Nota 21.

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Al día siguiente cuando como habitualmente, Sidney se colocó a mi lado para con paciencia hacerme entender las estúpidas clases decidí empezar la función.

Le comenté en un momento en el que ella estaba demasiado distraída mirando mis ejercicios la idea que tenía en mente.

-¿Y tú? , ¿Tienes pareja o...?- ella sonrió y negó, me hice la desinteresada y asentí - ¿Pero has tenido?

-Nunca algo serio realmente- comentó dando la vuelta a la hoja sin más.

-¿Por qué?

Me miró seria y luego empezó a sonreír -Porque a veces las situaciones no dejan que algo cierre el círculo completamente, hablando de círculos... ¿Por qué no has calculado el valor de X del radio de...

-Sidney- le corté - ¿Y no quieres tener pareja? - ella resopló y dejó la hoja, agaché la cabeza, me iba a estallar las mejillas, ¿quién me mandaba meterme en algo así?

-Cuando aparezca el chico ideal sabré si quiero ser su pareja- dijo entre una risa nerviosa.

-¿Estás dispuesta dejarle entrar?

-Yo le dejaré entrar, pero ni mucho menos le voy a buscar, no quiero buscar a nada ni nadie, que las situaciones lleguen y salgan las cosas como deban de salir.

-¿Y si yo empujase esa situación? - moví el bolígrafo con nerviosismo.

-¿Hmmm?- frunció el cejo.

-Tengo un amigo que tal vez...- dejé caer y ella se echó a reír - ¿Tú querrías..? - fruncí el cejo.

- Vale, bien, mira - sonrió - Si terminas los ejercicios antes de que acabe la clase y los tienes bien, esta tarde me paso por tu casa para ayudarte con los que manden para mañana y tú invitas al chico para conocerle, ¿trato?

Cogí el lápiz y la hoja decidida - Trato- estreché su mano y ella asintió dispuesta a que empezase con mis tareas.

Arranqué la última hoja de mi cuaderno y garabateé rápido.

"Las cosas ya están en marcha.

Yo que tú me iría preparando." 



Zack, ¿Tú la quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora