Aún conservo la chamarra que me prestaste.
Sí, aquella que siempre usabas.
La que te pedía aunque no tuviese frío.
La que abrazaba sólo porque olía a ti.
La que usaba para dormir todas las noches.
La que te devolvía sólo para que se impregnara de nuevo con tu aroma.
Sí, la misma que usabas cuando te conocí.
ESTÁS LEYENDO
Para el chico que nunca me amó
Short StoryAna Salazar. Romántica empedernida. Fiel creyente del amor. Aspirante a ser la protagonista de una historia de ensueño. A sus dieciséis años está convencida de que el amor es el sentimiento más puro y hermoso que cualquiera podría experimentar, pue...