Sara:
Mientras camino hacia casa con mi hermano, mi cabeza está muy lejos de allí, hoy he conocido a una persona interesante. He pasado un buen rato en el pabellón con él, es diferente a los demás, tiene algo que lo hace especial, y ese algo me encanta. Me ha llamado la atención y tengo ganas de verlo mañana.
-¿Has visto al nuevo? Es raro. ¿No crees?-interrumpe mis pensamientos mi hermano.
Primera persona por la que siento algo más allá de lo físico y es raro. Asiento con la mirada fija en el suelo.
-Dani, ¿cómo supiste que estabas enamorado de Laura?
Daniel me mira con una sonrisa pícara y un gesto burlón, se piensa durante unos segundos la respuesta, mirando al cielo y con la mirada perdida me contesta:
-Tener ganas de estar con ella a todas horas.... Querer hablar con ella, estar a solas, tontear como amigos, protegerla como hermanos... Quererla solo para mí.
Yo quiero estar con él, quiero tontear con él. ¡Lo quiero para mí!
A lo mejor no me he enamorado, simplemente mi mente me está jugando una mala pasada.
Necesito tiempo, descansar, pensar.
Cuando entramos en casa me meto en mi habitación, tumbada boca arriba en la cama, mirando al techo, pienso en David, como una persona tan insignificante a hecho que me olvidara de todo durante unas horas.
Pero es que hay un problema, yo soy Sara Riss, no soy una cualquiera, soy hija de Alfonso Riss y Paula Rubi, soy la más popular del instituto.
Él es David de la Rosa, un chico cualquiera. Parece ser amigo de DJ Mark, un chico no muy popular.
Conclusión:Si salgo con David se reirán de él... Y de mí.
¿Por qué es tan díficil? Si quiero estar con él... Debería estar con él. Pero no, no puedo. La sociedad diría que "soy demasiado para de la Rosa".
¿Estoy pensando en un chico que acabo de conocer?
Intento despejarme un poco, lo necesito. Cojo el móvil.
Tengo bastantes menciones y nuevos seguidores en Twitter por haber sido elegida representante de la ESO. Retwitteo los que más me han gustado y leo algunos WathsApp, nada interesante. Excepto que mi mejor amiga quiere liarse con mi hermano. Le contesto lo más simpáticamente que puedo:
Te recuerdo que mi hermano tiene novia, no creo que corten hasta dentro de mucho, pero sabes que él te aprecia mucho. Marta, ¡que los hay mejores!
La verdad es que no, no los hay mejores, mi hermano es el mejor, que seamos mellizos nos ha unido bastante. Lo quiero mucho.
No tardo en tomarme un sándwich de jamón y queso y meterme en la cama. Pero me cuesta dormir, no paro de pensar en David. No, no puedo haberme enamorado en unas horas, y menos de ese.
David:
Cuando llego a casa digo que estoy cansado y no tengo ganas de cenar y me meto en mi habitación antes de que me digan nada.
Me tumbo en la cama de abajo de nuestra litera después de ponerme el pijama y sacarme unos vaqueros negros, una camiseta blanca y unos tenis blancos para mañana.
Sara Riss... Una persona interesante, qué decir.
¿Enamorado? No creo, además, un amor imposible, seguro que ella no siente nada por "ese empollón de pueblo", seguro que mañana se reirá de mí, como todos los populares.
La verdad, es que nunca había sentido tanta necesidad de ver a alguien. Nunca me he enamorado, nunca he tenido novia ni nada. Tal vez por estar trabajando, por atender más a mi familia, por estudiar... No sé, pero yo aún me veo como un chico soltero y entero.
Llaman a la puerta:
-David, buenas noches niño. Mañana empiezas a trabajar cuidando al hijo de los del primero C, sé que no te hace gracia, pero necesitamos el dinero.-asiento ligeramente con la cabeza mientras mi madre me da un beso en la frente.
Cuidar a un crío, parece fácil. Además, así me distraigo y dejo de pensar en una chica inalcanzable.
No debo sufrir por ella.
Hay que ser positivo. Pienso en Mark, me cae genial. Dice que este sábado hay una fiesta en su casa y que irán todos los de cuarto. Le diré que si iré, así me integro un poco.
Qué ganas de sábado.