Capitulo 6

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Nunca entendí porque estar suspendido era una especie de castigo, siempre pensé que estar obligado a no ir a clases por unos cuantos días era todo lo contrario a malo, pero esos tres días de suspensión no tuvieron nada de divertidos, gracias a papá quien se encargo de que así fuera. De partida no tuve la oportunidad de dormir hasta tarde como hubiera querido ya que me obligo a levantarme a la misma hora de siempre a desayunar y luego me llamaba cada hora en la mañana para asegurarse de que no hubiera vuelto a dormir, además estaba obligada a copiar la materia y a hacer cada tarea que hubieran mandado ese día el mismo día en la noche, en parte gracias a Mackenzie que era la encargada de traerme todo eso, o estaría un día más sin mi celular y enserio lo quería devuelta porque quería hablar con Aiden y Mackenzie.

Por suerte solo eran tres días de suspensión y los mismos tres días de castigo, así que pasaron rápido y estuve libre justo a tiempo para ir al partido de fútbol americano en el cual era el penúltimo que jugarían Aiden y Adam.

Escuché una bocina sonar fuera de mi casa y supe de inmediato que se trataba de Mackenzie y Cameron, su hermano mayor el cual nos llevaría a ver la escuela a ver el partido y nos traería de vuelta, por voluntad propia aunque suene increíble, ya que era de verdad cercano y sobre protector con Mackenzie y la razón por la que a veces desearía haber tenido un hermano mayor en vez de ser solo yo.

Me levante del sillón en el que había estado sentada, tomando mi chaqueta y me despedí de papá con un beso en la mejilla.

– Ten – sacó mi celular de su bolsillo y me lo entregó – no llegues muy tarde ¿De acuerdo?

– Sí señor – me despedí desde la puerta con un saludo militar.

Apenas entre a la parte trasera del auto Mackenzie me abrazó un poco demasiado fuerte desde donde estaba sentada, es decir al lado contrario de donde yo había subido.

– Te extrañe

– Si, también yo pero me aplastas.

– No dejes que te vuelvan a suspender, me dejaste sola con Kathy y habla mucho.

– Tranquila, no tengo planeado golpear a nadie más – una vez que me soltó me puse el cinturón de seguridad porque sabía que sino Cameron no arrancaría el auto ya que había sido su regalo de cumpleaños numero 19 y tenía un extraño trauma con que le pasaran un parte y sus padres se lo quitaran o en realidad no tan extraño, considerando que ya había pasado una vez.

– Hola Jamie.

– Hola Cameron, gracias por llevarnos

– No hay de que. – prendí mi celular y de inmediato me llegaron notificaciones de mensajes y llamadas perdidas pero lo que no entendía era por que tenía diez mensajes de Mackenzie.

– ¿Por qué me enviaste tantos mensajes?

– Eso fue antes de saber que te habían quitado el celular.

– Eso fue durante menos de un día, Kenzie. En serio necesitas controlar tu obsesión con los mensajes de texto.

– Lo mismo le digo yo

– No es una obsesión, es solo que no me gusta hablar por teléfono – explicó Mackenzie.

En el camino a la escuela llamé a Aiden para hacerle saber que si iría y él me aviso que nos había guardado puestos adelante para así poder saludarme. Aunque fue una llamada corta se sintió bien hablar con él luego de tres días sin verlo ni hablarle, sé que no parecía mucho pero estaba acostumbrada a verlo cada día de la semana y a veces también el fin de semana, por lo que en dos meses me había acostumbrado a estar cerca de él y no es que me este quejando, al contrario, me encanta su compañía.

Just for us (JFH #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora