DAVID:
Oigo como mi hermano salta de la litera, suelto un ligero gruñido y me doy la vuelta sin abrir los ojos.
Hoy es la fiesta.
Miro mi reloj, las nueve. ¿Por qué los críos duermen tan poco?
Me vuelvo a dormir hasta las doce. En pantalones me voy a desayunar, mi madre está fregando, me acerco por detrás y le doy un beso en la cabeza.
-Buenos días mami.
Ya lo sé, suena cursi, pero todo lo que le hice sufrir a esta mujer... Mi madre tiene el cielo ganado.
-Buenos días David, tienes el Cola Cao en la mesa, y he hecho bollos de chocolate.
-Genial-digo mientras empiezo a desayunar-. Está noche es la fiesta.-ya he hablado con ella de este tema, pero está preocupada por si me vuelvo a meter en peleas, droga o algo.
-Ten cuidado por favor David. Y a las 3 en casa.
.-Sí señora. Me iré temprano a casa de Marc para echar una mano, un poco antes de comer, viene a recogerme con la moto.
-Vale, pero ten cuidado David, por favor.
-Tranquila mamá.
SARA
Me levanté y me quedé un ratito más en la cama leyendo WathsApps. A las once me levanté y en una hora, hice los deberes. Ya mañana estudiaré.
A las doce salgo de mi habitación y bajo a desayunar.
-Buenos días mamá, ¿y papá?
-Buenos días Sara, ha salido a una reunión que le ha surgido.
-Esta noche Dani y yo vamos a una fiesta.
-Vale, no volváis más tarde de las dos y media.
-Vale.
-Adiós pequeña, me voy a la peluquería.-dice mi madre dándome un beso en la frente.
-Adiós mami.
Mis dos padres están muy ocupados, pero nos quieren mucho, lo sabemos. Aún que estén lejos siguen siendo estrictos.
Desayuno viendo la tele, termino de desayunar, friego los platos y subo para mi habitación.
De camino a mi habitación, la puerta de la de mi hermano es muy tentadora.
Me va a matar. Me va a matar. Me va a matar. Me va a... Me da igual, merece la pena.
Bajo a la cocina. Rápidamente, cojo una olla y un cucharón.
Subo una vez más.
Entro a la habitación de mi hermano silenciosamente.
Subo la persiana.
Me dirijo hacia su cama.
Me subo a su cama.
Un pie a cada lado de su cuerpo dormido.
Una sonrisa en mis labios,
Y... Empiezo a saltar y a tocar la olla.
-¡BUUENOOS DÍÍÍÁAS HERMANITOO!
Estoy que no puedo parar de reírme. Dani abre los ojos, me mira, analiza situación y me coge del tobillo. Ambos caemos en la cama.
-Buenos días enana.
-¿Enfadado?
-Mucho... Pero te tengo que agradecer lo que hiciste ayer.
-Oh sí, ¿Qué tal fue?
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