Diciembre era un mes demasiado frío, había que ser honestos.
Y era irónico cómo Michael y Luke intentaban obtener algo de calor sin camisetas uno sobre el otro.
No había otra cosa del cuerpo de Michael que Luke amara más que a su pequeño estomago. Podías recostarte en él si estabas triste, podías abrazarlo si querías darle cariño, podías hacerle cosquillas si querías que se riera, podías besarlo si de hacerlo sentir bien se trataba.
Era adorable.
En el caso del teñido, él amaba el cuello de Luke. Amaba dejar besos lentos por todo él. Sobre cada lunar, sobre cada pequeño espacio.
Y adoraba su espalda por igual. Era ancha y podía sostenerse de ella cuando le hacía falta agarre. Podía clavar sus uñas, podía esconderse detrás de ella, podía besarla.
Amaba cada parte de Luke y Luke amaba cada parte de él.
Estaban en medio de un beso lento. Los disfrutaban demasiado, te daba tiempo de analizar cada pensamiento atorado en tu cabeza.
Los disfrutas más, pensaba Michael.
—¡No puedo creer que a penas me esté dando cuenta de esto! —Michael se separó bruscamente del beso dejando a Luke desconcertado.
—¿De qué? —Preguntó rápido para regresar a lo que habían dejado pendiente.
—¡Es que es imposible! ¡Debí darme cuenta antes! —Michael estaba demasiado emocionado, jalaba su propio cabello como queriendo despegar la idea completa de ahí.
—¿Qué sucede? —Exclamó el oji-azul preocupado. Tocó lentamente su hombro huesudo. Se sentía cálido, como todas las veces.
—¡Tú! —Señaló Michael con una sonrisa. —Tu espalda! ¡Tus ojos! ¡Tus labios! ¡Tu risa! —Y él soltó la propia mirando a su novio fruncir el ceño en confusión. —¡Tu voz! ¡Que te amo! Eso sucede.
—¡Me has asustado! Eres un idiota. —Luke brincó ligeramente sobre la cama. Michael lo asustaba muchas veces con sus bromas.
Se sintió a él mismo temblar por el frío, entonces se acercó más a su novio.—Pero te amo. —Repitió.
—Yo siempre lo he hecho.
—¡Y hay algo más! —Continuó con su emoción
—¿De qué hablas? —Luke seguía confundido. Quería callarlo con un beso. No para dejar de escucharlo pero para volver a sus labios.
—¡Algo! ¡En tu espalda! —El teñido estiró sus manos y tocó la tibia espalda de Luke. El rubio se enderezó sobre saltado por el calor de sus manos.
—¿En mi espalda? —Musitó confundido. Tal vez era un pequeño animal. O una cicatriz. O una herida.
—Hay algo.
—¿Qué es?
—¡Ahí está! ¡Está en tus pecas! —Susurró Michael en un alarido silencioso. Estaba recorriendo la espalda de Luke con sus pequeñas manos y dedos cortos. Se sabía sus pecas de memoria.
—¿Qué está ahí?
—¡El mapa! —Gritó obvio depositando un beso en la mejilla de Luke.
—¿El mapa? ¿Hacia dónde? —Dijo Luke en voz baja cerca del oído de Michael, que ahora buscaba reposo en su cuello. Luke amaba que recostara ahí su mejilla; y que por unos segundos se quedara a escuchar sus latidos.
—Hacia el país de los sueños.

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sick of you ~ muke
Fiksi Penggemar-Me gustan las personas que están fascinadas por las estrellas. -Me gustan las personas que están fascinadas por mí.