi palpitante virilidad en su dulce boca, deslizando su lengua de adelante hacia atrás y luego en círculos. "Lou..." Gemí desesperado mientras su única mano acunaba la parte interior de mi muslo, y la otra presionaba en mi trasero desesperadamente. Él condujo su boca hacia mi  pulsante miembro una y otra vez, humedeciéndolo con facilidad, hasta que estuve perdido en euforia.

Stranger »Larry Stylinson«Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora