Entré en clase pensando en los deberes de Historia, los cuales no había hecho y vi a una gran multitud de gente al rededor de algo o de alguien. Se escuchaban risas por parte de los compañeros.
Yo, a diferencia de las pocas personas que entraban en clase, me senté en mi pupitre y me puse a leer un libro titulado "Sonrisas y Lágrimas", el cual me había regalado mi madre hoy,por mi cumpleaños.
Entonces, vi como Lysandro y Castiel se acercaban a mi. Lysandro era un chico alto, de aspecto victoriano, cabello plateado con una mecha negra y que padecía de heterocromía, una "anomalía" del irs, que le hacía tener un ojo de cada color. En su caso, su ojo izquierdo era ámbar y su ojo derecho era verde.
En cambio, Castiel era todo lo contrario. Él, era alto, si, pero su aspecto era rockero. Su cabello era de un rojo salvaje, sus ojos eran de un gris desafiante y su carácter era bastante malo, si no le caías bien o si no lo sabías "manejar".
Por suerte, me llevaba bastante bien con todo el mundo, así que no tuve problemas casi nunca con Castiel. Se podría decir que era un buen amigo mío, pero no entraba en mi lista de Mejores amigos.
En esa lista, estaban unos pocos:
* Rosalya. ( Mi mejor amiga con diferencia.)
* Lysandro. (Bueno, es majo y me cae genial. Siempre me vienen bien sus consejos, ya que es honesto, directo y imparcial. Lo malo es que es verdaderamente despistado y se desorienta con facilidad.)
* Violeta. (Ella es una chica de cabello violeta (Como su nombre) y corto, de ojos grises y bajita. Ella es muy tímida y creativa. Se le dan genial las manualidades. )
* Alexy. (Él es un chico alto, de cabello azul y de ojos violetas. Es el hermano gemelo de Armin, otro de mis mejores amigos. A Alexy le encanta la moda, ir de compras... Es de caracter extrovertido. Me ayuda en todo lo que puede. Él es uno de mis Mejores (Mejorcísimos) amigos. )
* Armin. (Armin es un frikki en toda regla. Me encanta su sentido del humor y me encanta disfrazarme con él. Jugamos vídeo juegos muy a menudo y siempre es un gusto pasar la tarde con él. A diferencia de su hermano, él lleva el pelo negro y sus ojos son azules. Aún que se parezca a Alexy, en carácter y personalidad, son totalmente distintos.)
En esta lista, sin duda también estaría Ken, pero... Perdimos el contacto. Igual no estaba hecho para mi. Quiero decir... Igual no estaba hecho para ser mi amigo. Igual, esto era un aviso del destino.
Castiel, cogió una silla y se sentó, mirándome fijamente y serio, mientras que Lys (Lysandro) hacía lo mismo pero de pié.
- ¿Que te ocurre Lynn? - Preguntó finalmente Lys.
- N-nada. Solamente leía. - Respondí yo apenada.
En parte, estaba triste, por no haber recibido ninguna felicitación de mis amigos. Suspiré y me adentré en la página 20 de el libro, dónde Melissa, la protagonista, al parecer, se iba de viaje a Estados Unidos, para ver a Trevord, el chico que había robado su corazón.
- ¿Crees que nos engañas con eso? - Preguntó Castiel, ahora sonriente. Coloqué un mechón castaño detrás de mi oreja y levanté la mirada hacía él.
- Hoy es mi cumpleaños. - Dije con una sonrisa forzada. - Y hay alguien al que hecho de menos... Él no está y... - Sentí que me iba a poner a llorar. Por lo tanto, me levanté de la silla, haciendo que esta cayera al suelo.
Todo el mundo se giró hacía mi y pude ver el motivo de tanto revuelo en esa clase. Había un chico nuevo en clase... Era alto. Sus ojos eran verdes y su cabello era castaño. Llevaba puesta una camisa blanca, sobre una camisa de tirantes negra y pantalones (y botas) militares. Era realmente guapo... Pero había algo familiar en él.
Él me miraba fijamente, como si se sorprendiera de verme. Intercambiamos miradas durante unos segundos, hasta que mi cuerpo decidió moverse.
- D-disculpad. - Dije, mientras echaba a correr, hacía los baños, dónde me desahogaría.
<< Soy idiota... ¿Por que me pongo a llorar por haberme acordado de él? >> Pensé. << No es justo... No es justo que no haya venido, que no me haya llamado, que ni siquiera me haya dedicado un triste mensaje de texto. >> Pensé mientras me acurrucaba en un rincón del baño y lloraba cómo una loca, esperando a ese Ken, que nunca llegaría.
