Me encuentro deambulando entre las oscuras calles de una ciudad totalmente desconocida para mí. Todo se encuentra vacío; sin ningún ruido, sin ningún coche, sin nadie a mi alrededor, nada. Me hayo completamente perdida en mitad de ninguna parte, hasta que de repente, empiezo a escuchar unos lentos pasos haciendo eco en mis oídos.
-¿Hay alguien ahí?- pregunto temerosa observando con atención las calles que se cernían bajo mis pies buscando al propietario de ese irritante sonido que taladraba mi subconsciente mientras escuchaba mi voz hacer eco por toda la zona. Nada, eso es lo que obtengo como respuesta. Cada vez el sonido es más y más molestó haciendo que mi cuerpo vaya perdiendo fuerza hasta que sin quererlo, me caigo de bruces al suelo e intento tapar violentamente mis oídos procurando que el sonido desaparezca, pero lo único que hace es ser más fuerte y estridente para mi ser originando gritos espeluznantes procedentes de mi garganta y lágrimas de impotencia esparcidas por todo mi rostro. De pronto, este desaparece. Empiezo a apartar paulatinamente mis manos de donde se encontraban y me levanto lentamente observando con atención el lugar. Una vez estuve de pie, me percaté de que estaba rodeada de calles desiertas y de farolas apagadas, pero no había nada más. Me quedo observando al sombrío horizonte durante unos segundos, pero otro sonido me hace volver a la realidad. De una de las callejuelas que se hallaba a mi derecha, aparece un gato negro con grandes ojos esmeraldas caminando lentamente hacia otra de las calles de enfrente. Como era el primer rastro de vida que descubro por aquí, decido seguirlo a pesar de que una parte de mi no está muy convencida a hacerlo. El gato continua caminando pausadamente entre infinidad de calles monótonas e iguales sin aparentemente, percatarse de mi presencia hasta que instantes más tarde, llegamos a un callejón sin salida. El gato se queda mirando el muro dubitativo, pero repentinamente, este se da la vuelta en mi dirección y me envía una penetrante mirada. Antes de darme tiempo a reaccionar, aparece un señor por mi izquierda, y velozmente, me agarra de los antebrazos situándolos en la parte media de mi espalda dejándome sin capacidad de movimiento. Empiezo a agitarme violentamente de un lado a otro, pero de pronto, el hombre me coloca un pañuelo de seda blanco encima de mis fosas nasales haciendo que mis fuerzas fueran desapareciendo poco a poco. Intenté seguir luchando contra él, pero me era imposible, cada vez era más débil.
-Shh duerme. Si opones resistencia será peor- y fue lo último que escuché hasta que todo a mi alrededor desapareció...
Me incorporé rápidamente de la cama y empecé a mirar detenidamente el lugar donde me encontraba, y afortunadamente, me hallaba en mi habitación cubierta de un gélido sudor y con algunas lágrimas surcando las distintas facciones de mi rostro. La verdad es que siempre es la misma rutina, la misma pesadilla, el mismo miedo desde hace tres noches, cuando los amigos de Peter me interceptaron en aquel callejón. Al principio pensé en denunciarlos, pero eso no serviría de nada ya que debido a la falta de luz, la descripción que pudiera dar de los agresores sería muy distorsionada y nada eficaz, así que prefiero confiar en que Peter se hará cargo de ello. Una vez hube vuelto a la realidad en la cual me encontraba, decidí ir a la cocina a por un vaso de agua y unas pastillas para intentar conciliar el sueño de nuevo. Cuando me lo terminé de tomar, volví de nuevo a paso lento hacia mi habitación, pero a medio camino de esta escuché el sonido del motor de un coche.
A continuación, miré mi reloj de pulsera dorado y reparé en que eran las cuatro de la madrugada -¿Quién está a estas horas un lunes deambulando con el coche?- pensé desorientada. Acto seguido, me acerqué lentamente a la ventana del salón, la cual daba a la calle, y me asomé disimuladamente. Cuando lo hice, divisé un BMW deportivo con la carrocería en un color negro mate, aparcado justo debajo de la residencia. Posteriormente, Peter salió del asiento del conductor con una caja de cartón completamente cerrada entre sus brazos, no sin antes apagar el vehículo -¿Qué hará él aquí? – medité extrañada. Seguidamente, el sujeto cerró la puerta del este, y se dispuso a subir los escalones de la residencia desapareciendo de mi vista una vez hubo entrado por la destartalada puerta principal. En el momento en que mi cerebro pudo reaccionar, el resto de mi cuerpo ya se dirigía velozmente hacia la puerta de entrada a mi apartamento. Al llegar a esta, me asomé disimuladamente por la mirilla (*) y justo en ese preciso momento, las puertas del ascensor se abrieron haciéndome captar a un sosegado Peter en el interior de este, aun sosteniendo la misteriosa caja entre sus brazos. Inmediatamente, salió al descansillo y a continuación, camino con sigilo hasta la puerta del piso en donde vivía Miranda. Una vez en esta, empezó a golpearla suavemente con los nudillos para intentar que Miranda le abriera cuanto antes, y efectivamente, con el tercero lo hizo.
-Aquí tienes Miranda- dijo Peter rápidamente mientras le entregaba la caja de cartón- Recuerdas todo lo que te dije ¿no?- añadió en un susurró casi imperceptible para el oído humano
-Si venga, vete ya. Yo me hago cargo- contestó la joven de vuelta agarrando la caja por los dos extremos de esta y posicionándola a un lado de la puerta- Buen viaje- añadió tiernamente mientras se acercaba a su rostro y le daba un delicado beso en su pómulo izquierdo
-Gracias- respondió él dulcemente en respuesta a la vez que agachaba la mirada hacia el suelo que se cernía bajo sus pies
-Anda vete ya, que llegarás tarde- comentó entre risas. A continuación, Peter le brindó una rápida sonrisa a Miranda y se dirigió con paso decidido otra vez al ascensor, desapareciendo de nuevo dentro de este. Inmediatamente, emití un pequeño bostezo descontrolado y empecé a captar signos en mi cuerpo que ponían en evidencia la efectividad de la pastilla, así que sin más dilación, decidí volver de nuevo a la cama -¿Qué hacía Peter aquí a estas horas y con esa extraña caja?- pensé sin salir de mi estupefacción una vez me hube acostado, aunque antes de poder seguir acompasando más pensamientos en mi cabeza, fui interrumpida de nuevo por el ruido del motor del coche de Peter alejándose cada vez más y más hasta desaparecer entre los demás sonidos de la noche.
(*) mirilla: Abertura practicada en la puerta de un casa, para ver quién llama a la puerta
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¡Hola a todo/as!
El coche de Peter en multimedia
Por si pensabais que había desaparecido o que ya me había cansado de esta novela os equivocabais. De hecho, vuelvo de nuevo a escribir con mas ganas y añadiendo pequeñas modificaciones en esta, como un posible cambio de portada y de sinopsis. De todas maneras, ya os iré anunciando más adelante cualquier cambio.
Además, os preguntaréis el por qué de mi inesperada desaparición durante aproximadamente un mes; bueno, pues el caso es que está ocurriendo lo que me temía que ocurriera ya desde tiempo atrás, y es que me paso día y noche estudiando porque tengo la junta de evaluación de este trimestre la próxima semana y tengo muchísimas ganas ya de tener vacaciones para olvidarme. Igualmente, quiero dejar claro a toda la gente que a lo mejor dudaba de mí, que ESTA NOVELA VA A SER TERMINADA, no sé cuando pero lo haré.
Creo que este capítulo no ha sido nada del otro mundo aunque espero que no esté tan mal como yo lo veo ahora mismo, pero llevo como un par de días haciendo modificaciones todo el rato hasta que he decidido subirlo ya así
Por cierto, me ha parecido super curiosisimo que en mi ciudad, hayan puesto una pizarra en donde cada uno pone lo que quiere hacer antes de morir. Yo he puesto muchas cosas como: conocer a One Direction, intentar vivir en una sociedad pacífica, y muchas cosas más que ya ni me acuerdo, pero esto viene en relación a mi siguiente pregunta. ¿Qué queréis hacer antes de morir? Lo cierto es que es una pregunta un tanto espeluznante, pero me ha gustado y he decidido compartirla con vosotros/as.
Y por último, no sé por qué pero a mi madre a pesar de tener una media de ocho en el instituto, le ha dado ahora por decir que tanto el movil como el ordenador me entretienen y me los quita *-* así que si estoy totalmente incomunicada no os preocupéis, seguiré dando guerra por mucho más tiempo.
PD: Gracias por todo el apoyo que estoy recibiendo en todos los sentidos, de verdad, ya sois una parte muy importante de mi corazoncito.
Gracias por leer. Voten y pongan sus comentarios.
Que paséis una fantástica semana..
Kisses :)
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1.721
Подростковая литератураUna chica sencilla. Un chico incógnita. Un karaoke que definitivamente entrelaza sus caminos. Pero, ¿qué pasa si esto ocurre? Sumérgete entre las páginas de esta novela llena de romance, misterio y aventuras junto a nuestros protagonistas ¿Estás pre...