C A N C E L A D A
Un hacker con mucho tiempo libre y ganas de asustar a indefensas fans, Chanyeol.
Una chica que sólo quería vencer el aburrimiento, ___.
La aplicación que los unió, Mydol.
¿Qué pasará? Nadie lo sabe, pero pase lo que pase...
No invo...
—¿De qué hablas, Eunri? —Le preguntó ___ de vuelta. Era el horario de almuerzo y el comedor estaba repleto.
—¿De qué hablo? Por favor, ___, tú bien sabes que no me puedes ocultar algo —siguió ella.
—Sigo sin comprender.
—Ahh, ¿por qué me habré hecho amiga de alguien tan tonta? —Se burló ella y la otra le golpeó en el hombro—. ¡Oye! Está bien, lo siento.
—Como sea, dime qué hice ahora.
—Desde que entramos al comedor no has parado de mirar al chico alto de la última mesa.
—¿Qué? Yo... eso no es cierto...
—Sí... ajá, claro. Y dime de dónde lo conoces, desde cuándo, qué tipo de relación tienen.
—Ahh... ninguna, sólo lo vi en la tienda donde trabajo...
—Y...
—Nos vimos también hace unos días aquí.
—Y... —Señaló ella con más curiosidad a que siguiera.
—¿Y qué? Nada, Eunri, sólo nos hemos encontrado por casualidad.
—Sí, pero... ¿no te gusta? Es guapo.
—¡¡Eunri!! —Chilló ___ con un disimulado tono carmesí en su rostro.
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—¿A quién miras tanto, Chanyeol?
—¿Qué, yo? A nadie, Jooheon —dijo rápido el chico volviendo su vista al plato.
El menor miró a donde estaba anteriormente viendo el contrario. Pero ya que habían muchas personas en el lugar, no podía identificar con claridad qué le causaba tanta curiosidad a Chanyeol.
Por otro lado el castaño alto se concentraba minuciosamente en comer con devoción su arroz blanco. Si no fuera por los anteojos que poseía sobre sus ojos se haría más que visible el inminente sonrojo en sus pómulos.
