1. Primer día, primera mirada.

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David:

Me levanto temprano, unos cereales con leche de desayuno, cojo el folleto del instituto, mi horario y la clave de mi taquilla.

Estoy a punto de salir, y suena el fijo de casa. Como el resto de mi familia está duchándose, haciendo el desayuno y otras rutinas, pues me giro y lo cojo.

-¿Sí?

-¿David? Mi niño... ¿Estás nervioso cielo? Bueno, que mucha suerte pequeño, céntrate en los estudios.

Sonrío al oír la voz de mi abuela, la verdad es que no me lo esperaba, felicidad y fuerza aparecen en mi cuerpo.

-Gracias abuela, en serio, no se qué haría sin ti. Luego te llamo. Te quiero.

-Adiós, y yo.

Con una sonrisa, cojo mi sudadera roja y me dirijo a la parada de mi calle. Allí me recogerá el autobús amarillo de mi nuevo instituto.

Ahí está, tímidamente, subo las escaleras del autobús, miro fijamente al suelo. Noto todas las miradas fijas en mí, seguramente no hayan visto un barrio medio de Madrid en sus vidas. Ellos son niños de papá, no han tenido que esforzarse mucho para tener lo que tienen, él sí.

Busco con la mirada un sitio libre, allí, en la quinta fila, un chico pelirrojo, vestido de marca, con vaqueros y camiseta, lleva una gorra de rapero al revés, me acerco tímidamente.

-¿Puedo sentarme aquí?-que vergüenza.

-Pues claro. Tú eres nuevo, te explico un poco. Soy Mark.

Asiento con la cabeza. Sonrío al ver que tengo un amigo.

-Yo soy David, vengo de un pueblo de La Mancha, tengo una beca.-explico.

-Tienes pinta de beca. Bueno yo, si te digo la verdad, no soy nada popular, un par de amigos y poco más. Los más populares del instituto son los hermanos Riss, son unos mellizos que van a cuarto B.

-Esa es mi clase.-interrumpo.

-Genial. Y la mía. Mis amigos van a cuarto A, así que estamos tú y yo.

-¿Y por qué son populares los Riss?

-Ricos, guapos, estudiantes, educados, deportistas...- enumera Mark con los dedos.

-Mira, esos son.-señala Mark cuando llegamos, el instituto es gigante, increíble, miro hacia donde señala su dedo, una limusina negra cercana a nosotros, de la que bajan un chico y una chica exactamente iguales, altos delgados, morenos y unos ojazos verdes.

No puedo evitar dirigir mi mirada a esa chica morena, tiene unos ojazos preciosos. La gente les hace una pasillo, algunos los saludan, otros los comen con la mirada, todos los admiran.

La chica busca a alguien entre la multitud, y de repente, nuestras miradas se encuentran, ella no la desplaza, yo tampoco. Entonces, me dedica una sonrisa, siento que el corazón me late con fuerza, durante unos segundos, parece que nosotros dos estamos solos, pero Mark me vuelve a la normalidad.

-¿Qué número de taquilla tienes?-miro mis papeles.

-373.

-Genial. Yo tengo la 371. Vamos.

Nos dirigimos al interior del instituto y Mark me guía hacia mi taquilla. Es todo increíble.

He elegido una taquilla roja. En el interior, pego algunas fotos con mi familia y la gente de mi pueblo, coloco algunas cosas y espero a que Mark acabe. Por lo que deja ver su taquilla amarilla, le encanta el rap, ha pintado graffitis y, a parte de imágenes con sus amigos y familia, pósteres de Porta, Swam, Young Killer...

Mi nuevo amigo me rodea con el brazo por el cuello, y, amigablemente, empieza a contarme cosas del instituto y de su vida.

Entonces, la veo, es esa tal Riss, es hermosa. La chica cierra su taquilla blanca y me dedica otra mirada con sus gloriosos ojos verdes.

Mi corazón late con fuerza cuando entramos a la misma clase.

Veo como se sienta en el fondo, con los populares, encima de su hermano.

Mark y yo nos sentamos en la fila de en medio, como me ha dicho, no es popular. Se limita a explicarme cosas del instituto.

Hasta que un tío bajito y con gafas entra a la clase. De repente, todos se sientan adecuadamente y se quedan en silencio.

Sara:

El señor Martínez, profesor de Literatura, y nuestro tutor, entra a la clase, me siento al lado de Marta, detrás de María del Mar y Ana, las cuatro nos llevamos genial y somos de las más populares del instituto. El señor Martínez espera a que haya silencio en el aula y toma la palabra:

-Alumnos y alumnas. Un año más, seré vuestro tutor, bienvenidos de nuevo. Cuarto de la Eso es un curso más sencillo que tercero, así que espero que os apliquéis y no decepcionéis el nombre de Madrid High School, el año pasado lo hicisteis muy bien, seguid así este año y, la mayoría, no tendréis dificultades. Recordad que estáis en un gran instituto. Para el chico nuevo-dice dirigiéndose al chico al que le he dedicado dos intensas miradas esta mañana, es mono, parece simpático, me gustaría conocerlo, pero no parece popular ni nada de eso. No me puedo permitir eso.- bienvenido a Madrid y enhorabuena por tu beca.

Martínez nos indica que aplaudamos, el chico se sonroja ligeramente. No es de Madrid, se le nota.

-Que raro, ¿no te parece?-me susurra Marta. María del Mar y Ana se giran ligeramente y asienten con la cabeza.

Yo, para que no piensen que me he pillado del empollón de pueblo, asiento ligeramente con la cabeza.

-Buenos días, mis queridos alumnos, vamos al salón de actos a recibir una charla de bienvenida.-dice Doña Luisa, la directora rechoncha y bajita del instituto.-Este año, elegida por los profesores, la representante de la ESO, será... Sara Riss, enhorabuena chica.

Todos se giran hacia mí, la sorpresa se ve en mi rostro, mis amigas no tardan en abrazarme y los demás aplauden. Hasta que Martínez pide silencio y nos manda ir al salón.

Entre conversaciones y risas, llegamos al salón, mis amigos se sientan y yo me dirijo al escenario.

David:

Sara Riss sube al gran escenario del salón. Es aplaudida y silbada por todos los alumnos, tanto menores como mayores.

-Queridos compañeros. Hoy empezamos una nueva etapa de nuestras vidas, un curso más. Para los recién llegados,-noto como su mirada se fija disimuladamente en mí, me sonrojo un poco.- bienvenidos, sabed que estáis en un instituto increíble, esforzaos, merece la pena. Para el alumno que ha conseguido la beca-mi corazón se acelera, Sara mira disimuladamente un papel.- David de la Rosa, de cuarto B, enhorabuena chaval, disfruta de este lugar-Mark hace que me levante y todos se giran hacia mí y me aplauden, incluido Sara Riss, supongo que todos aplauden porque Sara lo hace, pero el caso es que me siento importante.- Bueno, no me voy a enrollar más. Que el verano se ha acabado, hay que asumirlo, ahora toca concentrarse en los estudios y deportes para mantener el nivel de este lugar bien alto. Suerte chicos.

Aplausos inundan la sala. Esta chica es increíble. 

¿Amor prohibido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora