7 de Abril

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- Me diste la esperanza de pensar que no estabas tan mal, Alice - Decía el doctor totalmente serio
- Ya le dije que yo no lo hice, estaba tan asustada como la enfermera Rose e incluso pen-
- No - Interrumpió - Estoy haciendo las cosas mal. ¿Sabes?, Tal vez a trasemos tu salida un poco más
- ¡No!.... Digo... No... Eso no... Estoy cansada y quiero irme a casa...
- No estarías cansada si durmieras
- Lo hago
- No sabes mentir
- Agh... ¿Puedo irme ahora?
- Claro, hoy dejarán salir a otro grupo al jardín. Si no mal recuerdo, estás en la lista
Salí del consultorio hasta la sala de estar, miré mi reflejo en el cristal de la ventana y no parecía yo... Estaba hecha un desastre... Me veía pálida, mis ojeras parecían delineador, mi cabello estaba enredado y desaliñado además de mis uñas, mordidas y llenas de suciedad, la ropa me quedaba más holgada, pues había bajado mucho de peso. No podía creer en lo que esto me había convertido...
Una mujer con uniforme de guardia atravesó una de las pesadas puertas de hierro que se encontraban al lado de la cabina de recepción, esa donde se encontraba la enfermera triste y desvelada, ambas hicieron un gesto de saludo desinteresado y la mujer guardia levantó una tabla comenzando a decir algunos nombres incluyendo el mío, al concluir nos hizo formarnos en una fila de hombres y mujeres y con ayuda de algunos de sus compañeros todos salimos, era un lugar enorme, detrás de la inmensa cerca electrificada había un bosque que daba a la ciudad,e concentré en el lugar en que estaba parada. Había árboles y flores por todos lados, un poco mas alejado de todo había incluso un pequeño lago o estanque, me acerqué y me senté ahí a respirar el aire fresco que me hacía falta, mojé mis manos y las frote en mi cara y mi cabello, me quité el suéter y lo dejé a un lado. Abrazando mis piernas me quedé ahí en silencio, todo era tan pacífico que no parecía real...
Pero todo se arruinó.
Justo a mi grupo tuvo que tocarle el imbécil que trató de escapar y alteró a todos.
Nos metieron a las instalaciones a base de golpes y nos llevaron a nuestras habitaciones a la fuerza, otro maldito día encerrada y por culpa de unos idiotas.
Las horas pasaron, todo se volvió oscuro dejando entrar a la noche, estaba tan cansada y aburrida, no tuve más remedio que recostarme y cerrar los ojos para dormir un poco como el 98% de mis noches aquí.
Como era de esperarse, soñé con Él, me mostró escenas grotescas de mi cadáver y los de mis padres, a comparación de los otros, este sueño ya no me era tan perturbante, cuando desperté noté mi respiración pesada y un frío que recorría la habitación, me levanté con algo de dificultad y apoye mi cabeza sobre la pared con desesperación ante los estruendosos gritos que el loco de al lado comenzaba a lanzar, noté que la puerta estaba abierta así que salí por mi cuenta a la sala de estar, donde un rato después la misma guardia regordeta llegó, sonó un silbato llamando la atención de todos y mirando hacia todos lados dijo
- Muy bien, este centro necesita comenzar a mover a sus pacientes y activar sus mentes de nuevo, por eso necesito que en frente de mi hagan una fila los que deseen ser voluntarios en la cocina.
Todos la miraron de manera extraña, y solo un hombre y yo fuimos con ella. Tendremos que recorrer todo el hospital para dejar bandejas con comida en las habitaciones, así que... Tal vez será interesante.

El Extraño Caso de Alice. #Gemma'sAdwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora