EXTRA: Nathan

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No podía dormir.

No sé qué hora era ni quería saberlo, pero sí sé que ya llevaba un buen rato intentando quedarme dormida, tapando y destapando una y otra vez ya que al parecer mi cuerpo no se decidia si tenía frio y calor y tratando de encontrar una posición cómoda para dormir, aunque ya sabía que esto ultimo era imposible.

Me gustaría decir que era la primera vez que me costaba tanto conciliar el sueño a pesar de estar cansada pero no sería verdad, ya llevaba toda una semana así y jamás pensé que diría esto pero no podía esperar porque el bebé naciera. Bueno, una parte de mí no podía esperar, la parte de mi que estaba ansiosa por conocerlo y al mismo tiempo harta de la incomodidad y cansancio de estas últimas semanas, porque tener una panza enorme, pies hinchados y una vejiga diminuta ya me tenía agotada, por otro lado, otra parte de mí estaba asustada de absolutamente todo lo que venía de aquí en adelante y creo que era esa parte de mí la que me tenía intranquila y sin poder dormir.

En tres semanas más cumpliría los nueve meses y no voy a mentirme a mi misma, estaba aterrada de saber que faltaba tan poco tiempo.

Acomode una vez más la almohada que tenía al lado de mi cuerpo, cerré los ojos y por fin luego de horas logre quedarme dormida. Por desgracia no fue un descanso muy largo.

Parecía que solo habían pasado un par de minutos cuando desperte con un dolor atravesando mi vientre. De inmediato estuve totalmente alerta, no era primera vez que sentía una contracción y aunque era un dolor molesto aún seguía siendo soportable, lo unico que me preocupo y me hizo pensar de que tal vez no era otra "contracción falsa" fue el haber despertado a causa de eso, ya que no había pasado antes. Me quede en la oscuridad de mi pieza esperando a ver qué pasaba, si eso era todo o si se repetiría pero pasaron los minutos y yo estaba lo suficientemente cansada como para haber vuelto a quedarme dormida. Estuve así un largo rato, despertando con dolor para luego volver a quedarme dormida o aveces despertando sin una razón en especifico. No soy tonta, sabía que podía significar pero aún era de madrugada y el dolor venía con demasiados minutos de distancia como para estar cien por ciento segura, sobre todo considerando que aún no era tiempo y por asustada que estaba no quería molestar despertando a todo el mundo por algo que aún era soportable y que lo más probable es que no fuera más que una falsa alarma.

Fue finalmente a las 5:40am cuando un dolor constante en mi vientre y espalda, bastante parecido a un dolor mentrual pero más fuerte me hizo convencerme de que no se parecía a nada que hubiera experimentado hasta este momento. Seguía pensando que era demasiado pronto pero tal vez algo iba mal y eso lograba aterrarme más que pensar en el parto.

Como pude me levante de mi cama y fuí a la pieza de papá, golpeando fuerte antes de entrar, provocando así que al prender la luz él ya estuviera despertando.

– ¿Jamie, estás bien?

– Creo que necesito ir a urgencia – y como si mi rostro no fuera indicador necesario fue justo en ese momento que apareció una nueva contracción y tal vez sea porque esta vez estaba de pie y no acostada pero fue lo suficientemente fuerte para provocar que me doblara y un ruido raro saliera de mi boca. En un abrir y cerrar de ojos papá estaba parado justo a mi lado sosteniéndome, incluso más palido de que solía estar últimamente y con los ojos un poco demasiado abiertos.

– Está bien, tranquila. ¿Donde dejaste el bolso que preparamos? – no alcance a responder cuando volvió a hablar – ¡Mierda! Olvide que no puedo conducir. Espérame aquí, no te muevas – Salió corriendo de la habitación y me quede parada justo donde estaba un tanto confundida, se supone que él era el adulto que me tranquilizaría pero sin duda ese no fue el caso.

Just for us (JFH #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora