Capítulo 5 - Las miradas tienen un sentido

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*Narra Dylan*

Eran las 07:00 (AM), podía escuchar llorar a Thomas, la verdad, desconocía la razón por la que estaba llorando, aunque no me interesaba mucho pero me parecía preocupante su situación. Me levanté para coger el móvil y mirar si tenía alguna notificación de WhatsApp, pero vi que no había nada. Era obvio, era demasiado temprano para que ella me hubiese respondido a los mensajes, aún quedaba una hora para empezar las clases, así que de decidí ponerme a repasar un rato BioQuímica. Me dió tiempo a estudiar media hora. Empecé a escuchar ruidos fuera, eso indicaba que los profesores ya estaban en pie y en media hora sonaría la sirena. Guardé el libro en la mochila y empecé a quitarme la parte superior del pijama y después me quité los pantalones, me quedé en boxer y sentía un poco de frío mientras buscaba qué ropa ponerme, cuando vi que Thomas se empezaba a girar y se quedó inmóvil mirando, decidí dejarle que hiciese lo que quisiese, total no me molestaba, me gustaba ser el centro de atención y que todos me mirasen. Seguía mirando, pero por fin se decidió a salir de la cama, se puso en pie, con las manos cubriéndose por la cintura, no entendía nada ni quería saberlo... me limité a terminar de vestirme y salir de allí. Ni quise dirigirle la palabra, pues lo que acaba de pasar era bastante raro para mi.

*Narra Thomas*

Estaba llorando cuando Dylan despertó, estaba seguro de que me estaba escuchando llorar y se preguntó que me pasaba, no tuvo valor para acercarse y preguntar el muy cobarde hijo de puta. Cuando se estaba vistiendo me vio que yo le estaba mirando, no se por qué no puedo dejar de mirarle, ese chico tiene algo. Noté que mi pene estaba algo excitado y no se si era por algo que había soñado o por Dylan, espero que no, yo no soy gay y no puedo serlo, tengo novia y la quiero, me pone, así que definitivamente no puede ser eso. Me dije intentando calmarme, comencé a desnudarme y a ponerme ropa para ir a clases.

*Narra Dylan*

Esperaba encontrar a Alice por el camino y afirmativamente así fue, me agarró del hombro por detrás.

-Hola Dylan, ayer no me respondiste al WhatsApp, ¿Qué estabas haciendo?- me preguntó, no parecía muy feliz hoy, estaba seguro que sería por lo de WhatsApp, pero seguro que si se lo explicaba se le pasaba. Me animé a decírselo para no quedarme en blanco.

-Sí, lo siento, tenía el móvil en silencio y no me enteré, lo vi cuando iba a acostarme, estuve haciendo todos los deberes que nos habían mandado y esta mañana revisé de nuevo el móvil para ver si habías respondido, pero como vi que no, me puse a repasar un rato.- Esperaba que esa respuesta cambiase su cara a una satisfactoria de esas que ella pone, pero todo lo contrario, su cara empeoró, casi se le escapa una lágrima, me la llevé del brazo a un lugar apartado, aún quedaban diez minutos para que comenzasen las clases.

-Cuéntame lo que te pasa bebé, no quiero que estés así, creo que merezco saber que te ocurre.- le dije intentando calmarla para escuchar su respuesta.

-Pues resulta que me ha llamado mi madre para decirme que mi tío está ingresado grave en el hospital y mi madre me ha preguntado que si quiero volver a España una semana para estar con ella. Yo obviamente le dije que sí, pues la familia es lo primero.- me comentó llorando en un mar de lágrimas, la aferré con mis brazos para consolarla y hacerle un ruido como mandándole callar.

-Shh tranquila, no pasa nada, yo no me voy a mover de aquí, te esperaré todo el tiempo que haga falta, además, la familia siempre es lo primero, y siempre puedes llamarme todos los días y podemos hablar por WhatsApp. -le dije al oído casi en forma de susurro, intentando que dejase de llorar y pareció funcionar.

-Gracias Dyl, te quiero tanto, no sé qué haría sin ti.- al escuchar eso, la cogí de la nuca y la acerqué a mis labios, dándole un apasionado beso, hasta que ella necesitó recuperarse, yo por el contrario podría haber seguido besándola. 

Cara a CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora