Notas

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Mierda. Solo eso puedo decir. Todo el día, de una esquina han estado llegando pedazos de papel enrollados, que llegan desde el piso de abajo, si, el subterráneo... En mi estado, esto me hacía ponerme nerviosa de una manera colosal, tenía miedo de que el tipo de abajo fuera alguien que planeara hacerme daño, realmente no quería responderle, pero a medida que pasaba el tiempo él seguía insistiendo en un intervalo más corto de tiempo, no se cuanto tiempo había pasado pero tenía ya 21 papeles acumulados, los conté de lejos, tal vez sean más, o incluso menos, tantos días, semanas, meses, años de insomnio... Todos estaban pesando... La vista me fallaba mucho, no podía ver de lejos, y de muy cerca tampoco, debía haber un punto medio del cual no estaba muy segura cuál era, me quedé pensando un rato, no podía moverme muy rápido así que me tomé mi tiempo en arrastrarme hacia donde brotaban los papeles, los fui abriendo uno por uno, todos estaban extrañamente escritos con buena letra y una ortografía impecable, supe leerlos en el orden, pues todos tenían un número en algún lado
"Hola"
"No estés asustada, no pretendo lastimarte"
"Además, si quisiera, no podría"
"Tu no me conoces, pero yo a ti sí"
"Sé por lo que estás pasando"
"Solo quiero ayudarte"
"No te preocupes, niña"
"Saldremos juntos de esto, si tu así lo quieres"
"Realmente debes estar asustada"
"Yo estuve en esa misma celda, y lamento decirte que estás al final del pasillo"
"Si... Te tienen como la peor"
"Yo no pienso que seas la peor"
"Yo sé que sólo estás cansada"
"....Bien... Entiendo si no quieres responder"
"Lo siento"
"Solo trata de mirar por el hoyo para que sepas quién soy"
"No te lastimaré, puedes estar segura"
"Lo juro"
No supe que hacer, me senté abrazando mis rodillas al borde del llanto observando inconscientemente como me consumía la locura, estaba mal, y lo sabía, esta persona creía que no, solo se decepcionaría de lo que soy, igual que el doctor, igual que papá, igual que mamá, igual que... Todos...
Hazlo. Decía una voz detrás de mi. Miré en esa dirección encontrándome con la niña pequeña de antes. Ella me sonreía protectoramente así que decidí confiar, me incliné y miré por el hoyo. Había un chico en una esquina, de cabello blanco y tes pálida. El me miró y sonrió, se levantó y me dio directamente otro papel enrollado. Lo abrí.
"Mi nombre es Damon Myers"

El Extraño Caso de Alice. #Gemma'sAdwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora