Capítulo 2

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P.O.V Skylar

El campamento estaba en silencio, aún es la hora de cenar, pero no se escuchaba el alboroto de los campistas cuando están juntos.

- Casi nadie cenó, todos se fueron a sus cabañas en cuanto pudieron- es lo que Nico me dijo cuando llegó a la cabaña.

No pudimos hablar mucho, la conmoción es demasiada, así que preferimos ir a dormir.

Hay demasiadas cosas que procesar y realmente deseo poder dormir aunque sea unas horas, espero con toda mi alma que solo por esta noche las pesadillas me dejaran en paz.

Sin embargo, parece que el mundo está en mi contra, porque por más que intento, me es imposible conciliar el sueño.

-Maldición- golpeó mi almohada.

Termino levantándome, no hay otra solución.

Entro a la ducha buscando relajarme un poco, lo único en lo que mi mente puede pensar es en la profecía, si no mal recuerdo, decía que 3 mundos tendrán que unirse, la pregunta es...¿cuáles?, en las misiones que he tenido a lo largo de mi vida he podido conocer a personas que son especiales, son como los semidioses pero no de la misma manera que nosotros, así que si intento descifrar cual de todos esos mundos es, no creo poder descubrirlo.

-Si sigo pensando en esto menos podré dormir - cierro el grifo y salgo de la regadera, no me toma mucho tiempo cambiarme y salir de mi habitación.

-¿Insomnio?- pregunta Nico desde la oscuridad.

-Creo que es obvio, ¿quieres salir?

-¿Y hacer qué? - siento como se coloca a mi lado.

-Caminar, no quiero entrenar- ante mi respuesta Nico me toma de la manos y salimos de la cabaña.

No estoy segura de la hora que es, ya que olvide mi teléfono en la habitación, pero según mis cálculos podrían ser las 2:30 a.m, el campamento esta solo y todas las luces de las cabañas apagadas, evitamos cualquier forma de vida que pueda causarnos un contra tiempo y llegamos al lago.

Siempre que tengo problemas vengo al lago, creo que es una fuente de paz, o al menos para mí, siendo hija del dios del mar.

-Subamos a ese árbol, quiero ver las estrellas- dice Nico.

El suelta mi mano para dejarme subir con libertad, no nos cuesta mucho trabajo y una vez estamos arriba, buscamos la posición perfecta para ver las estrellas, él en una rama y yo en otra.

El silencio entre nosotros es cómodo, y la noche que nos acompaña lo vuelve más reconfortante, aunque sería mejor si el sonido de las arpías merodeando por el campamento no fuera tan evidente.

-No quiero ir a otra guerra Nico- interrumpo el silencio - se que la profecía habla de mi, y no quiero hacerlo...

- Se que es difícil, pero yo estaré contigo a cada paso, en cada instante, a donde tú vayas te seguiré, eso no lo dudes ni un segundo - sus palabras me dan aliento y seguridad.

No necesito tenerlo enfrente para saber que habla enserio.

Durante toda mi vida, Nico a sido la única persona que siempre a creído en mi, es el único que me ha amado por quien soy.

-Gracias Nico, por nunca dejarme sola - no puedo evitar sonreír, su simple presencia me hace feliz, es la luz en un mundo lleno de oscuridad.

-No agradezcas, creo en ti.- suspira - además, no es como que pueda hacer otra cosa, si hubiera una forma de tomar tu lugar, créeme que no duraría y evitaría que fueras tú - se que habla enserio, y eso me da miedo, porque no quiero perder a nadie, mucho menos a Nico.

Entre Mundos: Semidioses, Magos y Cazadores de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora