Capítulo 9

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P.o.V Skylar

Soy una egoísta, ¿cómo puedo permitir que Nico se acerca a consolarme cuando mi primer objetivo es alejarlo de mí?, no lo merezco, no merezco ninguna de sus palabras o cariños, simplemente no lo merezco a él.

- Nico...- lo llamo en voz baja, intentando no perder la firmeza en mi voz- Por favor, no hagas esto...- pido en una súplica- Ve con Bianca y los demás, por favor aléjate de mí- finalmente la voz se me quiebra y las lágrimas recorren mi rostro con lentitud.

No quiero alejarme del calor y seguridad que su cuerpo me proporciona, pero olvidando mi deseo de permanecer a su lado alejo sus brazos de mí rompiendo con el abrazo.

-Sky...- exclama intentando volver a sostenerme, yo lo evito dando un paso hacia atrás, ya no quiero seguir jugando con nuestras emociones, simplemente no puedo ser un sube y baja con él- No me alejes de ti, te lo suplico Sky...- al igual que yo, su voz se ve rota debido a que intenta suprimir el llanto, cosa en la que no le va muy bien, ya que su rostro se ve invadido por pequeñas lagrimas

-Debo hacer unas cosas, nos vemos luego- ver al hijo de Hades llorar me rompe el corazón más que cualquier cosa en este mundo, solo quiero acurrucarlo entre mis brazos y decirle que jamás lo dejaré solo, pero no puedo hacer eso sí quiero mantenerlo con vida.

Tal cual cobarde huyo de la escena llevándome como recuerdo la sonrisa más comprensiva y triste que jamás nadie me ha dado; no puedo con esto, así que salgo corriendo del campamento rumbo al bosque, realmente lo único que quiero en este momento es perderme en el bosque y jamás regresar a este fatídico campamento de diosecillos.

¿Por qué mi vida es tan mala?, ¿Acaso no merezco un poquito de misericordia después de tanta basura?... no tengo ni la menor idea de cuál podría ser la respuesta a esas preguntas, solo estoy segura de que todo lo que está pasándome es una muy mala jugada del destino para castigarme.

Me mantengo corriendo entre la maleza por algunos minutos, y solo cuando estoy segura de que el campamento ha quedado muy, pero muy atrás le permito un descanso a mi cuerpo, mi respiración es un poco pesada, así que me dejo caer bajo un árbol grueso y con césped alrededor, al menos aquí podré despejar un poco mi cabeza, necesito pensar en algo que nos sea útil en batalla, algo que pueda darnos un poco de ventaja sobre nuestros enemigos....

Por fin nos reencontramos Hija de Poseidónescucho la voz de una mujer perturbar el silencio del bosque, ante la presencia de una desconocida me levanto de donde estaba colocando mi espada frente a mi lista para defenderme si es necesario.

- ¿Quién anda ahí? – pregunto recuperando la compostura de guerrera, la persona que me acompaña no debe tener ninguna buena intención si decidió mantenerse oculta- Muéstrate antes de que decida ir a buscarte- exclamo, pero no recibo respuesta alguna.

Sin bajar la guardia comienzo a caminar hacia la carretera, al menos ese sería un lugar relativamente más seguro que la mitad del bosque.

Me hiere que no me reconozcas pequeña Jackson, he venido hasta aquí solo para poder hablar contigo escucho la misma voz decir detrás de mí, de un movimiento rápido me doy la vuelta lista para encarar a la mujer, pero en lugar de dar una estocada contra un cuerpo de carne y hueso mi espada corta un montón de hojas que caen de inmediato al suelo.

-Lamento herir tus sentimientos, pero deberías irte si no quieres que te lastime de verdad- respondo sintiéndome un poco extraña al estar hablando con la nada, me giro lentamente para seguir mi camino, no alcanzo a dar 3 pasos cuando una ráfaga de viento extremadamente fuerte me hace retroceder.

Oh querida, no haz cambiado nadaexclama soltando una risa que me causa escalofríos Quiero charlar contigo de forma civilizada, así que baja esa espadamás que un petición me lo dice a modo de orden, cosa que me causa gracia, pues nadie, absolutamente nadie puede decirme que hacer desde hace un tiempo.

Entre Mundos: Semidioses, Magos y Cazadores de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora