HUMANOS | Julian Brandt

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Hoy por la mañana se acabó todo con Laureles.

Tomábamos el desayuno en una cafetería cercana a mi departamento. Ella estaba tomando chocolate caliente al igual que yo.

Solo fue levantar la mirada de la taza y mirarme directo a los ojos, simplemente pronunció sin preocupación alguna:

"Quiero acabar con todo esto."

No sé cuál fue mi expresión, lo único que recuerdo fue que fruncí el ceño para lanzar la típica pregunta que al parecer tenemos reprogramada para este tipo de situaciones.

"¿Por qué?"

"Porque simplemente no puedo más, siento que no me amas."

Se me fue imposible no reír en el momento que pronunció esa frase. "Solo tenemos tres meses, no te voy a amar en tres meses."

Al parecer herí su ego porque levantó una ceja haciéndome sentir que me estaba retando.

"Estoy muy segura de que te gusta otra chica."

"Así es."  No lo negué, no iba a negar que estaba absolutamente enamorado, por eso la corregí. "Estoy enamorado."

Laureles solo tomó su bolso y se levantó de la mesa sin terminar el chocolate.

"¿Por qué te metiste conmigo?"

"Tu fuiste la que lo hizo, tú me presentaste con tan solo tener sexo como tu novio, tan solo me pareció bien intentar algo con una persona joven"  dije casi con repulsión.

Laurel no dijo nada, solo colocó sus gafas de sol y salió de la cafetería, yo termine mi chocolate y empecé a beber del suyo.