capitulo 22

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Narradora.

Después de ese beso las armas de ( tu nombre) no solo  bajaron sino que desaparecieron.

El beso continuó aumentando la temperatura de sus cuerpos, sus ropas comenzaron a estorbar y entre caricias, susurros, beso, y promesas las prendas desaparecieron, sus pieles se rosaban y los gemidos aumentaban de tono, esa noche ambos tenían algo que demostrar, ella quería dejarle a entender que ella era suya, y el quería dejar a entender que el quería convertirse en su todo, el quería que desde ese momento ella lo tomara como el inició y el final, quería demostrarle que el seria su fortaleza y que ella no era su debilidad.

El la envestía con fiereza era como si quisiera borrar todo el tiempo pasado, dejando notar su deseo, esa era su forma de demostrar lo mucho que la había extrañado.

Ella gemía derritiéndose en placer, disfrutando de las sensaciones regaladas, tanto tiempo soñando con el momento que regresaría a sus brazos y hay se encontraba, en esos fuertes brazos que la llenaban de seguridad.

Ambos experimentaron esa sensación de plenitud que se tiene, cuando llegas al clímax con más que solo esa conexión sexual, esta vez esa conexión estaba repleta de sentimientos mutuos.

Tu.

Desperté en los brazos de Feilong, solo cubierta por las  sábanas, al buscar mi ropa mi vestido estaba roto, funcionaba pero no era lo mismo, buscando en el guardarropa encontré camisas y un pantalón deportivo que me quedaba inmenso pero era lo que podía encontrar mirando mi situación, fui a la cocina y no encontré mas que comida enlatada o empacada y café instantáneo, me las arregle como pude para preparar algo decente, al final termine haciendo café, fruta que salí a recolectar, y de puro milagro encontré harina, hice pan casero, fruta y café, no era el mejor desayuno que había hecho pero la precariedad de ingredientes hablaba, Feilong apareció por la puerta encontrándome en el sillón con una taza de café.

-me quiero ir, haz que nos recojan, en la cocina hay algo para comer. Le dije mirando por la ventana el hermoso sol que acababa de salir.

-¿paso algo?, ¿por que no me sirves el desayuno como siempre?. Me pregunto ganándose mi atención.

-por que ya no soy la misma, además no se si lo haré bien, tal vez deberías esperar a que la otra lo haga, Feilong sama. Le dije y el sonrió.

-¿sigues celosa por eso?, ¿que no deje en claro anoche que no hay un reemplazo para ti?. Dijo muy cerca de mi rostro.

-no estoy celosa, y me quiero ir. Dije demandante.

-el chofer vendrá a medio día, y si, son celos, y ahora me voy a encargar de borrarlos.

Me volvió a besar, igual que la noche anterior, tan intenso, tan fuerte, su lengua saboreaba cada centímetro de mi boca, su aliento se mezclaba con el mio, menta, café, nuestras lenguas bailaban al compás de una melodía hecha solo por nosotros, volví a gemir, volví a entregarme, volví a los brazos del hombre que me tenia atada a su corazón, volví a sentir después de tanto ese calor que anhelaba.

Casi finalizando.... Espero que la hayan disfrutado, la próxima semana capitulo final. Gracias

comprada por un yakuza feilon y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora