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Supongo que pasar por esta etapa triste de la vida donde nosotros ni sabemos a veces el por qué del estado emocional es algo común de los humanos.

A cualquier edad llega, diferente va a ser el dolor agobiante que te baña día a día que ni ganas de levantarte de la cama a luchar quedan.

Llevo casi un mes en esta etapa, ese es el por qué no he vuelto a escribir, parece que esto también baña a mi corazón porque las palabras lindas o versos para brindarle a Martha no florecen.

Cada noche me sentaba para escribir y cuando alguna letra quería salir, salían eran mis lágrimas que mojaban el papel haciéndome quedar quieto, llorando, mirando el papel mojarse y creaba círculos en los lugares húmedos para después de que la hoja se secara viera mi alma encerrada.

Por qué esa era una tortura de mi mente, crear cosas para que al día siguiente volviera a caer y repetir cada día lo mismo.

Ella trabajando sobre mí, sin dejarme respirar. Mi propia mente siendo ese doble filo, una laguna sin fin que halaba mi alma a su oscuridad cada vez más despacio.




HUMANOS | Julian BrandtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora