capitulo 11

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Tu.

lo primero que hice fue salir corriendo a atender a feilong, al final no estaba tan mal, le limpie las heridas y lo regañe, sabia que eso no iba a hacer ningún efecto así que fui a quejarme con el único que me tomaría en serio.

Toque la puerta y el secretario saco la cabeza.

-necesito pasar. Le dije y el abrio la puerta por completo.

Al entrar no me fije mucho en el cuarto, su cuerpo estaba cubierto de tatuajes que aparecer ocultaba con las camisas y los trajes que usaba, su torso estaba bien trabajado y tenia muchas heridas en su espalda que a juzgar por el equipo de auxilios que tenia en la mesa de noche intentaba curarse solo.

Camine a la mesa y le hice la señal que se acostara, el de inmediato se puso blanco como un papel y negó con la cabeza.

-o te acuestas o te obligo, hoy no me importa tu opinión. Bajo la mirada y se recostó dejando su espalda al descubierto.

-no tengo interés en reclamarte, por lo que veo estas muy herido, pero se mas cuidadoso, también quiero darte las gracias por cuidar de feilong. Dije mientras lo curaba.

Al finalizar antes de terminar de vendarlo Feilong entro y mato con la mirada al pobre secretario.

-yo vine por mi cuenta, y también lo regañe. Le dije anteponiendo me a cualquier escena.

-eres mi mujer y no deberías estar curando o preocupándose por los demás. Me dijo.

-esta herido, mas que tu, y me imagino que se lastimo así tratando de cuidarte, lo mínimo es que se pueda atender apropiadamente, no quiero volver a verte cubierto de sangre, casi me da un ataque cardiaco en el momento que los vi a ambos, ¡no me vuelvan a dar un susto como ese!. Dije dejando salir las lágrimas que tenia atoradas y recobrando algo del alma que se me había escapado del cuerpo.

Feilong ordeno a su secretario abandonar su habitación y se acercó a mi, se puso a mi altura ya que yo estaba tirada en el piso ahogada en lágrimas y me dio un abrazo.

-seré mas cuidadoso pero estas son cosas que no pueden evitarse. Me dijo y me aferre a el ya que no tenia camisa no podía agarrarme a nada.

Pase los brazos por su cuello y susurré un ahogado "te quiero", que hizo que el me apretara mas.

-no deberías, soy un monstruo. Me respondió.

-no me importa. Dije juntando nuestras bocas.

- hay que salir de aquí. Me dijo y me ayudo a pararme, nos fuimos a nuestro cuarto y desde que pasamos la puerta me ataco a besos, camine mientras me guiaba a la cama dejandome caer en ella, no me resistí, empecé a besar su cuello ya que estaba abajo no había mucho que hacer.

Hasta aquí el cap de hoy, aprecio su atención. Gracias.

comprada por un yakuza feilon y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora