Capítulo 5.

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—Huevos, huevos, huevos, huevos —Chanyeol decía para sí mientras buscaba por las estanterías de la cocina—, ¿dónde los puse?

Se dirigió esta vez a la nevera y urgó entre envases vacíos de comida, latas de refresco abiertas y a medio servir. Al final de todo ese chiquero que tenía como despensa de comida encontró la caja de cartón que decía contener huevos. La abrió esperanzado, encontrándose con sólo aire en su interior

—Tendré que hacer compras —suspiró, porque uno de los pasatiempos menos deseado de él era hacer las compras. Pero claro que siendo las diez de la mañana y con un hambre bestial en su interior no tenía otra opción que ir a la tienda más cercana en busca de su predilecto desayuno.

 Pero claro que siendo las diez de la mañana y con un hambre bestial en su interior no tenía otra opción que ir a la tienda más cercana en busca de su predilecto desayuno

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Hacía frío, lo cual era de esperarse dado que era invierno. Se ató una gruesa bufanda a el cuello y partió rumbo a la tienda la cual, por suerte, no estaba tan lejos de su casa.

La mayoría de las veces, por no decir todas ellas, Chanyeol y el frío no eran una buena combinación. Este clima traía fuertes deseos de pensar, pensar sobre su vida, sobre lo que estaba haciendo y lo que haría.

Todo en su interior le gritaba que estaba haciendo las cosas mal, pero no entendía por qué ahora surgía todo eso en él.

En un momento ya había llegado a el local. Una brisa le rozó las mejillas del chico, pero no sintió frío. Sus ojos se clavaron en algo más allá de los vidrios de la tienda, y si no se equivocaba era...

—___...

MYDOL .ㅡCHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora