SARA:
Ya es diciembre.
Estos meses se me han pasado rápido, entre exámenes, organización del viaje de estudios para el trimestre que viene (iremos de crucero por el Mediterráneo, parando tres días en Italia, para ver Venecia, Roma y Florencia, las islas griegas y Egipto, es el viaje que soñamos desde que estamos en segundo de la ESO y me hace mucha ilusión) y mis domingos con David, este trimestre ha sido muy rápido.
Dentro de nada será Navidad y mis padres se van a ir una semana de viaje de negocios. Mi hermano se va a ir a un campamento para capitanes de equipos de fútbol. Y yo me quedo sola.
He pensado que podría enseñarle a David la cabaña que tenemos en el bosque a unos kilómetros de la ciudad y vivir juntos un fin de semana, sería divertido.
Todos los domingos como en su casa, con su familia, que me trata como una más, aunque su padre le tiene mucho asco a mi familia, diciendo que "soy la chica perfecta en el hogar equivocado".
Mis padres, mi hermano y el instituto aún no sabe nada de esto, aunque está bien tener esta relación "prohibida". Supongo que tarde o temprano saldrá a la luz, creo que no me importa mucho, ya que Marc y mi mejor amiga lo saben, pero temo por la reacción de las personas superficiales y mi hermano.
Hoy es domingo, me levanto, me doy una larga ducha relajante, y me visto:unos pantalones negros con un jersey granate y unas Converse altas blancas, una bufanda gris y mis gafas de sol Ray-Ban. Plancho mi pelo porque no hay otra manera de dejarlo decente hoy y me maquillo ligeramente:la raya de los ojos,un poco de rímel, base y brillo de labios.
Ayer salimos de fiesta, ya a penas bebo, y cuando mis amigos están casi borrachos, desaparezco y me voy con David, es divertido.
Aún son las diez, así que me da tiempo a desayunar y estudiar un poco antes de coger el metro para casa de David.
Mi familia cree que voy a la biblioteca y despues a tomar algo con mis amigas, aunque no es verdad, pero Marta me cubre todo lo que puede, diciendo que es la primera relación que me tomo en serio y que está muy contenta.
DAVID:
La verdad es que la vida me sonríe.
¿Quién iba a decir que iba a estar en una relación seria? ¿Que una chica como Sara Riss se enamoraría de mí?
Estos pensamientos ni siquiera se cruzaban por mi mente cuando estaba en aquel reformatorio. La verdad es que me ha venido muy bien alejarme de Villaverde, mi pueblo, olvidar el pasado y empezar de cero, eso era lo que hacía falta, supongo que si hubiera seguido viendo al Coca y todos esos, hubiera vuelto a caer.
Pero Sara me está ayudando a ser como un adolescente normal, vamos cada dos fines de semana de fiesta, los domingos por la tarde, después de comer en mi casa, nos damos un paseo, hacemos deporte o vamos al Starbucks o sitios por el estilo, estoy disfrutando mucho mi relación con ella. Ya no somos tan empalagosos, parecemos más bien amigos que tontean, aunque cada vez es más díficil mantenerlo en secreto, pero creemos que es lo mejor.
-¡Ugh! ¡Miguel!-grito al notar como mi hermano se tira encima mía,interrumpiendo todo lo que pensaba mientras estaba tumbado en la cama, recién despierto.
-Mamá quiere que te despiertes ya y hagas cosas.
-Genial...-susurro mientras me levanto frotándome los ojos.
Tomo una ducha y me visto con unos pantalones rojos y una camiseta azul con el logo de Superman en el pecho, dejo mi pelo despeinado hacia arriba, moviendo mi moña hacia la derecha, como Sara me enseñó. Me calzo mis deportivos azules y me siento a estudiar un poco antes de que llegue Sara.