Game Over. {Justin Bieber}

Esto si que es el final.

Pues hoy traigo algo que he escrito en estos días en un pequeño hueco que he tenido. Espero que os guste. Podéis pasaros por mi perfil y leer más, si queréis. Gracias por leer, por los comentarios, el apoyo... Os quiero mucho.

Justin dejó sobre la cama una enorme maleta. Le miré, atenta. Cada movimiento que hacia era decidido. Él sabía perfectamente que era lo que hacia.

Ed se había ido hacia unas horas con su novia, la cual, le había llamado diciéndole que se había enterado de su viaje sin ella. Le restregué por la cara tan adorable que tiene que sabía que ella tarde o temprano se iba a enterar y que él se lo tenía que haber contado. En conclusión: Ed pensaba que ella le iba a perdonar porque él tenía demasiado encanto en su cuerpo.

Justin no dirigió sus ojos amí hasta que no hubo terminado. Cerró la cremallera como pudo y comenzó ha hablar:

-Creo que ya es hora de que lo sepas.

-Estoy esperando por ello. Llevo esperando desde que llegamos de la final. ¿Qué es lo que pasa?

La puerta se abrió dejándonos ver a Pattie detrás de ella. Su sonrisa estaba presente en su rostro, como en la mayoría de las ocasiones.

-¿Qué sucede, mamá? -Dijo Justin cuando se giró.

-La mamá de Nereida está aquí. ¿Te importaría bajar? -Preguntó, mirándome amí.

Negué con la cabeza. Ella me venía a buscar para irme a casa. Al día siguiente teníamos una boda de una prima de mi madre, la cual yo no conocía para nada, y quería que fuera con ellos.

-Por la noche me pasaré por tu casa, Nereida.

Asentí y me incliné para besarle. Él aceptó con gusto y con una de sus manos acarició mi cintura, suavemente. Sonreí y mordí su labio inferior.

Mi madre me llevó a millones de tiendas buscando el vestido ideal para llevar. Mi padre ya había comprado un traje semanas antes, porque mi madre le había molestado con ello desde que se enteraron de que estábamos invitados a la boda. Finalmente ella se decidí por un vestido que me llegaba hasta las rodillas. Era ajustado en la zona de arriba pero al llegar a la cintura: caía en cascada hasta mis rodillas. Las mangas eran cortas y de encaje.

Después de todo me tiré en la cama, cansada. Solo quería esperar a que Justin viniera y me contara eso que tenía que contarme. Tenía curiosidad por saber de que se trataba. Estuve estos días demasiado misterioso.

-Cariño. -Mi mamá entró en la habitación.

Me sobresalté pensando en que podría ser él.

-Pensaba que eras Justin.

Ella rió.

-No, no lo soy. -Se acercó amí.- Te he traído unas galletas que cociné ésta mañana y un vaso de leche.

-Muchas gracias. -Dije, colocando la bandeja sobre mis piernas cruzadas y dando un mordisco a una de ellas.

-Justin estará al llegar, así que guárdale alguna.