CAPÍTULO 7

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La semana siguiente, transcurrió lo más tranquila que pudo haber sido, debido a que era mi primera semana en Londres, y todavía me estaba acostumbrando al idioma, al lugar, a la gente, y a firmar demasiados papeles para mi gusto.

Hoy era viernes. Nada más finalizar las clases en la Universidad, recibí una llamada del aeropuerto anunciándome que habían encontrado mis maletas en Buenos Aires debido a una confusión por parte de los transportistas.

Antes de ir al aeropuerto, decidí volver a mi apartamento a darme una ducha y comer algo. Según iba acercándome a la puerta de entrada de la residencia, divisé a Miranda despidiéndose de unos amigos. Cuando terminó de hacerlo, decidí acercarme a saludar.

-Hola Miranda-contesté saludándole con la mano

-Anda hola Carol, ¿Qué tal has llevado tu primera semana aquí?- preguntó caminando en mi dirección

-Bien, gracias Miranda. Estoy muy cansada, pero poco a poco me iré acostumbrado-dije ofreciéndole mi mejor sonrisa. En ese momento, noté que alguien detrás de mí, tocaba mi hombro delicadamente para llamar mi atención. Cuando me di la vuelta, descubrí a una chica morena con californianas rubias intentando entrar a la residencia por la puerta que yo entorpecía porque estaba delante de esta. Me disculpé por no dejarla pasar, y me aparté de esta mientras Miranda y yo nos mirábamos y compartíamos sonrisas cómplices

-Creo que será mejor que hablemos en otro lado, ¿te apetece ir a tomar algo?- contestó mientras estallaba en carcajadas

-Lo siento Miranda pero es que me han llamado hace un rato del aeropuerto diciéndome que ya habían encontrado mis maletas, así que iba a darme una ducha e ir a por ellas cuanto antes- respondí con una mueca de disgusto

-Oh bueno, tranquila en ese caso no te molesto más, pero ya sabes, si necesitas algo, vivo enfrente- dijo guiñándome un ojo, acto que hizo que me riera

-Sí, sí, lo tendré en cuenta.-contesté apaciguando mi risa -Adiós Miranda-Me despedí de ella con la mano, y me di la vuelta con la intención de llegar cuanto antes a mi piso. Cuando iba a entrar en el ascensor para subir, me percaté de que alguien me llamaba. Cuando me di la vuelta, me encontré con una Miranda corriendo un poco sofocada hacia mí.

-Dios mío, creo que a partir de ahora, tengo que hacer ejercicio más a menudo-dijo mientras se mantenía inclinada sobre sus rodillas- Por cierto, esta noche iba a salir con unos amigos a un karaoke que está por aquí cerca y me preguntaba si te apetecería venir con nosotros, y conoces a más gente, el ambiente de Londres por las noches, etc-

-No sé si será buena idea, estoy un poco cansada y...-intente seguir pero fui interrumpida por Miranda

-Venga anda si te lo vas a pasar genial, y cuando quieras volver a tu apartamento, te vas y ya está, sin compromisos- contestó enarcando una ceja

-Vale, me lo pensaré-dije mientras resoplaba

-Perfecto-dijo mientras me abrazaba -Hemos quedado a las diez en el karaoke Box Soho, así que a las nueve y media me paso por tu piso a recogerte -Se dio la vuelta y empezó a caminar de vuelta a la puerta para salir del edificio

-Vale, pero te he dicho que me lo pensaría, no que estuviera segura de que iría- contesté levantando el tono de voz para que me escuchara

-Ya veremos...- respondió dejándome sola en el hall de la residencia

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La chica de las californianas en multimedia

¡Por fin he subido capítulo! *aplausos, aplausos* Como la semana pasada no llegué a subir, espero llegar a tener otro entre hoy y mañana de recompensa, así que recemos porque así sea.

Todavía no sé que os parece la historia, así que ¿qué os parece?

Gracias por leer. Voten y pongan sus comentarios.

Kisses personitas cultas :)



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