Capítulo 9 - Pillada

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*Narra Thomas*

Continué besándole, sin prisa pero sin pausa.

Me puse en pie, le cogí  de la mano y lo llevé arrastrando a una de las habitaciones que había libres

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Me puse en pie, le cogí  de la mano y lo llevé arrastrando a una de las habitaciones que había libres. Nuestros labios no se separaron ni un segundo, seguíamos besándonos el uno al otro como si de ello dependiera nuestra vida. Una vez estábamos en la habitación, cerré la puerta como pude con la pierna y le tiré a la cama, separando nuestros labios. Le dejé caer en la cama, esos insignificantes segundos que estábamos separados eran algo que me apuñalaba el corazón, que me lo destrozaba y lo hacía trizas, no pude contenerme mucho mas y dejé escapar un pequeño gemido, seguidamente me lancé de un salto sobre Dylan, quien se había vuelto a poner de pie, cayó de espaldas a la cama. Cuando nuestros labios se volvieron a juntar, desapareció esa sensación de destrozo dentro de mi. Volví a sentirme como en el cielo.

Comencé a quitarle la camiseta que llevaba puesta, después de habersela quitado comencé a bajar por su barbilla, llegando a su cuello y depositando pequeños besos que dejarían chupetones, quería que esto no se le olvidase nunca. Me encontré con su clavícula y comencé a lamerle despacito, pasé a los pectorales, dando pequeños chupetones en el pezón, bajé a la zona abdominal, besando cada uno de sus abdominales, finalmente me acercaba a la zona más caliente, o eso podía notar debido al gran bulto que había en sus pantalones. Pasé primero suavemente la mano por él. Podía notar el grosor y el tamaño, a su vez que escuchaba a Dylan soltar pequeños gemidos, bajé mi cara hacia el bulto de su pantalón, restregandome contra el.

-Vamos a hacer esto a partes iguales, primero uno y luego otro, me parece lo justo.- Fue lo único que le dije, me tumbé en la cama y Dylan se subió encima mia, dándome besos como un loco que solo obedecía mis ordenes, aunque realmente yo estaba a su completa voluntad y no podía apenas reaccionar gracias a esa droga estaba haciendo cosas que no me habría atrevido a hacer.

-Vamos Dylan, hazlo, antes de que yo te lo haga a ti.- Acto seguido, Dylan comenzó a quitarme la camiseta y a dejarme chupetones por el cuerpo, de la misma forma que yo se lo había hecho a él. Cuando sentí su lengua caliente y húmeda deslizarse por mi cuerpo, un gran sentimiento de placer invadía todos mis músculos, haciendo que se tensasen y que me retorciese de gusto. Conseguí agarrar con fuerza las sábanas para no soltar fuertes gemidos, pero no pude evitar soltar algún gemido. La verdad para ser su primera vez con un hombre con un hombre lo hacía bastante bien, bueno, supongo que tampoco había mucha diferencia de un hombre a una mujer.

 Se acercaba a mis pantalones, donde mi bulto también era bastante notable, antes de que me desabrochase el botón del pantalón, le consegí coger del cuello de la camiseta y le atraje hacia mis labios, no podía aguantar el hecho de tenerlo alejado de mis labios.

Pasados varios minutos besándonos le dejé que continuase por donde se había quedado. Mientras me desabrochaba el boton y me bajaba la cremallera el seguía dándome besos por la zona abdominal, eso me excitaba bastante, pero lo que venía a continuación aún más. Me dió un tirón de los pantalones y dejó a la vista un bulto que se formaba entre mis boxers.

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