Capítulo 4

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P.o.V Sky

Si luchar contra monstruos mitológicos es trabajo duro, matar demonios tiene un grado de complejidad comparable.

-Ten cuidado niña, si te cae veneno de demonio no podremos curarte con una runa- me dice un rubio que pelea con un demonio a espaldas de mí, no puedo evitar molestarme por su comentario, no soy débil, ni una niña inexperta en batalla.

-He luchado con cosas peores teñido- le respondo mientras atravieso a la criatura frente a mí con la espada, este se desvanece dejando cenizas en su lugar, tomo con fuerza el arma y la lanzo contra el demonio con que luchaba el rubio- Y no soy una niña, no me hagas volver a repetirlo- tomo el cuchillo y continuo con la batalla seguida por el rubio se ríe divertido por mis acciones.

-No soy teñido, es rubio natural- me grita cuando por fin deja de reír, supongo que espera alguna respuesta, pero decido ignorarlo antes de lanzarme a golpearlo, este chico es una copia de Valdez, solo que rubio y con sangre de ángel.

-¡Semidiosa, cuidado!- me grita el hombre de los ojos gatunos para advertirme, me giro lo más rápido que puedo hacia donde señala encontrándome con un demonio bastante feo, este se acerca a toda velocidad y me mira fijamente, apenas me da tiempo de reaccionar, pero logro esquivar sus garras que iban directo a mi pecho, aprovecho mi posición y lo corto por la mitad haciendo que un líquido espeso salpique en mi cuello y parte de mi brazo, la criatura suelta un alarido de dolor y enojo, no pierdo tiempo y le atravieso el cráneo de una sola puñalada- Bien hecho- me dice el hombre cuando llega a mi lado

-Gracias- él me sonríe y pone su mano en mi hombro, estaba por decirme algo, pero tras de él se materializa el demonio que estoy segura acababa de matar, así que lo empujo a un lado para atacar, sin embargo esa cosas fue más rápida y me saca volando de un golpe contra un árbol- maldito insecto...- susurro con enojo, si hace un rato no estaba de humor, ahora menos, dejo la espada que me había dado la chica nefilim y saco mi propia espada, no me interesa si ellos dicen que no puedo matar a un demonio con esto, lo cortaré en pesados tan pequeños que no podrá regenerarse.

-¿Estás bien niña?- escucho preguntar a una de las chicas, pero no le contesto, estoy tan molesta que mi cerebro solo piensa en matar a esas cosas.

Tomo ambas espadas con fuerza y comienzo a correr en su dirección, pues el demonio se disponía a matar al hombre de los ojos de gato, el arma de los cazadores se la lanzo al pecho aprovechando el impulso, la hoja brilla con una luz azul cuando lo atraviesa, tanto la criatura como el hombre me miran sorprendidos por mí acción.

-Muere- susurro y una vez que estoy frente a esa cosa lo corto en miles de pedacitos, algo asqueroso, pero por lo menos desahogue mi furia; el hombre me mira anonadado, pero me sonríe, observo a mi alrededor y ya solo faltaban 3 demonios bastante grandes, con los poderes que tengo como hija de Poseidón convoco el agua y encierro a las tres criaturas en una esfera para contenerlos, poco a poco la hago pequeña, hasta el punto en donde no se pueden mover y los nefilim pueden matarlos con facilidad.

-Los mundanos siguen con vida, pero están heridos- informa el chico de ojos azules quien se había encargado de proteger al grupo de mortales que los demonios querían atacar, o más bien, habían atacado, supongo que si hubiéramos tardado un poco más ellos estarían muertos- Debemos llevarlos a un hospital e informar a la clave del ataque, no es normal que un grupo tan grande de demonios y de ese nivel ataquen mundanos en territorio Seelie.- no entiendo muy bien a que se refieren, pero no tenemos tiempo para esto.

-Pueden informar después a su gobierno, ahora tenemos otro asunto que atender- exclamo para llamar su atención, con el agua hago que las heridas de los mortales sanen y también las nuestras- Voy a dejarlos en un lugar seguro y volveré por ustedes, estén alertas- sin más toma a las 4 personas que estaban en el suelo y hago un viaje sombras hasta un motel cerca del centro, el dueño es un amigo mío, así que no tendrían problemas, solo dejo una nota con mi firma, ya luego nos pondremos a cuenta- Listo- les digo una vez aparezco en el parque nuevamente, los cazadores ya tenían sus cosas reunidas y se habían arreglado la ropa lo mejor que habían podido.

Entre Mundos: Semidioses, Magos y Cazadores de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora